El milagro de la Aparición de la Cruz se remonta al siglo XIII, hacia
el año 1.227 en época de la reconquista del Reino de Murcia por Alfonso
X el Sabio, reinando en Valencia un Rey moro designado en las antiguas
crónicas españolas bajo el nombre más o menos alterado, de
Zeit-Abu-Zeit. Este rey abrazó el cristianismo a raíz de un milagro que
ocurrió ante sus ojos en Caravaca villa de su territorio.
En aquellos momentos las victorias de los cristianos hacían ya presentir la expulsión más o menos cercana de los moros de la península y entre éstos tenían lugar frecuentes conversiones. Un sacerdote cristiano se aventuró entre los sarracenos del reino de Murcia con el propósito de predicar el Evangelio.Fué detenido y conducido ante Zeit-Abu-Zeit, quien determinó hacerle hablar de la religión cristiana. Lo interrogó en particular sobre el sacrificio de la misa, acerca del cual el sacerdote le dió explicaciones que interesaron al rey hasta tal punto que quiso que el prisionero acometiese inmediatamente su celebración ante sus ojos. El sacerdote no teniendo a su disposición todos los objetos necesarios a tal efecto los envió a buscar a la villa de Cuenca que estaba en poder de los cristianos. Pero sucedió que la Cruz, que debe de estar sobre el altar durante la celebración de la misa fué olvidada. Sin darse cuenta de la ausencia de este objeto indispensable, el sacerdote empezó el sacrificio de la misa percibiéndose de que la Cruz faltaba, quedó absolutamente turbado.
El Rey, que asistía con los miembros de su familia y de la corte, vieron de repente el sacerdote tornándose pálido y dubitativo. Le preguntó que estaba sucediendo.
- No hay Cruz -respondió el sacerdote.- pero - dijo el Rey - ¿No será eso de ahí?.
En efecto, en aquel momento el Rey vió dos ángeles que depositaban una Cruz sobre el altar, y él señalaba con el dedo este deseado objeto.
El buen sacerdote dió gracias a Dios y prosiguió con la alegría la celebración de la misa. Ante este milagroso acontecimiento, el Rey moro, familia y acompañantes renunciaron a su religión y abrazaron la fé cristiana, siendo bautizados, el Rey con el nombre de Vicente y su esposa recibió el nombre de Elena.
Era la Cruz de cuatro brazos que se reconocerá como la Cruz de Caravaca. Se da como fecha de este prodigio el de 3 de Mayo de 1.231.
Una década después se incorpora Caravaca a Castilla como consecuencia del tratado de Alcaraz. hasta la conquista de Granada en el 1.492, Caravaca sufre frecuentes incursiones por posición de ciudad fronteriza con los musulmanes.
El Rey Alfonso X el Sabio encomendó la custodia de la fortaleza de Caravaca a los Caballeros de la Soberana Orden del Temple. En uno de los numerosos asedios, el agua de los aljibes se agotó. Entonces unos caballeros arriesgados rompieron el cerco del asedio para conseguir agua, pero no encontraron, si hallaron abundante vino en unas bodegas.
Llenaron los pellejos y regresaron rompiendo nuevamente el cerco haciendo entrada triunfal en la fortaleza, cubriendo los caballos con abundantes y valiosos mantos. Conmemorando este hecho, todos los años del 1 al 5 de mayo se celebran fiestas de Moros, Cristianos y Caballos del Vino rícamente enjaezados.
Caravaca pasó de manos de la Orden del Temple a la Orden de Santiago por mandato del Rey Alfonso XI.
Una vez terminada la reconquista, se entra en una época de paz empezando el emplazamiento de las órdenes religiosas. Reinando Felipe III se construye el Alcázar Santuario. En el 1.849 Isabel II concede el título de Ciudad. En el casco antiguo medieval con sus calles estrechas y empinadas se encuentran resto de la muralla que guardaba la ciudad. Encontrándose la Iglesia de la Soledad como museo arqueológico. Iglesia de El Salvador, Ayuntamiento, Iglesia de la Concepción.
La construcción del Alcázar Santuario es de estilo renacentista con fachada del siglo XVIII, hecha de mármoles de las canteras de la comarca. Recientemente, S.S. el Papa concedió a Caravaca de la Cruz el Año Jubilar, lo que convierte a esta ciudad en la quinta del mundo que, junto a las otras cuatro (Santiago de Compostela, Santo Toribio de Liébana, Roma y Jerusalén), puede celebrar el Jubileo Perpetuo. Esto significa que la Santa Sede concede el poder celebrar Año Santo cada siete años in perpetuum en el Santuario de la Vera Cruz, siendo el 2003 Año Jubilar, en Caravaca de la Cruz.
A destacar por su rito, el baño de la Cruz en el Templete o bañadero, que por tradición se efectúa durante las fiestas de Mayo el día 3 por la tarde, en el cual es sumergida la Cruz en las aguas limpias y claras que bañaran las fértiles tierras de la comarca.
