Este complejo sistema de magia angélica tuvo su origen en los experimentos de comunicación con los espíritus realizados por los magos del período isabelino inglés John Dee y Edward Kelly. No debe confundirse con las tradiciones derivadas de los antiguos textos judíos llamados Libro de Enoc y Libro de los Secretos de Enoc.
En las prácticas del mago, el médium Kelly contemplaba una bola de cristal o un espejo hasta que empezaba a comunicar visiones de seres angélicos, mientras Dee transcribía lo que le iba diciendo Kelly de sus conversaciones con aquéllos. Durante estas sesiones Kelly transmitió un material original que Dee aceptó como "lenguaje enoquiano", siendo éste el idioma de los ángeles.
El enoquiano tenía un alfabeto de 21 caracteres, así como una gramática y una sintaxis coherentes. Los ángeles enseñaron que las letras guardaban correspondencia con los valores numéricos, los elementos y las fuerzas planetarias. Estos símbolos se disponían en unas pautas cuadradas de hasta 2401 = 7 elevado a 4 caracteres.Kelly utilizaba dichos cuadrados para recibir los mensajes: los ángeles (a quienes sólo Kelly veía) deletreaban palabras apuntando a las letras, él las cantaba en voz alta y Dee tomaba nota.
Por este sistema enoquiano Dee y Kelly recibieron un sistema de 19 mensajes o Claves, que eran unos poemas o encantamientos que podían recitarse para invocar a las fuerzas espirituales. Las primeras 18 Claves guardan relación con las fuerzas elementales. La última da acceso a 30 aethyrs o aires, luego interpretados como mundos espirituales o dominios de la conciencia.
Algunas de las comunicaciones angélicas reproducidas por Dee y Kelly tienen buena prosa, y recuerdan en ocasiones los escritos de los herejes gnósticos de la Antigüedad. En casi seguro que Dee y Kelly no sabían nada o casi nada acerca de los gnósticos.
Importa subrayar que no conocemos en realidad cómo se compuso el material enoquiano. Nos consta que Kelly era un estafador y tal vez fingió las visiones angélicas para hacernos pagar por Dee sus servicios "psíquicos". O bien era capaz de provocar estados visionarios en sí mismo, o fue Dee quien recogió las divagaciones sin sentido de Kelly y las ordenó inconscientemente hasta darles el sentido que le dictaba su propio entusiasmo por los contactos angélicos. También es posible que todos estos factores interviniesen a la vez en el origen de la magia enoquiana.
Después de Dee y Kelly un pequeño grupo de magos ingleses siguió trabajando con el sistema enoquiano. Uno de los hijos de Dee continuó la obra alquímica de su padre y tal vez hizo también algo de magia angélica. A mediados del s. XVII el círculo del doctor Rudd estudió la magia enoquiana; su sistema está descrito en el Treatise on Angel Magic.
Tuvo luego un eclipse hasta que en 1887 se fundó la Orden Hermética de la Golden Dawn, cuyos magos redescubrieron las Claves enoquianas e hicieron de ellas un aspecto importante de su propia magia. El mago moderno más conocido, Aleister Crowley, escribió refiriéndose a dichas Claves, "quienquiera que esté mínimamente capacitado en Magich (ortografía preferida por Crowley para esta palabra) descubrirá que funcionan". Hoy son muchos los grupos mágicos que siguen la tradición enoquiana. En este sentido, Gerard Schueler ha escrito recientemente los libros más originales, en los que intenta una combinación de los materiales enoquianos con creencias tántricas hindúes y con especulaciones basadas en la moderna Física de partículas.
En las prácticas del mago, el médium Kelly contemplaba una bola de cristal o un espejo hasta que empezaba a comunicar visiones de seres angélicos, mientras Dee transcribía lo que le iba diciendo Kelly de sus conversaciones con aquéllos. Durante estas sesiones Kelly transmitió un material original que Dee aceptó como "lenguaje enoquiano", siendo éste el idioma de los ángeles.
El enoquiano tenía un alfabeto de 21 caracteres, así como una gramática y una sintaxis coherentes. Los ángeles enseñaron que las letras guardaban correspondencia con los valores numéricos, los elementos y las fuerzas planetarias. Estos símbolos se disponían en unas pautas cuadradas de hasta 2401 = 7 elevado a 4 caracteres.Kelly utilizaba dichos cuadrados para recibir los mensajes: los ángeles (a quienes sólo Kelly veía) deletreaban palabras apuntando a las letras, él las cantaba en voz alta y Dee tomaba nota.
Por este sistema enoquiano Dee y Kelly recibieron un sistema de 19 mensajes o Claves, que eran unos poemas o encantamientos que podían recitarse para invocar a las fuerzas espirituales. Las primeras 18 Claves guardan relación con las fuerzas elementales. La última da acceso a 30 aethyrs o aires, luego interpretados como mundos espirituales o dominios de la conciencia.
Algunas de las comunicaciones angélicas reproducidas por Dee y Kelly tienen buena prosa, y recuerdan en ocasiones los escritos de los herejes gnósticos de la Antigüedad. En casi seguro que Dee y Kelly no sabían nada o casi nada acerca de los gnósticos.
Importa subrayar que no conocemos en realidad cómo se compuso el material enoquiano. Nos consta que Kelly era un estafador y tal vez fingió las visiones angélicas para hacernos pagar por Dee sus servicios "psíquicos". O bien era capaz de provocar estados visionarios en sí mismo, o fue Dee quien recogió las divagaciones sin sentido de Kelly y las ordenó inconscientemente hasta darles el sentido que le dictaba su propio entusiasmo por los contactos angélicos. También es posible que todos estos factores interviniesen a la vez en el origen de la magia enoquiana.
Después de Dee y Kelly un pequeño grupo de magos ingleses siguió trabajando con el sistema enoquiano. Uno de los hijos de Dee continuó la obra alquímica de su padre y tal vez hizo también algo de magia angélica. A mediados del s. XVII el círculo del doctor Rudd estudió la magia enoquiana; su sistema está descrito en el Treatise on Angel Magic.
Tuvo luego un eclipse hasta que en 1887 se fundó la Orden Hermética de la Golden Dawn, cuyos magos redescubrieron las Claves enoquianas e hicieron de ellas un aspecto importante de su propia magia. El mago moderno más conocido, Aleister Crowley, escribió refiriéndose a dichas Claves, "quienquiera que esté mínimamente capacitado en Magich (ortografía preferida por Crowley para esta palabra) descubrirá que funcionan". Hoy son muchos los grupos mágicos que siguen la tradición enoquiana. En este sentido, Gerard Schueler ha escrito recientemente los libros más originales, en los que intenta una combinación de los materiales enoquianos con creencias tántricas hindúes y con especulaciones basadas en la moderna Física de partículas.
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