O Regula Inclusarum.
El nombre dado a un código de normas del siglo XIII para la vida de las anacoretas, el cual es llamado a veces “La Regla de las Monjas”. En el inglés medio la palabra “ancren” se usaba para los ermitaños, o anacoretas, de ambos sexos, pero en este caso se refiere sólo a las féminas que habían dejado el mundo y se establecían en un lugar apartado para llevar una vida dedicada a las prácticas de la observancia religiosa. Existen varias copias del texto de esta “Regla” en las bibliotecas inglesas. Uno en el Colegio Corpus Christi de Cambridge ( manuscrito 402), se titula “Ancren Wissé” y algunos piensan que es un compendio o adaptación del tracto latino de Simón de Ghent, quien fue obispo de Salisbury (1297-1315). El Museo Británico posee cinco copias, tres de las cuales fueron compulsadas por el Rev. James Morton en 1852 para la edición impresa publicada por la Sociedad Camden. Además de publicar la antigua versión normanda-inglesa, el señor Morton realizó una versión inglesa moderna o traducción la cual fue reimpresa en un volumen pequeño en 1905. Morton ha dado en su introducción muchas razones para rechazar la idea de que la versión inglesa es una traducción del tracto de Simón de Ghent y considera que el manuscrito del Museo Cott, Cleopatra C. VI es probablemente la versión inglesa original del “Ancren Riwle”. Además, en la opinión de muchos expertos, la curiosa lengua anglosajona en la cual está escrito el código de normas parece requerir una fecha anterior a los finales del siglo XIII. Se cree probable que el verdadero autor del libro pequeño es el obispo Richard Poore, quien ocupó la sede de Salisbury desde 1217 a 1229, cuando el Papa lo trasladó a Durham. Sin embargo, es correcto mencionar el hecho de que algunos escritores consideran que el tiempo de la composición de la “Regla“ se debe colocar en una fecha posterior. Aunque no hay nada en la obra que garantice la suposición, usualmente se ha dado por sentado que fue compuesta por las monjas que habitaban en Tarrent en Dorsetshire. El obispo Poore nació en ese lugar y se dice que una hermana suya se convirtió en monja en ese convento. Sea como sea, es cierto que el obispo, por alguna razón, llegó a ser considerado como un “segundo fundador” del convento y que en su última enfermedad él viajó a Tarrent y murió allí en 1237.
El ”Ancren Riwle“ contiene muchos detalles interesantes de la vida que llevaban las damas ermitañas para quienes fue escrito. Aunque la anacoreta estaba sola en sentido estricto, es decir, ella vivía en su celda o celdas sola, excepto la “doncella” o sirviente que se ocupaba de sus necesidades; aún, en este caso, había tres o más de estas damas solitarias que vivían bajo el mismo techo. “No conozco”, dice el autor de la regla, “ninguna anacoreta que con más abundancia, o más honor, tenga todo lo que es necesario que lo que ellas tres tienen.” Se sabe también que el convento o casa de estas damas estaba contigua a la iglesia, y que a través de ventanas en las celdas de cada una, se les permitía practicar sus devociones y seguir los servicios, especialmente el Santo Sacrificio, así como también rendir homenaje al Santísimo Sacramento expuesto en el altar. La vida diaria y el trabajo de las monjas, de acuerdo a esta regla, es la simplicidad misma. Después de haber comenzado el día con una visita al Santísimo Sacramento, a las hermanas se les ordenaba arrodillarse ante sus crucifijos y ocuparse en saludar a Nuestro Salvador representado ante sus ojos en la Cruz. Luego saludaban a Nuestra Señora con “cinco Avemarías” antes del comienzo de las Horas de su Oficio, que eran seguidas por una letanía y por el Oficio de Difuntos. Pasaban casi todo el día en oración. El autor admite que esto y la preservación de los “diez antiguos Mandamientos” constituyen un duro estilo de vida, pero agrega que “nada es terriblemente tan difícil que el amor no lo transforme en tierno, suave y dulce”.
Bibliografía: Manuscritos–C. C. C., CAMBRIDGE, KMS. 402; B. MUSEUM, Cott. manuscripts Nero XIV; Titus D, XVIII; Cleop. C, VI; Vit, E. VII, IMPRESOS:–Ancren Riwle, ed. y tr. MORTON (Camden Soc. 1852; reimpresión De la More Press, 1905).
Fuente: Gasquet, Francis Aidan Cardinal. "Ancren Riwle." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907. <http://www.newadvent.org/cathen/01464a.htm>.
