La Academia Pontificia de las Ciencias tiene por objeto honrar la
ciencia pura, asegurar su libertad y favorecer la investigación. Fue
fundada en Roma, en 1603, por Federico Cesi, Juan Heck, Francisco
Stelluti y Anastasio De Filiis. Originariamente se denominó «Academia de
los Linces (Lincei)», más tarde «Academia Pontificia de los nuevos
Lincei», y el 28 octubre de 1936, el Sumo Pontífice Pio XI la dotó de
nuevos estatutos y le dio el nombre actual. El 1 de abril de 1976, el
papa Pablo VI aprobó los estatutos actuales.
El cuerpo académico está formado por ochenta académicos de nombramiento pontificio, elegidos de entre los más notables científicos del mundo, los académicos perdurante munere por motivos de trabajo, y los académicos honorarios, así denominados, en razón de los méritos contraídos.
Es la única academia de ciencias con carácter internacional en el mundo. La sede principal se encuentra en la Casina de Pio IV, dentro de los Jardines Vaticanos.
El cuerpo académico está formado por ochenta académicos de nombramiento pontificio, elegidos de entre los más notables científicos del mundo, los académicos perdurante munere por motivos de trabajo, y los académicos honorarios, así denominados, en razón de los méritos contraídos.
Es la única academia de ciencias con carácter internacional en el mundo. La sede principal se encuentra en la Casina de Pio IV, dentro de los Jardines Vaticanos.
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