La contraparte de concentus. En la antigua música de Iglesia, la
porción de cantos litúrgicos que era desempeñada por el Coro en su
totalidad, o en secciones por dos o tres cantantes se conocía como
concentus. Por consiguiente, himnos, salmos y aleluyas eran generalmente
hablando, incluidos bajo el termino de concentus.
Sin embargo otras partes de la liturgia en las cuales el sacerdote o el
ministro religioso (diácono) o su asistente o el acólito cantan solos,
son llamados accentus: como las epístolas, el Evangelio, Prefacio en
fin, todo lo que sea recitado en un solo tono de voz en vez de cantado,
por el sacerdote o uno de sus asistentes. El accentus nunca debe ser
acompañado por música, ya sean voces o instrumentos, aunque el concentus
si puede recibir acompañamiento. Las palabras Gloria in excelsis y
Credo in Unum Deum siendo dichas por el celebrante, no deben ser
repetidas por el Coro o acompañadas por el órgano u otro instrumento
musical.
Traducida por X.L. Vilar – Del Castillo
Traducida por X.L. Vilar – Del Castillo
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