lunes, 20 de junio de 2016

Flecos en la escritura.

La palabra flecos se usa para designar un tipo especial de adorno, que consiste en hilos sueltos de lana, seda, etc., o tiras de otro material adecuado, a lo largo del borde de un pedazo de tela. La Biblia inglesa lo utiliza para designar un accesorio especial del traje judío. En la Legislación de Moisés, que aparece en el Pentateuco, se menciona una ordenanza peculiar: “Yahveh dijo a Moisés: Habla a los israelitas y diles que ellos y sus descendientes se hagan flecos en los bordes de sus vestidos, y pongan en el fleco de sus vestidos un hilo de púrpura violeta. Tendréis, pues, flecos para que, cuando los veáis, os acordéis de todos los preceptos de Yahveh.” (Núm. 15,37-39). "Te harás unas borlas [AV y RV:] flecos en las cuatro puntas del manto con que te cubras.” (Deut. 22,12). La descripción contenida en estos dos pasajes es todo menos clara, al menos en las Biblias inglesas, pero puede ser complementada con una lectura atenta del texto original, un conocimiento de las costumbres orientales y los detalles que se pueden encontrar en la literatura rabínica.
La palabra "flecos" es aquí una traducción inexacta del hebreo; "cordón" es ligeramente más exacto. El hebreo gedîlîm significa literalmente "cordones trenzados"; çîçîth sería mejor traducido por "borlas". De hecho es un adorno de esta descripción, sujeto a las cuatro esquinas de la ropa superior, la cual es el objeto de las regulaciones anteriores. Esta prenda superior, el “manto” de Deut. 22,12, parece haber sido un gran pedazo de tela cuadrado, parecido al ’aba del beduino moderno, y que se usa como el pallium or ‘imátion de los griegos, con las cuatro esquinas a veces colgando al frente (‘epíblema), y algunas veces una de las esquinas echada sobre el hombro izquierdo (períblema). Es muy probable que la borla de la esquina así echada sobre el hombro de Nuestro Señor fue lo que la mujer con el flujo de sangre tocó ("detrás de él"), en la circunstancia registrada en Mt. 9,20 y Lc. 8,44. Tal vez deberíamos volver a una costumbre muy antigua, cuya importancia se había perdido de vista, para explicar el uso de estos adornos. En cualquier caso, el legislador de Israel le dio un nuevo significado.
En el Antiguo Testamento no se dice nada más sobre estos "flecos", o borlas, que debían contener “cintas azules”; más exactamente, "un cordón o hilo de púrpura”. Pero la literatura rabínica contiene prescripciones más minuciosas respecto a estos adornos. Debido a la dificultad de conseguir el tinte púrpura, prevaleció la costumbre de usar solamente hilos blancos de lana. Deben ser en número de cuatro, siendo uno de ellos considerablemente más largo que los otros, hilados expresamente al efecto, pasados a través de un ojal en la esquina del manto, torcidos un cierto número de veces, y atados por cinco nudos. Según el Deuteronomio, el çîçîth estaba destinado a recordarle al pueblo los Mandamientos de la Ley. Podemos fácilmente entender, por lo tanto, por qué los fariseos solían "alargar las orlas de su manto" (Mt. 23,5). Esta coyuntura llevó al pueblo a adjudicarle una significación mística al çîçîth y a sus diversas partes, y a la declaración que su uso es el más importante precepto de la Ley; más aún, es de igual mérito que la observancia de toda la Ley.
Los judíos todavía siguen escrupulosamente la práctica de usar el çîçîth. Las borlas son parte del gran tálîth, o chal de oración, usado universalmente durante servicios religiosos; esta pieza de ropa se usa de tal modo que el çîçîth sea visible al frente. Además, desde la dispersión los judíos piadosos idearon un artículo de vestir, el pequeño tálîth, que les permite observar la Ley todo el tiempo. Este tálîth es similar en forma a un escapulario grande, con las borlas atadas a las cuatro esquinas, y es usado como una pieza de ropa interior. Los hombres sólo usan el tálîth y el çîçîth.

Bibliografía: Talmud of Jerusalem, Treat. Çîçîth (Venecia, 1522-1523); trad. al francés por Schwab, París, 1871-1890; MAIMONIDES, Yad Ha-hazakah (1ra ed. sin lugar o fecha; 3ra ed., Constantinopla, 1509); BUXTORF, Lexicon Talmudicum, s.v. Cîcîth (Basilea, 1639; Leipzig, 1869-1875); IDEM, Synagoga Judaica, 160-170 (Basilea, 1603); HILLER, Dissertatio de vestibus fimbriatis Hebræorum in UGOLINI, Thesaurus Antiquitatum Sacrarum, XXI (Venecia, 1744-1769).
Fuente: Souvay, Charles. "Fringes (in Scripture)." The Catholic Encyclopedia. Vol. 6. New York: Robert Appleton Company, 1909.<http://www.newadvent.org/cathen/06307b.htm>.
Traducido por Luz María Hernández Medina

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