Felipe II como defensor de la fe, grabado perteneciente al libro Felipe II, Rey de España, de Luis Cabrera de Córdoba, publicado en 1619.
Las
sangrientas guerras de religión, que emprendieron cristianos de diversas
confesiones entre los siglos XVI y XVII, asolaron Europa y son un
ejemplo de cómo la religión puede servir de excusa para otros intereses.
Las
causas de los enfrentamientos eran las ambiciones políticas y económicas
de los diferentes estados europeos, pero el trasfondo religioso
permitía justificar las agresiones y hacer más violenta y despiadada la
guerra.
Por
ejemplo, muchos príncipes y reyes alemanes y del norte de Europa vieron
en el luteranismo el medio perfecto para librarse del control político
del papa y sus aliados, y del pago de impuestos a la iglesia católica,
así como un modo de acrecentar sus propiedades y riquezas al confiscar
los bienes y las tierras eclesiásticos.
Por
su parte, los reyes de países católicos consideraban que luchar contra
los protestantes era un medio de mantener sometidos estos territorios.
Hubo
muchos reformadores religiosos a lo largo de la Edad Media, pero no
tuvieron los seguidores que muy pronto consiguió Lutero. En ese momento
la religión sirvió como pretexto para marcar las diferencias, establecer
nuevas identidades y justificar el conflicto.
A la
vez que se producían estas guerras por toda Europa, durante la Edad
Moderna intentó eliminarse cualquier tipo de diferencia religiosa dentro
de cada reino.
En
España, la Inquisición persiguió violentamente a todos los no católicos.
Pero también los calvinistas fueron intolerantes y emplearon la
violencia en Ginebra, los anglicanos en Inglaterra y los luteranos en
los principados de Alemania. Polonia se mantuvo como nación católica
precisamente para conservar su identidad frente a los pueblos que la
rodeaban por el este y el oeste, y que a lo largo de la historia habían
ocupado su territorio: en occidente, los alemanes luteranos y en
oriente, los rusos ortodoxos.
La
Edad Moderna en Europa fue un período intolerante y sangriento, en el
que se buscó la uniformidad religiosa a costa de perseguir y eliminar
todo tipo de diferencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Procura comentar con libertad y con respeto. Este blog es gratuito, no hacemos publicidad y está puesto totalmente a vuestra disposición. Pero pedimos todo el respeto del mundo a todo el mundo. Gracias.