viernes, 28 de marzo de 2014

Buena fe

Frase utilizada para designar el estado mental y moral de la convicción honesta, incluso si es objetivamente infundada, en cuanto a la verdad o falsedad de una proposición o cuerpo de opinión, o en cuanto a la rectitud o depravación de una línea de conducta. Uno que está en esta condición, en lo que la violación del derecho positivo, o incluso, en determinadas coyunturas, de la ley natural, se refiere, se dice que trabaja bajo un error invencible, y por lo tanto es no culpable. Esta consideración es a menudo invocada a favor de los que están fuera de la afiliación visible de la Iglesia Católica. Con frecuencia se aplica para determinar el grado de derecho u obligación que prevalece en las diversas formas de compromisos humanos, tales como contratos, etc. En materia de prescripción se considera un requisito indispensable si se trata de adquirir el dominio o de liberarse uno mismo de una carga. Del mismo modo, al decidir el deber que tiene uno que se encuentre en posesión de propiedad ajena, se toma conocimiento de la buena fe con que tal vez la tenencia se inició y estuvo acompañada.
Por último, si una persona, aunque en realidad en el estado de pecado mortal, estuviese de buena fe para acercarse a la Sagrada Comunión, tal persona, según el juicio de muchos teólogos, recibiría la gracia santificante. El motivo alegado por ellos, aunque otros moralistas no lo consideran tan convincente, es que la buena fe salva el comulgante de la interposición consciente de cualquier obstáculo a la actividad productiva del Sacramento.

Fuente: Delany, Joseph. "Good Faith." The Catholic Encyclopedia. Vol. 6. New York: Robert Appleton Company, 1909. <http://www.newadvent.org/cathen/06642a.htm>.
Traducido por Luz María Hernández Medina.

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