Rumspringa se refiere a un periodo en la
adolescencia de algunos miembros de los
amish —una comunidad del movimiento de los
cristianos anabaptistas— que comienza alrededor de los dieciséis años y termina cuando el joven decide su
bautizo dentro de la iglesia amish o elige abandonar la comunidad.
1 La vasta mayoría elige el bautismo y permanece dentro de la iglesia.
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No todos los amish usan este término —el conocido escritor amish John
A. Hostetler no lo menciona en su tratado sobre esta religión cuando
toca la adolescencia— pero entre aquellos que lo usan, se ve como un
periodo de cortejo y para hallar una esposa.
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Visión popular
Como es el caso en muchas sociedades, los adolescentes amish pueden presentar conductas rebeldes, resistiéndose o desafiando un
rito de paso
para la juventud amish. Entre los amish que usan este término, sin
embargo, rumspringa simplemente se refiere a la adolescencia en sí.
Durante ese tiempo cierta cantidad de malas conductas no es sorprendente
y no tan severamente condenada, no haciendo uso -por ejemplo- del
Meidung
o “rechazo”. Adultos que se han comprometido públicamente con la fe
serán sujetos a los altos estándares de comportamiento de las
confesiones
Schleitheim y
Dordrecht.
2 En sentido estricto, los adolescentes no están sujetos a las normas de los amish (el
Ordnung)
porque no han tomado la membresía como adultos de la iglesia a través
del bautizo. Los adolescentes amish permanecen de todos modos bajo la
estricta autoridad de sus padres, quienes sí se hallan sujetos al
Ordung y no existe un periodo en el cual formalmente los adolescentes son “liberados” de estas reglas.
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Existe, sin embargo, una minoría de los jóvenes amish que divergen de las normas establecidas y se los puede hallar:
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- Usando ropas y peinados no tradicionales (refiriéndose a ellos como “ingleses”).
- Conduciendo vehículos que no son de tracción a sangre (en aquellas comunidades que evitan tal uso).
- No atendiendo las oraciones hogareñas.
- Bebiendo, fumando o usando “drogas de recreación”.
- Teniendo sexo prematrimonial.
No todos los jóvenes divergen de las costumbres durante este periodo;
aproximadamente la mitad en las comunidades más grandes y la mayoría en
las más pequeñas comunidades amish permanecen dentro de las normas
amish de vestimenta y conducta durante la adolescencia.
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Dejando la comunidad
Algunos
jóvenes amish se separan de hecho de la comunidad, incluso yendo a
vivir entre los “ingleses” o norteamericanos no amish, experimentando
con la tecnología moderna y tal vez incluso experimentando con el sexo,
drogas y alcohol. Su comportamiento durante este período no representa
necesariamente la prohibición de retornar para el bautismo adulto dentro
de la iglesia amish. La mayoría de ellos no deambulan lejos de sus
hogares paternos durante este período, y una gran cantidad al final
elige unirse a la iglesia. De todos modos la proporción varía entre
comunidades y aún dentro de una comunidad entre aquellos más o menos
inculcados en la cultura amish. Por ejemplo, los Amish de Swartzentruber
tienen una mayor tasa de retención que los Amish de la Nueva Orden
dentro del condado de Holmes en la comunidad de Ohio. Las cifras eran
significativamente más bajas en tiempos tan recientes como los años 50.
Sin embargo, la deserción de las comunidades amish no es una tendencia
de larga data y era un problema mayor en los primeros años de la
colonia.
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Variaciones
Así
como ocurre con los no amish, varía la respuesta de las comunidades y
de las familias al mal comportamiento adolescente. En algunos casos, la
paciencia y el olvido prevalecen y en otras se aplica una rigurosa
disciplina. Lejos de ser una separación frontal y abierta de las
costumbres paternales, los desmanes de los jóvenes durante el rumspringa
suelen ser furtivos, aunque con frecuencia de carácter grupal (esto es
especialmente cierto en poblaciones más pequeñas y aisladas). Grupos de
adolescentes amish se pueden encontrar en un pueblo y cambiarse a ropaje
“inglés”, compartir tabaco, alcohol y marihuana; las chicas pueden usar
joyería y cosméticos. Pueden o no mezclarse con los no amish en estas
incursiones. La edad del período se marca normativamente en algunas
comunidades amish permitiéndole al joven varón comprar un “carruaje de
cortejo”, o –en algunas comunidades- pintando la entrada del patio de
color azul (significando tradicionalmente que “una hija en edad para
casarse vive aquí”; así se refiere a esta costumbre A. M. Aurand en “Los
Amish”(1938) con la precaución razonable de que a veces una entrada
azul es sólo eso). Algunas opiniones sostienen que la rebelión
adolescente tiende a ser más radical e institucionalizada –y por lo
tanto, más aceptada- en las comunidades más restrictivas. La naturaleza
del periodo del rumspringa difiere entre individuos y entre comunidades.
