El concepto de los diez reinos espirituales o diez mundos forma parte de la creencia budista de que existen diez condiciones en la vida a los que los sentimientos están sujetos y que experimentan en cada momento.
Los diez mundos forman parte de la cosmología budista y consisten en cuatro reinos superiores y seis reinos inferiores (o cuatro reinos nobles y seis reinos del samsara). Algunas escuelas budistas los ven como algo externo, diez planos existenciales diferentes en los que se puede nacer en cada vida. Otras escuelas, lo ven como estados de la mente que pueden intercambiarse debido a influencias internas y externas.
Índice
[ocultar]Cuatro reinos nobles[editar]
En la tradición majaiana de la cosmología budista, los cuatro estados o reinos nobles o superiores, forman parte de los diez reinos espirituales.
Los cuatro estados nobles son: aprendizaje, comprensión, bodhisattva y budeidad. Estos mundos se desarrollan a través de la búsqueda, descubriendo y aspirando a ellos, es decir, se caracterizan por la creencia de que los humanos necesitan hacer un esfuerzo para llegar a ellos a partir de sus vidas.
Aprendizaje[editar]
El aprendizaje es la condición en la cual un ser busca alguna habilidad, verdad última o automejora a través de las enseñanzas de los demás. Para acceder a este estado, el que experimenta, debe primero desarrollar la sabiduría de la naturaleza de las cosas, libre de ilusiones/desilusiones. Este estado se caracteriza por buscar la verdad a través de fuentes externas, como textos y personas.
Este estado es comparable al de sravaka (como Śrāvakabuddha).
Realización[editar]
Es el estado en el cual se descubre una verdad parcial a través de las propias observaciones, esfuerzos, concentración y meditación personal. Normalmente, para acceder a este estado, el que experimenta debe haber comprendido que las fuentes de sabiduría externas son inferiores a las internas como su mente. Se caracteriza por buscar la verdad y la comprensión a través de una percepción interna.
Esta condición es comparable al estado de Pratyekabuddha.
Los dos estados anteriores, se conocen en conjunto como los dos vehículos. Incluso aunque se basan en el deseo de incrementar la sabiduría, el ego está presente y condiciona.
Bodhisattva[editar]
En el estado de bodhisattva, la persona no solo aspira a la iluminación personal, sino también busca la liberación del sufrimiento de los demás a través de acciones altruistas y compasivas, como la ayuda desinteresada a los demás. Este estado se caracteriza por que el sentimiento de felicidad que da el hecho de ayudar a los demás es superior al de la felicidad que uno consigue para sí mismo.
Esta condición es comparable al estado de bodhisattva.
Budeidad[editar]
La budeidad es el más alto de los diez mundos, la condición de pura e indestructible felicidad que no depende de las circunstancias personales. Quien lo experimenta está totalmente libre de toda desilusión, sufrimiento y miedo. Es la condición de la libertad perfecta y absoluta, caracterizada por sensatez (sabiduría, prudencia) ilimitada, coraje, compasión y fuerza vital. Este estado es realmente complicado de describir y se obtiene únicamente a través de la percepción directa e interna de la realización. La budeidad se caracteriza porque no permite caer en estados inferiores debido a causas externas y porque no confía en lo externo para conseguir la felicidad.
Esta condición es comparable al estado de Budeidad.
Seis reinos del samsara[editar]
Los Seis reinos del samsara, seis reinos de existencia o seis reinos inferiores son: infierno, hambre, animalidad, ira, humanidad y éxtasis. Éstos aparecen en las vidas de la gente como respuesta a su entorno.
La mayoría de los seres sintientes pasan la mayor parte de su tiempo moviéndose entre estas seis condiciones de vida, del infierno al paraíso, gobernados por sus reacciones a las influencias externas y por tanto muy vulnerables a cualquiera de los seis reinos inferiores. De hecho, su identidad en la realidad mundana está basada en factores externos.
Infierno[editar]
El infierno es la condición de agresión claustrofóbica total, donde uno percibe la carencia total de libertad en sus acciones al tener una energía física y mental mínima. La persona siente estar atrapada por sus circunstancias y está dominada por la ira frustrada y la urgencia de destruir y autodestruirse.
Esta condición es comparable al reino de los Narakas.
Hambre[editar]
El hambre es la condición caracterizada por el deseo insaciable de la posesión que gobierna el resto de acciones: alimentación, poder, fama, placer, envidia, etc. En este estado, la persona está atormentada por la poca habilidad y la lentitud existente para conseguir los objetivos incluso cuando consigue satisfacer sus deseos.
Esta condición es comparable al reino de los espíritus hambrientos (o reino de los pretas).
Animalidad[editar]
La animalidad es la condición en la cual uno es gobernado por su instinto, no tiene ningún sentido de moralidad y vive únicamente para vivir el presente. En este estado, la persona no dudará en realizar cualquier tipo de actos para conseguir algo personal. Este estado se caracteriza por la total ausencia de buen juicio y razón.
Esta condición es comparable al reino animal.
Ira[editar]
Es el estado en el cual una persona es dominada por su ego, la competitividad, la arrogancia y la necesidad de ser superior en todas las cosas. El que lo experimenta es esclavo de sus desilusiones, viéndose más importante y superior a los demás. Este estado se caracteriza por ver a los demás seres como amenazas potenciales. Así y todo, el resto de experiencias en este estado son bastante placenteras comparadas con el estado humano.
Esta condición es comparable al reino de los asuras o semidioses.
Humanidad[editar]
El reino humano, reino de la humanidad o idealismo de las pasiones, es un estado en el cual la capacidad para diferenciar y la mente pensante están desarrolladas. Se caracteriza por la ambición pasional por ideales abstractos y modelos de rol y es única entre los estados inferiores ya que sabe de su potencial y tiene la motivación suficiente como para superar el sufrimiento. Se caracteriza por lo limitado de su tiempo en comparación con los reinos de los devas y los asuras y porque ocurre de manera muy poco frecuente.
Esta condición es comparable al reino humano.
Éxtasis[editar]
El éxtasis es el Reino de los devas (dioses), la condición de placer total, cuando los deseos han sido superados por las experiencias de una vida corta pero intensa en sentimientos de disfrute. A diferencia de la verdadera felicidad conseguida con la Budeidad, este estado es temporal y, como la humanidad, fácilmente destructible con un pequeño cambio en las circunstancias. Una persona inevitablemente descenderá a un mundo inferior una vez que esta felicidad temporal desaparezca. Este estado se caracteriza por no sentir emociones negativas y ser menos vulnerable a influencias externas que los estados inferiores a él.
Esta condición es comparable al reino de los deva o dioses.
Interpretración de los diez reinos[editar]
Cada uno de los diez estados, posee a su vez los mismos diez estados. Cada uno de ellos, tiene el potencial suficiente para revelar y dar paso a cualquiera de los demás en cualquier momento. Muchas corrientes del budismo creen que según se practica el budismo, hace que el estado de budeidad se vaya haciendo predominante en sus vidas, ya que sus actos son una especie de filtro que revela los aspectos positivos de los otros nueve.
Los estados se denominan igual que los planos de existencia; la forma de pasar de uno a otro es a través del renacimiento en la próxima vida; nacer en otro estado tras la muerte. Todo ello está a su vez gobernado por el karma (acción y voluntad: las elecciones que se hacen durante la vida).
Véase también[editar]
Enlaces externos[editar]
- Buddhist Information, artículo en inglés.
- Los diez mundos para niños
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