- En la primera, se limitan a grabar pictogramas sobre piedras más o menos duras para que sirvieran de signos o sellos a los altos dignatarios, sacerdotes o reyes. Este primer periodo de la glíptica abraza las dos mayores y más antiguas civilizaciones: la del Antiguo Egipto y la de Sumeria.
- En los comienzos del segundo periodo encontramos los fenicios, la Antigua Grecia y los etruscos. En estos pueblos, la glíptica empezó a convertirse en verdadero arte.
- La glíptica llegó a su apogeo en el tercer periodo en Grecia en el siglo de Pericles y en la Antigua Roma en el reinado de Augusto. Los griegos buscaron sobre todo la pureza de la forma y los contornos como la belleza de los rasgos y líneas mientras que los romanos se ocupaban más en hacer resaltar los colores y la transparencia de las piedras finas, aspiraciones o tendencias ambas que caracterizaban bien el genio particular de aquellos pueblos: el uno persiguiendo el ideal de la Poesía; el otro, buscando la riqueza y el brillo como desideratum supremo del arte.
- el Demóstenes, Mecenas, Perseo y Mercurio del grabador Dioscórides
- el Toro de Hilo
- el Aquiles tocando la lira de Panófilo
- la Medusa de Solón
- la Minerva de Aspasio
- el conocido con el nombre de Julia de Evodo o Sello de Miguel Ángel porque de tal uso sirvió al inmortal artista.
- caprichos, aquellas cuyas figuras se agrupan cómicamente
- quimeras, las que tienen objetos de pura invención, resultado del conjunto de partes de distintos animales
- astríferas, las de los astros
- escarabeos las análogas egipcias que son consideradas como las más antiguas
La glíptica casi desapareció después del Imperio romano pero volvió a reaparecer en el siglo XV en Italia. Dos artistas eminentes la cultivaron en Milán: Juan y Dominico más conocidos por Juan el de las Cornalinas y Dominico el de los Camafeos. Este arte fue importado en Francia por Mateo del Vassaro que fue a París siguiendo a Francisco I. Son notables las colecciones de Londres, Múnich, Viena y París y se encuentran datos interesantísimos sobre esta materia en las obras de Vettori, Ratter, Millín y Mariette.
Referencias
- Lajo Pérez, Rosina (1990). Léxico de arte. Madrid - España: Akal. p. 92. ISBN 978-84-460-0924-5.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Procura comentar con libertad y con respeto. Este blog es gratuito, no hacemos publicidad y está puesto totalmente a vuestra disposición. Pero pedimos todo el respeto del mundo a todo el mundo. Gracias.