Cuando se trata de yoga, la temperatura sí que importa. De hecho, fue a principios de los años 70 cuando Bikram Choudhury popularizó la disciplina que lleva su nombre, de la que ahora hay dos escuelas, que utilizan el calor en sus sesiones. Como la de 'hot yoga', impartida por otro maestro yogui, Mark Drost, experto meditador. Ambos estilos utilizan el calor para potenciar los beneficios y efectos de esta disciplina en el organismo, de tal forma que simule el clima de la India, lugar de origen de su fundador. ¿El resultado? Una secuencia estática de hora y media en la que se realizan 26 posturas y dos ejercicios de respiración a 42 grados centígrados.
Y a raíz de él han aparecido centros en España que recogen su filosofía, como el Californian Hot Yoga, especializado en yoga con calor ecológico que, además, ha incorporado a la oferta 'yogui' un estilo pionero denominado Flow Hot Yoga, creado por Macarena Cutillas y que se basa en el culto al cuerpo trabajando cardio, fuerza y flexibilidad a una temperatura de 38 grados centígrados. "Flow Hot Yoga incorpora ejercicios dinámicos, en movimiento, acorde con la naturaleza del ser humano, que hacen sudar y aportan numerosos beneficios para el cuerpo y la mente. Moldea la musculatura como si levantáramos pesas ya que utilizamos el peso de nuestro propio cuerpo. Además, sincronizando la respiración al movimiento conseguimos un trabajo cardiovascular y de fuerza", cuenta Cutillas. Asimismo explica que, al ser practicado con música, durante el ejercicio se promueven también las emociones, potenciando la sensación de bienestar.
¿Qué tipos de hot yoga existen?
- Hot yoga: el sanador. Como ha explicado antes Cutillas, consiste en una secuencia de 26 posturas y 2 ejercicios de respiración que se desarrollan en una hora y media de manera estática. Sus efectos son, principalmente, que sana y estira todo el cuerpo trabajando a 42 grados.
- Flow Hot Yoga: el fortalecedor. Se diferencia del resto de disciplinas en que se practica en movimiento, de manera dinámica. "Vamos danzando de postura a postura utilizando las 87 que existen, fortaleciendo cada músculo y levantando nuestro propio peso. El movimiento es medicina para nuestro organismo y la sala se encuentra a 38 grados", explica la experta.
- Hatha Hot: el equilibrador. Clases clásicas en las que se respeta el orden tradicional de una clase en India con las respiraciones, saludos al sol y secuencias que van cambiando. A través de posturas se eliminan los bloqueos localizados en partes del cuerpo o mente para así liberar y dejar fluir la energía, a una temperatura de 35 grados.
- Yin Yoga: el relajante. El objetivo de las posturas es eliminar el estrés así como fortalecer y masajear los tejidos de la articulación y los que la protegen. Para ello, se realizan en el suelo y se mantienen por periodos prolongados de tiempo, y en quietud, a 25 grados.
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