Sucesor del Papa San Marcelo I, su pontificado
fue corto, en el año 309 ó 310. El Catálogo Liberiano dice que duró
sólo cuatro meses, del 18 de abril al 17 de agosto de 309 ó 310.
Sabemos algunos detalles de su carrera de un epitafio en su tumba, que fue mandado a hacer por el Papa San Dámaso I.
Este epitafio llegó a nosotros a través de transcripciones antiguas.
Unos pocos fragmentos del original, junto con una copia en mármol del
siglo VI hecha para sustituir el original después de su destrucción,
fueron hallados por De Rossi en la capilla papal, en las catacumbas
de San Calixto. De este epitafio surge que las graves disensiones
internas causadas en la Iglesia Romana por la readmisión de los
apóstatas (lapsi) durante la persecución de Diocleciano, y que habían surgido ya bajo Marcelo, continuaron durante el papado de Eusebio. Ese último mantenía la actitud de la Iglesia Romana, adoptada después de la persecución de Decio (250-251), que los apóstatas
no debían ser excluidos por siempre de la comunión eclesiástica, sino
por otro lado, debían ser readmitidos sólo después de haber hecho una
adecuada penitencia (Eusebius miseros docuit sua crimina flere).
Una facción de cristianos en Roma bajo el liderazgo de un tal Heraclio se oponía a este punto de vista. No se ha determinado si Heraclio y sus seguidores propugnaban una interpretación de la ley más rigurosa (novacianismo) o más indulgente. Esta última, sin embargo, es por mucho más probable en la hipótesis de que Heraclio era el jefe de un partido compuesto por apóstatas y sus seguidores, que demandaban la inmediata restauración al cuerpo de la Iglesia. Dámaso describe en términos muy fuertes el conflicto que sobrevino (seditcio, cœdes, bellum, discordia, lites). Es probable que Heraclio y sus adeptos buscaran por la fuerza su admisión al culto divino, lo cual resentían los fieles reunidos en Roma alrededor de Eusebio. En consecuencia, ambos Eusebio y Heraclio fueron desterrados por el emperador Maxentio. Eusebio, en particular, fue exiliado a Sicilia, donde murió muy pronto. El Papa San Melquíades ascendió a la Silla Papal el 2 de julio de 311. El cuerpo de su predecesor fue traído a Roma, probablemente en 311, y el 26 de septiembre (según el "Depositio Episcoporum" en el cronógrafo de 354) fue colocado en un cubículo separado de la catacumba de San Calixto. Su firme defensa de la disciplina eclesiástica y el destierro que sufrió por ello causaron que fuera venerado como un mártir, y en su epitafio el Papa Dámaso honró a Eusebio con dicho título. Su fiesta se celebra todavía el 26 de septiembre.
Bibliografía: Liber pontificalis, ed. DUCHESNE, I, 167; DE ROSSI, Roma sotterranea, II (Rome 1867), 191-210: NORTHCOTE AND BROWNLOW, Roma sotterranea, 2nd ed. (London, 1879); LIGHTFOOT, Apostolic Fathers, 2nd ed. I, I, 297-299; IHM, Damasi Epigrammata (Leipzig, 1895), 25, num. 18; Acta SS., Sept., VII, 265-271; Carini, I lapsi e la deportazione in Sicilia del Papa S. Eusebio (Rome, 1886); LANGEN, Geschichte der römischen Kirche, I (Bonn, 1881), 380-382.
Fuente: Kirsch, Johann Peter. "Pope St. Eusebius." The Catholic Encyclopedia. Vol. 5. New York: Robert Appleton Company, 1909. <http://www.newadvent.org/cathen/05615b.htm>.
Traducido por Luz María Hernández Medina.
Una facción de cristianos en Roma bajo el liderazgo de un tal Heraclio se oponía a este punto de vista. No se ha determinado si Heraclio y sus seguidores propugnaban una interpretación de la ley más rigurosa (novacianismo) o más indulgente. Esta última, sin embargo, es por mucho más probable en la hipótesis de que Heraclio era el jefe de un partido compuesto por apóstatas y sus seguidores, que demandaban la inmediata restauración al cuerpo de la Iglesia. Dámaso describe en términos muy fuertes el conflicto que sobrevino (seditcio, cœdes, bellum, discordia, lites). Es probable que Heraclio y sus adeptos buscaran por la fuerza su admisión al culto divino, lo cual resentían los fieles reunidos en Roma alrededor de Eusebio. En consecuencia, ambos Eusebio y Heraclio fueron desterrados por el emperador Maxentio. Eusebio, en particular, fue exiliado a Sicilia, donde murió muy pronto. El Papa San Melquíades ascendió a la Silla Papal el 2 de julio de 311. El cuerpo de su predecesor fue traído a Roma, probablemente en 311, y el 26 de septiembre (según el "Depositio Episcoporum" en el cronógrafo de 354) fue colocado en un cubículo separado de la catacumba de San Calixto. Su firme defensa de la disciplina eclesiástica y el destierro que sufrió por ello causaron que fuera venerado como un mártir, y en su epitafio el Papa Dámaso honró a Eusebio con dicho título. Su fiesta se celebra todavía el 26 de septiembre.
Bibliografía: Liber pontificalis, ed. DUCHESNE, I, 167; DE ROSSI, Roma sotterranea, II (Rome 1867), 191-210: NORTHCOTE AND BROWNLOW, Roma sotterranea, 2nd ed. (London, 1879); LIGHTFOOT, Apostolic Fathers, 2nd ed. I, I, 297-299; IHM, Damasi Epigrammata (Leipzig, 1895), 25, num. 18; Acta SS., Sept., VII, 265-271; Carini, I lapsi e la deportazione in Sicilia del Papa S. Eusebio (Rome, 1886); LANGEN, Geschichte der römischen Kirche, I (Bonn, 1881), 380-382.
Fuente: Kirsch, Johann Peter. "Pope St. Eusebius." The Catholic Encyclopedia. Vol. 5. New York: Robert Appleton Company, 1909. <http://www.newadvent.org/cathen/05615b.htm>.
Traducido por Luz María Hernández Medina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Procura comentar con libertad y con respeto. Este blog es gratuito, no hacemos publicidad y está puesto totalmente a vuestra disposición. Pero pedimos todo el respeto del mundo a todo el mundo. Gracias.