En marzo y abril caían las lluvias tardías. Estas hacían crecer el grano hasta dejarlo listo para la recolección.
Primeramente se recogía el lino, en marzo y abril. Se cortaba la planta con una azada, a ras del suelo, y se ponían a secar los tallos, quedando luego preparados ya para hacer con ellos cuerdas y telas.
Después, en los meses de abril, mayo y junio, se recogía la cebada y el trigo. Se cortaban los tallos con la hoz (instrumento de hoja corva y cortante, de hierro o de cobre, enastada a un mango de madera) y los haces se ataban formando gavillas. Las gavillas se cargaban a lomo de asnos o en carretas y se llevaban a la "trilla". Parece que la trilla se hacía en terreno comunal que era propiedad de los vecinos. Era un buen lugar de reunión para los aldeanos de aquella época del año. La era para trillar consistía generalmente en una superficie pedregosa o cubierta de piso arcilloso, situado cara al viento y en las afueras de la aldea. El espacio se rodeaba de piedras y las gavillas se extendían por el suelo hasta una altura de unos 30 centímetros.
Se trillaba golpeando con una vara, o haciendo que los animales pasaran en círculos por encima, o utilizando un trillo. Este consistía sencillamente en un tablero, o en un tablero sobre ruedas, con trozos de piedra o de hierro incrustados. Las espigas se trituraban, y quedaba libre el grano.
El labrador aventaba luego el producto de la trilla, utilizando para ello una horca de madera o un bieldo. La paja la apartaba el viento (y en invierno se aprovechaba como pienso). Pero el grano, más pesado, caía en tierra. Luego lo cribaban (probablemente) y lo almacenaban en grandes tinajas de barro, en cisternas secas (silos) excavadas en el suelo o en "graneros". Parece que en el país había entonces grandes silos, y que el agricultor podía pagar en especie (de grano) sus "impuestos" (y sus deudas).
Primeramente se recogía el lino, en marzo y abril. Se cortaba la planta con una azada, a ras del suelo, y se ponían a secar los tallos, quedando luego preparados ya para hacer con ellos cuerdas y telas.
Después, en los meses de abril, mayo y junio, se recogía la cebada y el trigo. Se cortaban los tallos con la hoz (instrumento de hoja corva y cortante, de hierro o de cobre, enastada a un mango de madera) y los haces se ataban formando gavillas. Las gavillas se cargaban a lomo de asnos o en carretas y se llevaban a la "trilla". Parece que la trilla se hacía en terreno comunal que era propiedad de los vecinos. Era un buen lugar de reunión para los aldeanos de aquella época del año. La era para trillar consistía generalmente en una superficie pedregosa o cubierta de piso arcilloso, situado cara al viento y en las afueras de la aldea. El espacio se rodeaba de piedras y las gavillas se extendían por el suelo hasta una altura de unos 30 centímetros.
Se trillaba golpeando con una vara, o haciendo que los animales pasaran en círculos por encima, o utilizando un trillo. Este consistía sencillamente en un tablero, o en un tablero sobre ruedas, con trozos de piedra o de hierro incrustados. Las espigas se trituraban, y quedaba libre el grano.
El labrador aventaba luego el producto de la trilla, utilizando para ello una horca de madera o un bieldo. La paja la apartaba el viento (y en invierno se aprovechaba como pienso). Pero el grano, más pesado, caía en tierra. Luego lo cribaban (probablemente) y lo almacenaban en grandes tinajas de barro, en cisternas secas (silos) excavadas en el suelo o en "graneros". Parece que en el país había entonces grandes silos, y que el agricultor podía pagar en especie (de grano) sus "impuestos" (y sus deudas).
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