FINEAS.

(En los textos griegos y en la Vulgata). Dos sacerdotes llevan este nombre de origen egipcio que significa "negro" o "moro":

1. El hijo del sumo sacerdote Eleazar, nieto, por tanto, de Aarón; su madre es hija de un tal Putiel (Éx 6,25). Durante la larga estancia de los hebreos en las llanuras de Moab, éstos son seducidos por las mujeres extranjeras, moabitas o madianitas según las tradiciones, y se dejan arrastrar por ellas al culto de Baal-Peor. Moisés da a los "jueces de Israel (cf. Éx 18,25)" la orden de ejecutar a los culpables, que son empalados cara al sol, como reparación pública y ejemplo. Sin embargo, uno de los israelitas (véase Zimrí) lleva a una madianita al campamento y fornica con ella en presencia de todo el mundo. Pinjás, invadido por una santa cólera, los atraviesa a los dos a lanzadas. El gesto de Pinjás venga el honor del Dios único, escarnecido de este modo, y pone fin a la plaga que Dios había infligido a su pueblo y que había causado 24.000 víctimas (Nm 25,7.8; cf. 1-6).

En recompensa por este celo, Pinjás recibe la dignidad de sumo sacerdote (Nm 25,10-13; Jc 20,28; 1Cró 9,20); por eso, su descendiente Sadoc será preferido a Ebiatar, descendiente de Elí (1R 2,35; 1Cró 5,30-34 ó 6,4-8; 6,35-38 ó 50-53 según vers).

En el momento de la campaña contra los madianitas que sigue al incidente, Pinjás tenía en la mano los objetos sagrados con cuya presencia en el combate debía de asegurar la victoria (Nm 31,6). Cuando las tribus establecidas en Transjordania erigen un altar y las tribus de Canaán se amotinan, Pinjás dirige la delegación enviada por la comunidad para reducir a la fe a los disidentes (Jos 22,13,30-32).

Pinjás sucederá a su padre Eleazar (Jos 24,33). De entre los israelitas de su familia parte la caravana de regreso del Exilio conducida por Esdras (Esd 8,2), y un tal Eleazar, llamado "hijo de Pinjás", encargado de verificar el número y el peso de los objetos del Templo llevados a Jerusalén, pertenece quizás a esa familia (Esd 8,33). La tradición alaba a Pinjás por su hazaña en las llanuras de Moab (Sal 106 - Vulg 105,30; Eclo 45,23-24 ó 28-39 según vers), y Matatías, el padre de los Macabeos, con el que se le compara en celo, hace su elogio en las últimas palabras dirigidas a sus hijos (1M 2,26,54).

2. Así como el Pinjás, nieto de Aarón, es un sacerdote ejemplar, otro Pinjás hijo del sacerdote Elí, se hizo famoso por el pecado que lo privó de esta dignidad: como su hermano Jofní, se deshonró en el ejercicio del sacerdocio. Como él, pereció en la batalla en la que los filisteos capturaron el Arca de la Alianza que los dos acompañaban. Su padre Elí murió al enterarse de la doble desgracia (1S 2,34; cf 12-17.22-25; 4,4.11) y la mujer de Pinjás, que estaba embarazada, dio a luz prematuramente a un hijo al que puso el nombre simbólico de Icabod, pues se dijo: "la gloria (kabod) ha sido desterrada de Israel (1S 4,19-22).