Traducido por Ana María Maturana. rc
El nombre dado a un código de normas del siglo XIII para la vida de las anacoretas, el cual es llamado a veces “La Regla de las Monjas”. En el inglés medio la palabra “ancren” se usaba para los ermitaños, o anacoretas, de ambos sexos, pero en este caso se refiere sólo a las féminas que habían dejado el mundo y se establecían en un lugar apartado para llevar una vida dedicada a las prácticas de la observancia religiosa. Existen varias copias del texto de esta “Regla” en las bibliotecas inglesas. Uno en el Colegio Corpus Christi de Cambridge ( manuscrito 402), se titula “Ancren Wissé” y algunos piensan que es un compendio o adaptación del tracto latino de Simón de Ghent, quien fue obispo de Salisbury (1297-1315). El Museo Británico posee cinco copias, tres de las cuales fueron compulsadas por el Rev. James Morton en 1852 para la edición impresa publicada por la Sociedad Camden. Además de publicar la antigua versión normanda-inglesa, el señor Morton realizó una versión inglesa moderna o traducción la cual fue reimpresa en un volumen pequeño en 1905. Morton ha dado en su introducción muchas razones para rechazar la idea de que la versión inglesa es una traducción del tracto de Simón de Ghent y considera que el manuscrito del Museo Cott, Cleopatra C. VI es probablemente la versión inglesa original del “Ancren Riwle”. Además, en la opinión de muchos expertos, la curiosa lengua anglosajona en la cual está escrito el código de normas parece requerir una fecha anterior a los finales del siglo XIII. Se cree probable que el verdadero autor del libro pequeño es el obispo Richard Poore, quien ocupó la sede de Salisbury desde 1217 a 1229, cuando el Papa lo trasladó a Durham. Sin embargo, es correcto mencionar el hecho de que algunos escritores consideran que el tiempo de la composición de la “Regla“ se debe colocar en una fecha posterior. Aunque no hay nada en la obra que garantice la suposición, usualmente se ha dado por sentado que fue compuesta por las monjas que habitaban en Tarrent en Dorsetshire. El obispo Poore nació en ese lugar y se dice que una hermana suya se convirtió en monja en ese convento. Sea como sea, es cierto que el obispo, por alguna razón, llegó a ser considerado como un “segundo fundador” del convento y que en su última enfermedad él viajó a Tarrent y murió allí en 1237.
El ”Ancren Riwle“ contiene muchos detalles interesantes de la vida que llevaban las damas ermitañas para quienes fue escrito. Aunque la anacoreta estaba sola en sentido estricto, es decir, ella vivía en su celda o celdas sola, excepto la “doncella” o sirviente que se ocupaba de sus necesidades; aún, en este caso, había tres o más de estas damas solitarias que vivían bajo el mismo techo. “No conozco”, dice el autor de la regla, “ninguna anacoreta que con más abundancia, o más honor, tenga todo lo que es necesario que lo que ellas tres tienen.” Se sabe también que el convento o casa de estas damas estaba contigua a la iglesia, y que a través de ventanas en las celdas de cada una, se les permitía practicar sus devociones y seguir los servicios, especialmente el Santo Sacrificio, así como también rendir homenaje al Santísimo Sacramento expuesto en el altar. La vida diaria y el trabajo de las monjas, de acuerdo a esta regla, es la simplicidad misma. Después de haber comenzado el día con una visita al Santísimo Sacramento, a las hermanas se les ordenaba arrodillarse ante sus crucifijos y ocuparse en saludar a Nuestro Salvador representado ante sus ojos en la Cruz. Luego saludaban a Nuestra Señora con “cinco Avemarías” antes del comienzo de las Horas de su Oficio, que eran seguidas por una letanía y por el Oficio de Difuntos. Pasaban casi todo el día en oración. El autor admite que esto y la preservación de los “diez antiguos Mandamientos” constituyen un duro estilo de vida, pero agrega que “nada es terriblemente tan difícil que el amor no lo transforme en tierno, suave y dulce”.
Bibliografía: Manuscritos–C. C. C., CAMBRIDGE, KMS. 402; B. MUSEUM, Cott. manuscripts Nero XIV; Titus D, XVIII; Cleop. C, VI; Vit, E. VII, IMPRESOS:–Ancren Riwle, ed. y tr. MORTON (Camden Soc. 1852; reimpresión De la More Press, 1905).
Fuente: Gasquet, Francis Aidan Cardinal. "Ancren Riwle." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907. <http://www.newadvent.org/cathen/01464a.htm>.
Traducido por Ana María Maturana. rc
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