Uno de los más grandes historiadores de la música y crítico de arte de los tiempos modernos; nació en Mauth, cerca dePraga, Bohemia el 17 de noviembre de 1816; murió en Viena el 28 de junio de 1876. Aunque destinado para la profesión de abogado, en la que obtuvo el grado de doctor, y progresó al punto de convertirse en consejero de estado, estudió seriamente la música
y bajo los mejores auspicios. Pronto fue designado miembro de la junta
de directores del Conservatorio Real de Praga, y llegó a ser un crítico
musical activo. En este período de su carrera, Ambros escribió varias
oberturas para orquesta y un “Stabat Mater”.
Como compositor reflejó muy fuertemente la influencia de Robert
Schumann. Al carecer de la chispa vital de la originalidad, sus
composiciones no le han sobrevivido.
Generalmente llegó a ser conocido como crítico de arte a través de su libro “Die Grenzen der Musik und Poesie”, escrito en respuesta al tratado de Edward Hanslick “Vom Musikalisch-Schönen”. Este último asumió una base materialista para el arte de la música, y definía las formas musicales como nada más que “arabescos sonoros”. La obra de Ambros define lo que puede expresarse por medio de la música, y lo que necesita una de las otras artes para su manifestación. En este extraordinario libro, el autor no solo establece los principios de la filosofía católica a la luz de la cual juzga las obras de arte del pasado y el presente, sino que también muestra amplio conocimiento de la arquitectura, la escultura, la pintura y la literatura de todas las escuelas y naciones, su interrelación y origen común, lo que a la vez atrajo la atención del mundo científico.
Con cada nueva obra de Ambros, tal como “Kulturhistorische Bilder aus dem Musikleben der Gegenwart”, “Bunte Blätter” y numerosos artículos de revistas, su reputación aumentaba, a tal punto que el editor Leuckart de Breslau (ahora en Leipzig) lo indujo a escribir una historia completa de la música. Ambros emprendió con alacridad esa gran oportunidad para, según escribió, “prestar un servicio a la ciencia y al arte”. El resultado fue la más grande obra histórica existente sobre el arte de la música. En el primer volumen comenzó con la música de la antigüedad; el segundo está dedicado a la Edad Media, el tercero a la escuela holandesa, y el cuarto trata sobre Palestrina y la transición a los modernos. Esta historia que revela el gran pasado artístico de la Iglesia, apareció al momento del renacimiento provocado por la publicación de “Musica Divina” de Proske, y dio un tremendo impulso al movimiento. Proske hizo accesibles los tesoros del arte polifónico, y Ambros habló de su origen. Aparte del permanente valor histórico de su obra, Ambros ha prestado a la causa católica un servicio incalculable al reivindicar el pasado, y al proclamar con una pluma poderosa y amplia erudición los principios filosóficos sensatos en medio de un panteísmo casi omnipresente.
Ambros murió antes de completar el cuarto volumen de su historia. Otto Kade publicó (1882) un quinto volumen compuesto de ilustraciones musicales recopiladas de los restos literarios del historiador, y W. Langhans ha actualizado la historia sin mostrar, no obstante, la perspicacia y solidez de Ambros. Habría que mencionar que Ambros, mientras ocupaba sus puestos oficiales en Praga y, después de 1872, en Viena, como funcionario del Departamento de Justicia, profesor en el Conservatorio y tutor privado del príncipe Rudolf, recibía permiso para ausentarse durante seis meses al año, y se le proveía los medios que le permitían visitar las principales bibliotecas de Europa en busca de material para su gran obra.
Bibliografía: REIMANN, Musiklexikon; KORNMUELLER, Lexikon der kirchlichen Tonkunst.
Fuente: Otten, Joseph. "August Wilhelm Ambros." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907. <http://www.newadvent.org/cathen/01383b.htm>.
Traducido por Daniel Reyes V. rc
Generalmente llegó a ser conocido como crítico de arte a través de su libro “Die Grenzen der Musik und Poesie”, escrito en respuesta al tratado de Edward Hanslick “Vom Musikalisch-Schönen”. Este último asumió una base materialista para el arte de la música, y definía las formas musicales como nada más que “arabescos sonoros”. La obra de Ambros define lo que puede expresarse por medio de la música, y lo que necesita una de las otras artes para su manifestación. En este extraordinario libro, el autor no solo establece los principios de la filosofía católica a la luz de la cual juzga las obras de arte del pasado y el presente, sino que también muestra amplio conocimiento de la arquitectura, la escultura, la pintura y la literatura de todas las escuelas y naciones, su interrelación y origen común, lo que a la vez atrajo la atención del mundo científico.
Con cada nueva obra de Ambros, tal como “Kulturhistorische Bilder aus dem Musikleben der Gegenwart”, “Bunte Blätter” y numerosos artículos de revistas, su reputación aumentaba, a tal punto que el editor Leuckart de Breslau (ahora en Leipzig) lo indujo a escribir una historia completa de la música. Ambros emprendió con alacridad esa gran oportunidad para, según escribió, “prestar un servicio a la ciencia y al arte”. El resultado fue la más grande obra histórica existente sobre el arte de la música. En el primer volumen comenzó con la música de la antigüedad; el segundo está dedicado a la Edad Media, el tercero a la escuela holandesa, y el cuarto trata sobre Palestrina y la transición a los modernos. Esta historia que revela el gran pasado artístico de la Iglesia, apareció al momento del renacimiento provocado por la publicación de “Musica Divina” de Proske, y dio un tremendo impulso al movimiento. Proske hizo accesibles los tesoros del arte polifónico, y Ambros habló de su origen. Aparte del permanente valor histórico de su obra, Ambros ha prestado a la causa católica un servicio incalculable al reivindicar el pasado, y al proclamar con una pluma poderosa y amplia erudición los principios filosóficos sensatos en medio de un panteísmo casi omnipresente.
Ambros murió antes de completar el cuarto volumen de su historia. Otto Kade publicó (1882) un quinto volumen compuesto de ilustraciones musicales recopiladas de los restos literarios del historiador, y W. Langhans ha actualizado la historia sin mostrar, no obstante, la perspicacia y solidez de Ambros. Habría que mencionar que Ambros, mientras ocupaba sus puestos oficiales en Praga y, después de 1872, en Viena, como funcionario del Departamento de Justicia, profesor en el Conservatorio y tutor privado del príncipe Rudolf, recibía permiso para ausentarse durante seis meses al año, y se le proveía los medios que le permitían visitar las principales bibliotecas de Europa en busca de material para su gran obra.
Bibliografía: REIMANN, Musiklexikon; KORNMUELLER, Lexikon der kirchlichen Tonkunst.
Fuente: Otten, Joseph. "August Wilhelm Ambros." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907. <http://www.newadvent.org/cathen/01383b.htm>.
Traducido por Daniel Reyes V. rc
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Procura comentar con libertad y con respeto. Este blog es gratuito, no hacemos publicidad y está puesto totalmente a vuestra disposición. Pero pedimos todo el respeto del mundo a todo el mundo. Gracias.