El cineasta canadiense Simcha Jacobovici asegura haber encontrado en una
excavación arqueológica en Jerusalén dos antiguos clavos que fueron
usados para crucificar a Jesús. Los detalles del hallazgo y la controvertida teoría de Jacobovici sobre su origen forman parte en un documental titulado "Los clavos de Cristo" que se estrenará el 20 de abril en Estados Unidos.
El documental comienza con una visita a una antigua tumba de Jerusalén descubierta en 1990 que fue aclamada por muchos en su día como el lugar de enterramiento del alto sacerdote judío Caifás, que en el Nuevo Testamento preside el juicio a Jesús. El sepulcro, junto con varios osarios, o cajas de huesos, fue encontrado durante unas obras en una ladera a unos pocos kilómetros al sur de la Vieja Ciudad. En la tumba se encontraron dos clavos de hierro, uno en el suelo y uno dentro de un osario, y, según la película, desaparecieron misteriosamente poco después. Jacobovici dice que los rastreó hasta un laboratorio en Tel Aviv de un antropólogo experto en huesos antiguos.
El investigador afirma que el descubrimiento es histórico, pero la mayoría de expertos contactados por la agencia Reuters lo desestimaron por inverosímil. Por su parte, la Autoridad de Antigüedades de Israel, que supervisó la excavación de Jerusalén, dijo en reacción al estreno de la película que nunca se había demostrado sin ninguna duda que el sepulcro fuera el lugar de enterramiento de Caifás, y que es habitual encontrar clavos en tumbas.
El documental comienza con una visita a una antigua tumba de Jerusalén descubierta en 1990 que fue aclamada por muchos en su día como el lugar de enterramiento del alto sacerdote judío Caifás, que en el Nuevo Testamento preside el juicio a Jesús. El sepulcro, junto con varios osarios, o cajas de huesos, fue encontrado durante unas obras en una ladera a unos pocos kilómetros al sur de la Vieja Ciudad. En la tumba se encontraron dos clavos de hierro, uno en el suelo y uno dentro de un osario, y, según la película, desaparecieron misteriosamente poco después. Jacobovici dice que los rastreó hasta un laboratorio en Tel Aviv de un antropólogo experto en huesos antiguos.
El investigador afirma que el descubrimiento es histórico, pero la mayoría de expertos contactados por la agencia Reuters lo desestimaron por inverosímil. Por su parte, la Autoridad de Antigüedades de Israel, que supervisó la excavación de Jerusalén, dijo en reacción al estreno de la película que nunca se había demostrado sin ninguna duda que el sepulcro fuera el lugar de enterramiento de Caifás, y que es habitual encontrar clavos en tumbas.
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