Véase el hecho de la Ascensión
La ascensión de Cristo a los cielos se conmemora el día número 40 después del domingo de Pascua, de conformidad con lo escrito por San Marcos 16:19, Lucas 24:51 y hechos de los Apóstoles 1:2.
Esta festividad es también conocida en la iglesia oriental como analepsis o el ascenso; o también como el episozomene la salvación; con lo cual se denota la ascensión de Cristo en su Gloria y con lo que se completo el trabajo de nuestra redención. Los términos que se utilizan en occidente como Ascensión y ocasionalmente como ascensa significa que Cristo se elevó por sus propios poderes.
La tradición designa al monte Olivet cerca de Betania como el lugar donde Cristo dejó la tierra. La festividad cae en jueves. Es una de las festividades ecuménicas y una de las más solemnes en el calendario conjuntamente con la festividad de la Pasión, la de la Pascua y la de Pentecostés. Tiene una vigilia y desde el siglo XV una octava la cual es parte de la novena de preparación para Pentecostés de acuerdo a las direcciones dadas por el Papa León XIII.
Historia: La observancia de esta festividad es muy antigüa. Aunque no hay evidencia documental se considera que existe con anterioridad del siglo V. San Agustín indica que tuvo un principio apostólico y habla de ello de una forma tal que muestra la observancia universal que de la festividad hacia la iglesia antes del tiempo de San Agustín. También se menciona frecuentemente en los escritos de San Juan Crisóstomo, San Gregorio de Nyssa y en la Constitución de los Apóstoles.
El peregrinaje de Sylvia (Peregrinatio Etheriae) habla de la vigilia de esta festividad y propiamente de la festividad de tal forma que las mismas eran observadas también en la iglesia de Belén lugar en el cual Cristo había nacido (Duchesne, Christian Worship, 491-515).
Pudo haber sido antes del siglo V el hecho que se narra en los evangelios referente a conmemorar una conjunción entre las festividades de Pascua y de Pentecostés. Algunos creen, aunque existe mucha disputa al respecto, que el decreto número 43 del Concilio de Elvira (c.300) condenaba la práctica de observar una festividad en el día número 40 después de la Pascua y que se dejaba de lado el guardar la festividad de Pentecostés en el día número 50 después de Pascua. Esto implica que el uso del tiempo tenía relación con la conmemoración de la Ascensión conjuntamente con Pentecostés. La representación de los misterios pueden encontrarse en dípticos y frescos que datan de principios del siglo V.
Tradiciones: Ciertas tradiciones tienen relación con la liturgia de esta festividad tales como la bendición de granos y de uvas luego de la conmemoración de los muertos en el canon de la misa, la bendición de los primeros frutos luego del rogatorio de los días, la bendición de las velas y el uso de las mitras por el diácono y subdiacono así como la extinción del cirio pascual y las procesiones triunfales con antorchas fuera de las iglesias para conmemorar el ingreso de Cristo a los cielos. Fue una tradición inglesa llevar algunos estandartes con el símbolo del león y a los pies de este el del dragón, para simbolizar el triunfo de Cristo con su ascensión sobre el mal. En algunas iglesias la escena de la ascensión fue tímidamente reproducida elevando la figura de Cristo, en tanto que el mal se hacia descender.
En las liturgias generalmente esta celebración significa celebrar el sentido de finalización del trabajo de nuestra salvación y el hecho de nuestra glorificación con Cristo y su entrada en los cielos con nuestra naturaleza humana en forma glorificada.
DUCHESNE, Christian Worship (London, 1904); NILLES Kalendarium Utriusque Ecclesiae (Innsbruck, 1897), II. 362-374; CABROL, in Dict. d'arch. chrét. et liturg. BUTLER, Feasts and Fasts; GUÉRANGER, III, s. v.
JOHN J. WYNNE Transcripción de las Monjas Dominicanas de Clausura del Monasterio del Infante de Jesús, Lufkin, Texas. Traducción al castellano de Giovanni E. Reyes Dedicado a Cristo Rey
La ascensión de Cristo a los cielos se conmemora el día número 40 después del domingo de Pascua, de conformidad con lo escrito por San Marcos 16:19, Lucas 24:51 y hechos de los Apóstoles 1:2.
