Severino Aznar.

Sociólogo y aún más, tratadista y experto en política social, A. es la más destacada personalidad del catolicismo social entre los laicos de España en la primera mitad del siglo XX, y el primero que dirigió un grupo de democracia cristiana en este país. N. en Tierga, partido judicial de Calatayud, provincia de Zaragoza, el 1O feb. 1870, y m. el 19 nov. 1959 en Madrid. Nombre completo: Severino Aznar Embid.

Inició en Zaragoza la carrera del sacerdocio que luego abandonó, estudiando Filosofía y Letras en la misma ciudad. A los 19 años comenzó a escribir en un periódico de Zaragoza. En Madrid hizo el doctorado al mismo tiempo que era redactor de un semanario. En 1904, oyendo al jesuita P. Vicent, impulsor de un movimiento cooperatisla y gremial de signo cristiano, sintió despertarse su vocación social. Con Salvador Minguijón e Inocencio Jiménez fundó en 1907, en Madrid, la revista La paz social, de la que fue director. Esta revista tendría una influencia considerable en la vida política española de entonces, con campañas como las organizadas en favor del sindicalismo y las cajas rurales. Ante la amenaza de las llamadas Juntas de Defensa, especie de asociaciones profesionales militares, que en 1917 ponían a España en gravísimo peligro de anarquía y ruina, A. organizó una campaña periodística, pronunciando además dos conferencias, Las Juntas de Defensa como caso de Patología Social y Las Juntas de Defensa como problema de Política Social. Su nombre tiene una significación importante en la historia del periodismo español. A. se definía a sí mismo: «yo no he sido fundamentalmente más que un misionero social; pero el arma que principalmente esgrimí en la defensa de mi ideal fue la hoja del periodista. Hasta muchos de mis libros son periodismo».

Fue profesor del Seminario de Madrid y de la Academia Universitaria Católica, y en 1916 obtuvo por oposición la cátedra de Sociología de la Univ. de Madrid. Dirigió la Biblioteca «Ciencia y Acción. Estudios sociales», en la que se publicaron unas 60 obras de autores como Toniolo, T. Pesch y Hertling. Introdujo en España en 1906 las Semanas Sociales creadas por el Volksverein alemán en 1892. Fue director general de Previsión y como tal trabajó en el proyecto de ley de subsidios familiares, si bien él era partidario del seguro familiar. Más tarde fue presidente del Instituto Nacional de Previsión. En 1921 ingresó en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas leyendo su discurso La abolición del salariado, por el que se pronunciaba.

Formó parte de la comisión internacional que redactó el Código Social de Malinas. Fue fundador y presidente de la Asociación Española para el Estudio Científico de los Problemas de Población, fundador y presidente de la Asociación Española de Sociología y vicepresidente de honor del Instituto Internacional de Sociología. También fue director del Instituto "Balmes" de Sociología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y codirector, con el italiano C. Gini, de la Rev. Internacional de Sociología del mismo Instituto. Al cumplir 80 años de edad y 50 de misionero social se le tributó un homenaje nacional, concediéndosele la Medalla de Oro de la Provincia de Zaragoza, la Gran Cruz de Isabel la Católica y la Gran Cruz de la Orden Pontificia de San Silvestre.

Sus obras más importantes son: El catolicismo social en España, Zaragoza 1906; La familia como institución básica de la sociedad, Covadonga 1926; Despoblación y colonización, Barcelona 1930; Promedio diferencial de la natalidad, mortalidad y reproductividad en los grupos sociales de España, Roma 1931; Impresiones de un demócrata-cristiano, Madrid 1931; El seguro de Enfermedad y los médicos, Madrid 1934; Del salario familiar al seguro familiar, Santander 1939; Las encíclicas «Rerum Novarum» y «Quadragesimo Anno», Madrid 1941; Ecos del catolicismo social de España. Estudios Económico-sociales, Madrid 1946; Ecos del catolicismo social de España. Los Seguros sociales, Madrid 1947; Ecos del catolicismo social de España. Estudios religioso-sociales, Madrid 1947.

BIBL.: M. DE HERVÁS, La vida de un luchador (intr. P. SANGRO y ROS DE OLANO, pról. L. IORDANA DE POZAS), Madrid 1952.

I. TOBÍO FERNÁNDEZ.