Jacob descortezaba varas de álamo en el ardid con que engañó a Labán. Los álamos echan ramas que crecen rápidamente y hacen sombra tupida. Los "sauces" de Babilonia, adonde acudían los desterrados para llogar sus desdichas, eran probablemente una variedad de álamo.
Gn 30,37; Sal 137,2.
Gn 30,37; Sal 137,2.
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