Desde
la etapa de la República, Roma había tenido contactos con los pueblos
germanos: Mario venció a teutones y cimbrios, y César obligó a los
suevos a desplazarse al otro lado del Rhin.
Presionados
por los pueblos nómadas de las estepas asiáticas, los germanos se
vieron obligados a buscar nuevos territorios donde asentarse. En su
descenso hacia el sur las tribus germánicas se enfrentaban unas con
otras; las tribus vencidas tenían que abandonar sus territorios y buscar
nuevas tierras.
Los
primeros siglos de nuestra era fueron, por ello, una época de grandes
migraciones y muchos germanos se instalaron en tierras de Roma,
sirvieron como soldados en sus legiones y trabajaron como colonos.
Estos
largos contactos produjeron un doble efecto: por una parte, los
germanos fueron adoptando muchas costumbres romanas, por lo que se
romanizaron; por otra, Roma fue «germanizándose» de tal manera que, en
los últimos días del imperio, los principales jefes del ejército, como
Estilicón o Aecio, eran germanos y eran ellos quienes defendían al mundo
romano.
ya lo entendi
ResponderEliminarPerfecto.
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