En aquellos momentos las victorias de los cristianos hacían ya presentir la expulsión más o menos cercana de los moros de la península y entre éstos tenían lugar frecuentes conversiones. Un sacerdote cristiano se aventuró entre los sarracenos del reino de Murcia con el propósito de predicar el Evangelio.Fué detenido y conducido ante Zeit-Abu-Zeit, quien determinó hacerle hablar de la religión cristiana. Lo interrogó en particular sobre el sacrificio de la misa, acerca del cual el sacerdote le dió explicaciones que interesaron al rey hasta tal punto que quiso que el prisionero acometiese inmediatamente su celebración ante sus ojos. El sacerdote no teniendo a su disposición todos los objetos necesarios a tal efecto los envió a buscar a la villa de Cuenca que estaba en poder de los cristianos. Pero sucedió que la Cruz, que debe de estar sobre el altar durante la celebración de la misa fué olvidada. Sin darse cuenta de la ausencia de este objeto indispensable, el sacerdote empezó el sacrificio de la misa percibiéndose de que la Cruz faltaba, quedó absolutamente turbado.
El Rey, que asistía con los miembros de su familia y de la corte, vieron de repente el sacerdote tornándose pálido y dubitativo. Le preguntó que estaba sucediendo.
- No hay Cruz -respondió el sacerdote.- pero - dijo el Rey - ¿No será eso de ahí?.
En efecto, en aquel momento el Rey vió dos ángeles que depositaban una Cruz sobre el altar, y él señalaba con el dedo este deseado objeto.
El buen sacerdote dió gracias a Dios y prosiguió con la alegría la celebración de la misa. Ante este milagroso acontecimiento, el Rey moro, familia y acompañantes renunciaron a su religión y abrazaron la fé cristiana, siendo bautizados, el Rey con el nombre de Vicente y su esposa recibió el nombre de Elena.
Era la Cruz de cuatro brazos que se reconocerá como la Cruz de Caravaca. Se da como fecha de este prodigio el de 3 de Mayo de 1.231.
Una década después se incorpora Caravaca a Castilla como consecuencia del tratado de Alcaraz. hasta la conquista de Granada en el 1.492, Caravaca sufre frecuentes incursiones por posición de ciudad fronteriza con los musulmanes.
El Rey Alfonso X el Sabio encomendó la custodia de la fortaleza de Caravaca a los Caballeros de la Soberana Orden del Temple. En uno de los numerosos asedios, el agua de los aljibes se agotó. Entonces unos caballeros arriesgados rompieron el cerco del asedio para conseguir agua, pero no encontraron, si hallaron abundante vino en unas bodegas.
Llenaron los pellejos y regresaron rompiendo nuevamente el cerco haciendo entrada triunfal en la fortaleza, cubriendo los caballos con abundantes y valiosos mantos. Conmemorando este hecho, todos los años del 1 al 5 de mayo se celebran fiestas de Moros, Cristianos y Caballos del Vino rícamente enjaezados.
Caravaca pasó de manos de la Orden del Temple a la Orden de Santiago por mandato del Rey Alfonso XI.
Una vez terminada la reconquista, se entra en una época de paz empezando el emplazamiento de las órdenes religiosas. Reinando Felipe III se construye el Alcázar Santuario. En el 1.849 Isabel II concede el título de Ciudad. En el casco antiguo medieval con sus calles estrechas y empinadas se encuentran resto de la muralla que guardaba la ciudad. Encontrándose la Iglesia de la Soledad como museo arqueológico. Iglesia de El Salvador, Ayuntamiento, Iglesia de la Concepción.
La construcción del Alcázar Santuario es de estilo renacentista con fachada del siglo XVIII, hecha de mármoles de las canteras de la comarca. Recientemente, S.S. el Papa concedió a Caravaca de la Cruz el Año Jubilar, lo que convierte a esta ciudad en la quinta del mundo que, junto a las otras cuatro (Santiago de Compostela, Santo Toribio de Liébana, Roma y Jerusalén), puede celebrar el Jubileo Perpetuo. Esto significa que la Santa Sede concede el poder celebrar Año Santo cada siete años in perpetuum en el Santuario de la Vera Cruz, siendo el 2003 Año Jubilar, en Caravaca de la Cruz.
A destacar por su rito, el baño de la Cruz en el Templete o bañadero, que por tradición se efectúa durante las fiestas de Mayo el día 3 por la tarde, en el cual es sumergida la Cruz en las aguas limpias y claras que bañaran las fértiles tierras de la comarca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Procura comentar con libertad y con respeto. Este blog es gratuito, no hacemos publicidad y está puesto totalmente a vuestra disposición. Pero pedimos todo el respeto del mundo a todo el mundo. Gracias.