Esta festividad es también conocida en la iglesia oriental como analepsis o el ascenso; o también como el episozomene la salvación; con lo cual se denota la ascensión de Cristo en su Gloria y con lo que se completo el trabajo de nuestra redención. Los términos que se utilizan en occidente como Ascensión y ocasionalmente como ascensa significa que Cristo se elevó por sus propios poderes.
La tradición designa al monte Olivet cerca de Betania como el lugar donde Cristo dejó la tierra. La festividad cae en jueves. Es una de las festividades ecuménicas y una de las más solemnes en el calendario conjuntamente con la festividad de la Pasión, la de la Pascua y la de Pentecostés. Tiene una vigilia y desde el siglo XV una octava la cual es parte de la novena de preparación para Pentecostés de acuerdo a las direcciones dadas por el Papa León XIII.
Historia: La observancia de esta festividad es muy antigüa. Aunque no hay evidencia documental se considera que existe con anterioridad del siglo V. San Agustín indica que tuvo un principio apostólico y habla de ello de una forma tal que muestra la observancia universal que de la festividad hacia la iglesia antes del tiempo de San Agustín. También se menciona frecuentemente en los escritos de San Juan Crisóstomo, San Gregorio de Nyssa y en la Constitución de los Apóstoles.
El peregrinaje de Sylvia (Peregrinatio Etheriae) habla de la vigilia de esta festividad y propiamente de la festividad de tal forma que las mismas eran observadas también en la iglesia de Belén lugar en el cual Cristo había nacido (Duchesne, Christian Worship, 491-515).
Pudo haber sido antes del siglo V el hecho que se narra en los evangelios referente a conmemorar una conjunción entre las festividades de Pascua y de Pentecostés. Algunos creen, aunque existe mucha disputa al respecto, que el decreto número 43 del Concilio de Elvira (c.300) condenaba la práctica de observar una festividad en el día número 40 después de la Pascua y que se dejaba de lado el guardar la festividad de Pentecostés en el día número 50 después de Pascua. Esto implica que el uso del tiempo tenía relación con la conmemoración de la Ascensión conjuntamente con Pentecostés. La representación de los misterios pueden encontrarse en dípticos y frescos que datan de principios del siglo V.
Tradiciones: Ciertas tradiciones tienen relación con la liturgia de esta festividad tales como la bendición de granos y de uvas luego de la conmemoración de los muertos en el canon de la misa, la bendición de los primeros frutos luego del rogatorio de los días, la bendición de las velas y el uso de las mitras por el diácono y subdiacono así como la extinción del cirio pascual y las procesiones triunfales con antorchas fuera de las iglesias para conmemorar el ingreso de Cristo a los cielos. Fue una tradición inglesa llevar algunos estandartes con el símbolo del león y a los pies de este el del dragón, para simbolizar el triunfo de Cristo con su ascensión sobre el mal. En algunas iglesias la escena de la ascensión fue tímidamente reproducida elevando la figura de Cristo, en tanto que el mal se hacia descender.
En las liturgias generalmente esta celebración significa celebrar el sentido de finalización del trabajo de nuestra salvación y el hecho de nuestra glorificación con Cristo y su entrada en los cielos con nuestra naturaleza humana en forma glorificada.
DUCHESNE, Christian Worship (London, 1904); NILLES Kalendarium Utriusque Ecclesiae (Innsbruck, 1897), II. 362-374; CABROL, in Dict. d'arch. chrét. et liturg. BUTLER, Feasts and Fasts; GUÉRANGER, III, s. v.
JOHN J. WYNNE Transcripción de las Monjas Dominicanas de Clausura del Monasterio del Infante de Jesús, Lufkin, Texas. Traducción al castellano de Giovanni E. Reyes Dedicado a Cristo Rey
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Procura comentar con libertad y con respeto. Este blog es gratuito, no hacemos publicidad y está puesto totalmente a vuestra disposición. Pero pedimos todo el respeto del mundo a todo el mundo. Gracias.