Tres personajes del AT llevan este nombre que significa "Yahvé es fuerte":
1. El noveno rey de Judá (796-781), hijo de Joás y de Yehoadán. Sus contemporáneos en Israel son Joacaz, Joás y Jeroboán II. "Obró lo recto a los ojos de Yahvé" aunque no siempre "con un corazón íntegro (2Cró 25,2)". Respetando al pie de la letra la ley formulada por el DEUTERONOMIO (Dt 24,16) que tiende a imponer la responsabilidad individual, hizo matar a los servidores que habían asesinado a su padre, pero no a los hijos de éstos. Vence a los edomitas, al Sur; pero es vencido, al Norte, por Joás de Israel, que le hace prisionero, abre una brecha en la muralla de Jerusalén y saquea el Templo. Muere asesinado en Laquís por unos conjurados que, al parecer, no le han perdonado su derrota ante Joás de Israel; le sucede su hijo Azarías, también llamado Ozías. El Cronista no le concede elogios debido a su actitud religiosa: fue vencido por haber buscado a los dioses de Edom (2R 14,1-22; 2Cró 25).
2. Un guerrero de la tribu de Judá, censado entre los guerreros del rey Josafat (871-848 a.C). Es llamado hijo de Zikrí y "consagrado a Yahvé (2Cró 17,16)"; es decir, que se había ligado a Dios por un voto particular que llevaba implícito múltiples obligaciones y que se llama nazireato. El Cronista pone a este Amasías al frene de doscientos mil guerreros, en un ejército de casi un millón doscientos mil hombres que se atribuyen generosamente al rey de Judá... Herodoto, que ya lo considera una exageración, no asigna más que el doble de esta cantidad al ejército de Jerjes, "el Gran rey", amo del Oriente hasta la India.
3. Un sacerdote del santuario de Betel donde el cisma de Israel había instituido un culto yahvista en torno a la imagen del becerro de oro (1R 12,32). En presencia del rey Jeroboán II acusa de conspirar con el emigo al profeta Amós, que anunciaba el castigo de la impiedad de Israel con una serie de desgracias enviadas por el Altísimo, y hace que le expulsen (Am 7,10-17).
1. El noveno rey de Judá (796-781), hijo de Joás y de Yehoadán. Sus contemporáneos en Israel son Joacaz, Joás y Jeroboán II. "Obró lo recto a los ojos de Yahvé" aunque no siempre "con un corazón íntegro (2Cró 25,2)". Respetando al pie de la letra la ley formulada por el DEUTERONOMIO (Dt 24,16) que tiende a imponer la responsabilidad individual, hizo matar a los servidores que habían asesinado a su padre, pero no a los hijos de éstos. Vence a los edomitas, al Sur; pero es vencido, al Norte, por Joás de Israel, que le hace prisionero, abre una brecha en la muralla de Jerusalén y saquea el Templo. Muere asesinado en Laquís por unos conjurados que, al parecer, no le han perdonado su derrota ante Joás de Israel; le sucede su hijo Azarías, también llamado Ozías. El Cronista no le concede elogios debido a su actitud religiosa: fue vencido por haber buscado a los dioses de Edom (2R 14,1-22; 2Cró 25).
2. Un guerrero de la tribu de Judá, censado entre los guerreros del rey Josafat (871-848 a.C). Es llamado hijo de Zikrí y "consagrado a Yahvé (2Cró 17,16)"; es decir, que se había ligado a Dios por un voto particular que llevaba implícito múltiples obligaciones y que se llama nazireato. El Cronista pone a este Amasías al frene de doscientos mil guerreros, en un ejército de casi un millón doscientos mil hombres que se atribuyen generosamente al rey de Judá... Herodoto, que ya lo considera una exageración, no asigna más que el doble de esta cantidad al ejército de Jerjes, "el Gran rey", amo del Oriente hasta la India.
3. Un sacerdote del santuario de Betel donde el cisma de Israel había instituido un culto yahvista en torno a la imagen del becerro de oro (1R 12,32). En presencia del rey Jeroboán II acusa de conspirar con el emigo al profeta Amós, que anunciaba el castigo de la impiedad de Israel con una serie de desgracias enviadas por el Altísimo, y hace que le expulsen (Am 7,10-17).
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