Se configura a partir de la celebración semanal (domingo) y anual (Pascua) de la resurrección de Cristo en el primer día de la semana (Mt 28,1; Mc 16,2; Lc 24,1; Jn 20,1).
Los primeros cristianos se reunían para el culto en el primer día de la semana, en vez del séptimo (el Sabbat judío).
La fecha de la Pascua está relacionada con la de la Pascua judía y la luna nueva, así (según el método romano de cálculo), puede caer en cualquier domingo entre el 21 de marzo y el 25 de abril.
El año de la Iglesia Occidental comienza con el tiempo de Adviento (que celebra la primera y segunda -futura- venida de Cristo), un período de cuatro semanas de preparación para el nacimiento en la Navidad (25 de diciembre). Esta se celebra en la iglesia oriental en Epifanía (6 de enero), que Occidente une al bautismo de Jesús.
El calendario litúrgico oriental celebra los diez domingos anteriores a la Pascua. En Occidente el período de 50 días anteriores a la Pascua, llamado Cuaresma, comienza con el Miércoles de Ceniza. Señala el período de las tentaciones de Cristo en el desierto (Mateo 4,1-11; Marcos 1,13; Lc 4,1-13) y sirve de tiempo de autoexamen espiritual.
Al Viernes Santo (que señala la crucifixión de Jesús) y la Pascula le siguen, 40 días después, el Día de la Ascensión (un jueves) y diez días más tarde Pentecostés.
El domingo de la Trinidad, que celebra el misterio de la Trinidad, es el siguiente domingo.
Durante la época medieval se añadieron al calendario litúrgico otras muchas fiestas relacionadas con la Virgen María y con los santos.
Las Iglesias protestantes abandonaron estas conmemoraciones en la Reforma y muchas todavía conservan solamente los domingos y la Pascua como días de celebración especial.
Los calendarios litúrgicos de las iglesias de la Comunión Anglicana permiten, pero no necesariamente exigen, la conmemoración de los aniversarios de cristianos aclamados local o universalmente.
Los primeros cristianos se reunían para el culto en el primer día de la semana, en vez del séptimo (el Sabbat judío).
La fecha de la Pascua está relacionada con la de la Pascua judía y la luna nueva, así (según el método romano de cálculo), puede caer en cualquier domingo entre el 21 de marzo y el 25 de abril.
El año de la Iglesia Occidental comienza con el tiempo de Adviento (que celebra la primera y segunda -futura- venida de Cristo), un período de cuatro semanas de preparación para el nacimiento en la Navidad (25 de diciembre). Esta se celebra en la iglesia oriental en Epifanía (6 de enero), que Occidente une al bautismo de Jesús.
El calendario litúrgico oriental celebra los diez domingos anteriores a la Pascua. En Occidente el período de 50 días anteriores a la Pascua, llamado Cuaresma, comienza con el Miércoles de Ceniza. Señala el período de las tentaciones de Cristo en el desierto (Mateo 4,1-11; Marcos 1,13; Lc 4,1-13) y sirve de tiempo de autoexamen espiritual.
Al Viernes Santo (que señala la crucifixión de Jesús) y la Pascula le siguen, 40 días después, el Día de la Ascensión (un jueves) y diez días más tarde Pentecostés.
El domingo de la Trinidad, que celebra el misterio de la Trinidad, es el siguiente domingo.
Durante la época medieval se añadieron al calendario litúrgico otras muchas fiestas relacionadas con la Virgen María y con los santos.
Las Iglesias protestantes abandonaron estas conmemoraciones en la Reforma y muchas todavía conservan solamente los domingos y la Pascua como días de celebración especial.
Los calendarios litúrgicos de las iglesias de la Comunión Anglicana permiten, pero no necesariamente exigen, la conmemoración de los aniversarios de cristianos aclamados local o universalmente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Procura comentar con libertad y con respeto. Este blog es gratuito, no hacemos publicidad y está puesto totalmente a vuestra disposición. Pero pedimos todo el respeto del mundo a todo el mundo. Gracias.