Nombre de varias localidades palestinas. La principal es la que constituyó
el primer campamento de los hebreos tras cruzar el Jordán. Lugar de la
primera Pascua celebrada en la Tierra Prometida. El nombre hebreo aparece
siempre con artículo, ha-gilgál, círculo o cercado de piedras. los 5,9 nos
da una etimología popular del nombre de esta ciudad, que hace derivar de
la raíz gll, rodar, enrollar: «Hoy he quitado (he rodado) de encima de
vosotros el oprobio de Egipto, dijo Yahwéh a Josué, y aquel lugar fue
llamado Guilgal hasta hoy». La traducción latina Vulgata le llama Gálgala.
Esta localidad tuvo gran importancia en la época de la conquista de la Tierra Prometida y en los primeros tiempos de la monarquía hebrea. Durante la conquista, según se aprecia en el libro de Josué, fue un santuario, centro anfictiónico de las 12 tribus de Israel (v.). Militarmente este campamento fue la base de partida para la conquista de las tierras cananeas (v. CANAÁN I). Tras el paso milagroso del Jordán (v.), ordenó Josué, por mandato divino, erigir en G. 12 piedras, una por tribu, traídas del río, para que en adelante aquel lugar fuera venerado en recuerdo del milagro (los 4,1-24). También aquí y por mandato divino dio órdenes para que se circuncidara todo el pueblo, ya que durante la marcha por el desierto se había dejado de practicar la circuncisión (los 5,2-9). En G. celebraron los israelitas la primera Pascua de la Tierra Prometida y cesó el maná (los 5,10-12). Después de estos hechos, comenzó la conquista de Canaán (los cap. 6-12).
Por el recuerdo de los acontecimientos citados adquirió G. suma importancia durante la época de Samuel y del comienzo de la monarquía. En opinión de Kraus y de Von Raud, era un santuario que servía de centro de peregrinación en el que se celebraba una fiesta anual, quizá la Pascua o la fiesta de las Semanas. Cada año Samuel (v.) visitaba el santuario y reunía allí las asambleas plenarias de Israel (1 Sam 7,16). Durante el reinado de Saúl (v.) es particularmente notable la preponderancia de Guilgal. No sólo es la localidad donde tuvo lugar su coronación (1 Sam 11,15), sino que es también el centro de movilización de sus tropas (1 Sam cap. 13-15). Allí recibió Saúl el aviso de su futura decadencia (1 Sam 1,13-15) y allí le comunica Samuel que el espíritu de Dios se había apartado de él (1 Sam 15,20-29). Más adelante, reinando David (v.), aún gozaba de gran importancia; desde G. salió el pueblo al encuentro de su rey cuando éste regresaba a Jerusalem, tras la muerte de Absalom (2 Sam 19,15.40). Sin embargo, desde tiempos tempranos G. fue duramente atacada por los profetas, ya que poco a poco había ido convirtiéndose en un foco idolátrico al calor del culto religioso que en su santuario se celebraba. Los profetas del s. VIII, Oseas y Amós, se distinguieron especialmente en sus críticas a G. (Os 4,15; 9,15; Am 4,4; 5,5), que poco después perdería todo su relieve.
La referencia topográfica más precisa que nos da la Biblia respecto a G. la hallamos en los 4,19, cuyo texto dice que se encontraba «en la frontera oriental de Jericó». De otras fuentes antiguas podemos entresacar algún dato más concreto: F. Josefo (Antiq. V,6,4) fija su emplazamiento a 50 estadios (9.232 m.) del Jordán y a 10 (1.850 m.) de Jericó, mientras que Eusebio y S. jerónimo (Onomasticon, ed. Klostermann, 65) la sitúan a 3 Km. de Jericó. Como puede verse, no son muy concretos los datos topográficos que poseemos. Hoy día su localización es todavía un problema no resuelto. Los autores del s. XIX y comienzos del XX se inclinaron a creer que G. es el moderno Hirbert el-Netelah, a unos 2 Km. al este de Jericó, basados fundamentalmente en que alguno de esos autores asevera haber escuchado a los indígenas el nombre de «Cilgul» o «Gilguliyah» al referirse a tal lugar. Sin embargo, las excavaciones realizadas allí sólo han ofrecido restos arqueológicos de los periodos bizantino y árabe, habiéndose establecido casi con certeza que este lugar estuvo desocupado en época precristiana. El más moderno investigador de este punto, J. Muilenburg (v. o. c. en bibl.), aboga por la localización de G. en Hirbet el-Mefffir, 2 Km. al nordeste de Jericó, donde ha encontrado restos de un antiguo asentamiento israelita, pero su situación no armoniza muy bien con los datos topográficos de la Biblia.
Otras localidades con el nombre de G. son: La visitada por los profetas Elías y Eliseo (2 Reg 2,1), hoy probablemente óilgñliyah, 12 Km. al norte de Betel; la citada en la lista de monarcas vencidos por Josué (los 12,23), hoy identificada comúnmente con GilCliyah, a 5 Km. al norte de Ra's el-`Ain; y la G. mencionada en relación con los montes Ebal y Garizim (Dt 11,30), hoy quizá Guleiffil, a 4 Km. al sudeste de Siquem.
