Recreación fantástica de la Atlántida.
A lo
largo de los siglos se han mantenido algunos mitos de la tradición
clásica, y aún se discute y se analiza la enigmática narración acerca de
la Atlántida:
Los Atlantes habitaban una isla que se extendía frente a las Columnas de Hércules, cuando se salía del Mediterráneo y se entraba en el océano Atlántico. Cuando los dioses se repartieron la Tierra, Atenas correspondió a Atenea y Hefesto, mientras que la Atlántida le tocó a Posidón. Allí vivía la doncella Clito, que residía en la montaña central de la isla. Posidón construyó en torno a su mansión un muro y fosos llenos de agua. Allí vivió ella muchos años y le dio cinco parejas de gemelos. El mayor de todos era Atlante. Posidón dividió la isla en diez partes. Atlante gobernaba la montaña central y acaparaba el mayor poder.
La isla era muy rica en flora, fauna y minerales como el oro, el hierro, el cobre y el «oricalco», un metal que brillaba como el fuego.
Los reyes de la Atlántida edificaron ciudades magníficas con subterráneos, puentes y canales extraordinarios.
Estos Atlantes trataron de subyugar al mundo, pero fueron vencidos por los atenienses. Según el filósofo Platón, los Atlantes y su isla maravillosa desaparecieron para siempre, tragados por un cataclismo.
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