En tiempos del A.T. apenas había artesanos en Israel que hicieran cosas bellas por hacerlas. Aun para edificar los lugares de culto, los israelitas solían traer artistas extranjeros que realizaban los trabajos de decoración más finos. Israel era un país pobre, y sus artesanos se dedicaban a hacer objetos destinados estrictamente al uso.
Ahora bien, había ciertos oficios que desde época temprana se consideraban ya oficios especializados. Los ejercían determinadas familias que, probablemente, se transmitían "secretos profesionales" de una generación a otra.
Algunas zonas particulares se hallaban asociadas con un determinado oficio, quizás porque allí había a mano los materiales necesarios. Así, por ejemplo, Sucot se hizo famosa por la fabricación de utensilios de meta; Debir, por sus tejidos y por el tinte. Es probable que, ya desde muy pronto, existiera alguna forma de gremios profesionales, especialmente en las ciudades, donde parece que los diferentes oficios tenían barrios especiales. La biblia menciona los barrios de los carpinteros, las zonas donde trabajaban los obreros del lino, los alfareros, los orfebres y los perfumeros.
En tiempos del Nuevo Testamento, los gremios artesanos eran una realidad harto conocida en el imperio romano, pero tenían que poseer licencia expedida por el emperador, para que quedase bien claro que el oficio no era simplemente para encubrir actividades políticas proscritas.
En aquella época, los judíos tenían en mucho aprecio los oficios. Los artesanos estaban exentos de cumplir el precepto por el cual todos debían de ponerse en pie en cuanto se acercaba un letrado. La mayor parte de los escribas ejercían probablemente oficio. Los escritos de los rabinos mencionan fabricantes de clavos, panaderos, fabricantes de sandalias, maestros de obras y sastres; pero algunos oficios estaban mal vistos, como el de los curtidores, porque "era un oficio sucio"; el de recaudadores de impuestos (publicanos), porque se prestaba mucho a la estafa; el de los tejedores, porque era labor de mujeres. Los tejedores trabajaban en una de las zonas más pobres de Jerusalén, cerca de la puerta del estiércol.
Ahora bien, había ciertos oficios que desde época temprana se consideraban ya oficios especializados. Los ejercían determinadas familias que, probablemente, se transmitían "secretos profesionales" de una generación a otra.
Algunas zonas particulares se hallaban asociadas con un determinado oficio, quizás porque allí había a mano los materiales necesarios. Así, por ejemplo, Sucot se hizo famosa por la fabricación de utensilios de meta; Debir, por sus tejidos y por el tinte. Es probable que, ya desde muy pronto, existiera alguna forma de gremios profesionales, especialmente en las ciudades, donde parece que los diferentes oficios tenían barrios especiales. La biblia menciona los barrios de los carpinteros, las zonas donde trabajaban los obreros del lino, los alfareros, los orfebres y los perfumeros.
En tiempos del Nuevo Testamento, los gremios artesanos eran una realidad harto conocida en el imperio romano, pero tenían que poseer licencia expedida por el emperador, para que quedase bien claro que el oficio no era simplemente para encubrir actividades políticas proscritas.
En aquella época, los judíos tenían en mucho aprecio los oficios. Los artesanos estaban exentos de cumplir el precepto por el cual todos debían de ponerse en pie en cuanto se acercaba un letrado. La mayor parte de los escribas ejercían probablemente oficio. Los escritos de los rabinos mencionan fabricantes de clavos, panaderos, fabricantes de sandalias, maestros de obras y sastres; pero algunos oficios estaban mal vistos, como el de los curtidores, porque "era un oficio sucio"; el de recaudadores de impuestos (publicanos), porque se prestaba mucho a la estafa; el de los tejedores, porque era labor de mujeres. Los tejedores trabajaban en una de las zonas más pobres de Jerusalén, cerca de la puerta del estiércol.
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