Esta localidad tuvo gran importancia en la época de la conquista de la Tierra Prometida y en los primeros tiempos de la monarquía hebrea. Durante la conquista, según se aprecia en el libro de Josué, fue un santuario, centro anfictiónico de las 12 tribus de Israel (v.). Militarmente este campamento fue la base de partida para la conquista de las tierras cananeas (v. CANAÁN I). Tras el paso milagroso del Jordán (v.), ordenó Josué, por mandato divino, erigir en G. 12 piedras, una por tribu, traídas del río, para que en adelante aquel lugar fuera venerado en recuerdo del milagro (los 4,1-24). También aquí y por mandato divino dio órdenes para que se circuncidara todo el pueblo, ya que durante la marcha por el desierto se había dejado de practicar la circuncisión (los 5,2-9). En G. celebraron los israelitas la primera Pascua de la Tierra Prometida y cesó el maná (los 5,10-12). Después de estos hechos, comenzó la conquista de Canaán (los cap. 6-12).
Por el recuerdo de los acontecimientos citados adquirió G. suma importancia durante la época de Samuel y del comienzo de la monarquía. En opinión de Kraus y de Von Raud, era un santuario que servía de centro de peregrinación en el que se celebraba una fiesta anual, quizá la Pascua o la fiesta de las Semanas. Cada año Samuel (v.) visitaba el santuario y reunía allí las asambleas plenarias de Israel (1 Sam 7,16). Durante el reinado de Saúl (v.) es particularmente notable la preponderancia de Guilgal. No sólo es la localidad donde tuvo lugar su coronación (1 Sam 11,15), sino que es también el centro de movilización de sus tropas (1 Sam cap. 13-15). Allí recibió Saúl el aviso de su futura decadencia (1 Sam 1,13-15) y allí le comunica Samuel que el espíritu de Dios se había apartado de él (1 Sam 15,20-29). Más adelante, reinando David (v.), aún gozaba de gran importancia; desde G. salió el pueblo al encuentro de su rey cuando éste regresaba a Jerusalem, tras la muerte de Absalom (2 Sam 19,15.40). Sin embargo, desde tiempos tempranos G. fue duramente atacada por los profetas, ya que poco a poco había ido convirtiéndose en un foco idolátrico al calor del culto religioso que en su santuario se celebraba. Los profetas del s. VIII, Oseas y Amós, se distinguieron especialmente en sus críticas a G. (Os 4,15; 9,15; Am 4,4; 5,5), que poco después perdería todo su relieve.
La referencia topográfica más precisa que nos da la Biblia respecto a G. la hallamos en los 4,19, cuyo texto dice que se encontraba «en la frontera oriental de Jericó». De otras fuentes antiguas podemos entresacar algún dato más concreto: F. Josefo (Antiq. V,6,4) fija su emplazamiento a 50 estadios (9.232 m.) del Jordán y a 10 (1.850 m.) de Jericó, mientras que Eusebio y S. jerónimo (Onomasticon, ed. Klostermann, 65) la sitúan a 3 Km. de Jericó. Como puede verse, no son muy concretos los datos topográficos que poseemos. Hoy día su localización es todavía un problema no resuelto. Los autores del s. XIX y comienzos del XX se inclinaron a creer que G. es el moderno Hirbert el-Netelah, a unos 2 Km. al este de Jericó, basados fundamentalmente en que alguno de esos autores asevera haber escuchado a los indígenas el nombre de «Cilgul» o «Gilguliyah» al referirse a tal lugar. Sin embargo, las excavaciones realizadas allí sólo han ofrecido restos arqueológicos de los periodos bizantino y árabe, habiéndose establecido casi con certeza que este lugar estuvo desocupado en época precristiana. El más moderno investigador de este punto, J. Muilenburg (v. o. c. en bibl.), aboga por la localización de G. en Hirbet el-Mefffir, 2 Km. al nordeste de Jericó, donde ha encontrado restos de un antiguo asentamiento israelita, pero su situación no armoniza muy bien con los datos topográficos de la Biblia.
Otras localidades con el nombre de G. son: La visitada por los profetas Elías y Eliseo (2 Reg 2,1), hoy probablemente óilgñliyah, 12 Km. al norte de Betel; la citada en la lista de monarcas vencidos por Josué (los 12,23), hoy identificada comúnmente con GilCliyah, a 5 Km. al norte de Ra's el-`Ain; y la G. mencionada en relación con los montes Ebal y Garizim (Dt 11,30), hoy quizá Guleiffil, a 4 Km. al sudeste de Siquem.
BIBL.: R. SÁNCHEZ, Galgal, en Enc.
Bibl. 111,689-692; 1. MUILENBURG, The Site of Ancient Gilgal «Bulletin of
the American Schools of Oriental Research» 140 (1955) 11-27; J. KRAUS,
Gilgal: Ein Beitrag zur Kultusgeschiehte lsraels, «Vetus Testamentum» 1
(1951) 181-199; J. SIMONS, The Geographical and Topographical Texts of the
Old Testament, Leiden 1959, 269-270.
J. L. LACAVE RIAÑO.
Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp,
1991
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