En grandes comunidades como la de los condados de
Lancaster en
Pensilvania, las de los de
Logan,
Hardin,
Wayne y
Holmes en
Ohio y las de los de
Elkhart y
LaGrange en
Indiana,
los amish son lo suficientemente numerosos como para que exista una
subcultura adolescente de los amish. Durante el periodo del rumspringa,
los jóvenes de estas comunidades numerosas se unirán a varios grupos,
que varían entre los más a los menos rebeldes. Estos grupos no se
dividen por lazos entre las iglesias tradicionales amish. En comunidades
más pequeñas, los jóvenes amish pueden tener un periodo de rumspringa
más restringido debido a su tamaño menor. Del mismo modo, se pueden ver
menos afectos a tomar parte en comportamientos rebeldes ya que el
anonimato ofrecido en las comunidades más grandes está ausente. Los
jóvenes menonitas de Wenger atraviesan un periodo de rumspringa entre
las edades de 16 a 18 años y típicamente no toman el cariz de las
ofensas de los grupos amish más rebeldes.
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Etimología
Rumspringa, literalmente “corriendo alrededor” en el
alemán de Pensilvania, es una contracción de
rum, un adverbio que significa “alrededor” (también usado como un prefijo separado como en el caso de
rumschipringe) y el verbo
schpringen, que significa “correr” o “saltar”. La palabra rumspringa está emparentada con la palabra del
alemán estándar herumspringen. El omitir el prefijo
he
dejando sólo la sílaba "um" está ampliamente aceptado en el alemán
coloquial de Pensilvania y no cambia el significado del prefijo. En el
idioma alemán moderno la palabra
springen significa “saltar”;
herumspringen en ese sentido significaría algo así como “brincando alrededor”. Sin embargo, en el
alemán suizo, así como en algunos dialectos del alemán,
springe significa correr además de saltar. En alemán moderno “saltar” se traduciría con el verbo
hüpfen.
Cobertura mediática
El rumspringa se trata en el documental dirigido por Lucy Walker llamado
Devil’s Playground (“El Patio de juegos del diablo”), que fue nominado para el
Independent Spirit Award como Mejor Documental así como tres
Premios Emmy
(Mejor Documental, Mejor Edición y Mejor Cinematografía). Derivados del
documental son el libro con las transcripciones de las entrevistas de
Walker, llamado
Rumspringa: To Be or Not To Be Amish (Rumspringa: Ser o no Ser Amish) y un programa de
telerrealidad de la cadena
UPN llamado
Amish in the city (“Amish en la Ciudad”). Una visión popular del rumspringa provee de un marco satírico para el filme “
Sex Drive”.
Referencias
Shachtman, Tom (2006). Rumspringa: To Be or Not to Be Amish. Nueva York: North Point Press (Farrar, Straus and Giroux).
Bowman, Carl Desportes. (1995). Brethren Society: The Cultural Transformation of a Peculiar People. ISBN 0-8018-4905-5.
Hostetler, John A. (1993). Amish Society (4th edición). Baltimore: Johns Hopkins University Press.
Igou, Brad, ed. (1999). The Amish in their Own Words: Amish Writings from 25 Years of Family Life Magazine. Scottsdale, Pennsylvania and Waterloo, Ontario: Herald Press.
Nolt, Steven M. (1992). A History of the Amish. Intercourse, Pennsylvania: Good Books.
- Kraybill, Donald B; Hurd, James P. (2006). Horse-and-Buggy Mennonites hoofbeats of humility in a postmodern world. Penn State Press. ISBN 0271028661.
Enlaces externos