Interior de una sinagoga.
Los
rabinos tienen un papel preponderante como líderes de las comunidades
locales desde la diáspora y la destrucción del templo. Interpretan en el
día a día lo correcto y lo incorrecto desde el punto de vista de la
religión, y han llegado a sistematizar 613 mandamientos que todo judío
ha de cumplir. Algunos rabinos afirman que Moisés fue el primer rabino,
al establecer la Torá y los mandamientos o mitsvot y la manera de
interpretarlos. El Deuteronomio, quinto libro de la Biblia, expone en
su capítulo cinco las palabras de Moisés al pueblo judío al presentarles
las tablas de la ley, que, según él, le había entregado Dios:
«Yo soy Yahvé, tu dios [...] no tendrás otros dioses frente a mí.
No fabricarás esculturas, imágenes de lo que existe arriba en los cielos o abajo en la tierra o debajo de las aguas. No te postrarás ante ellas ni les rendirás culto.
No tomes en vano el nombre de Yahvé, tu dios, pues Yahvé no deja impune a quien toma en vano su nombre.
Guarda el sábado, santificándolo, como Yahvé, tu dios, te ha mandado. Seis días trabajarás, pero el séptimo es de descanso, consagrado a Yahvé, tu dios.
Honra a tu padre y a tu madre.
No matarás.
No cometerás adulterio.
No robarás.
No levantarás falso testimonio contra tu prójimo.
No desearás a la mujer de tu prójimo, ni su casa, su campo, su esclavo, su sierva, su toro, su asno ni nada que le pertenezca.
Estas fueron las palabras que Yahvé habló a vuestra comunidad y no añadió nada más. Y las escribió sobre tablas de piedra, que me entregó.»
No fabricarás esculturas, imágenes de lo que existe arriba en los cielos o abajo en la tierra o debajo de las aguas. No te postrarás ante ellas ni les rendirás culto.
No tomes en vano el nombre de Yahvé, tu dios, pues Yahvé no deja impune a quien toma en vano su nombre.
Guarda el sábado, santificándolo, como Yahvé, tu dios, te ha mandado. Seis días trabajarás, pero el séptimo es de descanso, consagrado a Yahvé, tu dios.
Honra a tu padre y a tu madre.
No matarás.
No cometerás adulterio.
No robarás.
No levantarás falso testimonio contra tu prójimo.
No desearás a la mujer de tu prójimo, ni su casa, su campo, su esclavo, su sierva, su toro, su asno ni nada que le pertenezca.
Estas fueron las palabras que Yahvé habló a vuestra comunidad y no añadió nada más. Y las escribió sobre tablas de piedra, que me entregó.»
Estos
mandamientos son muy parecidos a los que se enseñan a los católicos,
pero hay algunas diferencias. Por ejemplo, para los judíos el día
sagrado es el sábado, shabbat, mientras que para los cristianos es el
domingo. Destaca otra diferencia importante, que se refiere a las
imágenes. En las sinagogas no existen y sin embargo en los templos
católicos sí.
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