A lo largo de la historia, el pueblo judío ha sufrido
persecuciones en circunstancias muy diferentes. Esta situación se
remonta al período bíblico de cautiverio en Egipto y se vuelve a vivir
con la deportación a Babilonia.
Escaparates de un comercio judío de Alemania señalados con la palabra "judío".
Escaparates de un comercio judío de Alemania señalados con la palabra "judío".
Los
momentos de sometimiento constituyen hitos claves que configuran la
identidad judía, aspectos negativos que se contraponen a las épocas de
esplendor, cuyo mejor ejemplo son los reinos de David y Salomón.
Tras
la destrucción definitiva del templo y con la gran dispersión por
Europa y Asia, los rabinos ahondaron en las señas de identidad que les
llevaban a seguir siendo judíos, a pesar de vivir en lugares muy
distintos y bajo gobiernos muy diferentes.
Pero
la identidad es también diferencia, y en muchos casos los judíos se
organizaron en comunidades que se autoexcluían de la sociedad en la que
vivían, en aspectos tanto rituales como alimentarios o matrimoniales.
También
en muchas sociedades los judíos fueron obligados a vivir en lugares
apartados y se les prohibió mezclarse con el resto de la población o
hacer proselitismo. Fueron vistos como diferentes, lo que propició que
algunas veces, especialmente en tiempos de crisis, fuesen objeto de
acusaciones y de persecuciones.
Las
excusas para este hostigamiento fueron muy diferentes. Por ejemplo, en
la Europa medieval, se acusaba y castigaba a los judíos por ser los
descendientes de los que habían matado a Jesucristo, olvidando que Jesús
de Nazaret y sus primeros discípulos eran todos judíos. Se manipulaban
las diferencias y se olvidaban las coincidencias históricas o
culturales.
Las
constituciones modernas establecen la libertad religiosa como un derecho
fundamental, convirtiendo en ilegal cualquier persecución por razones
de religión. Pero cuando parecía que las persecuciones a judíos estaban
olvidadas, la Alemania nazi, bajo el liderazgo de Adolf Hitler, reavivó
los fantasmas del pasado e inventó nuevos motivos para atacar a la
comunidad judía europea. En aquella ocasión, basándose en aspectos
raciales, se proclamaba que los judíos eran una raza inferior y debían
ser exterminados. A este desgraciado y horrible episodio de la historia
se le conoce con el nombre de «holocausto». Los judíos lo denominan con
el término hebreo shoá, que quiere decir «aniquilación».
Desde
1939 a 1945 fueron exterminados casi seis millones de judíos, más de un
tercio de los judíos del mundo. Este hecho ha convertido al siglo XX en
uno de los más violentos y destructivos de la historia. Familias
enteras desaparecieron y la vida de los judíos, incluso la de los que no
padecieron directamente la tragedia, se vio completamente transformada
ante las consecuencias de actos tan terribles.
Liberación de los prisioneros del campo de concentración de Dachau, Alemania.
Liberación de los prisioneros del campo de concentración de Dachau, Alemania.
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