miércoles, 12 de agosto de 2015

Persecuciones a la Iglesia Católica en la Segunda Guerra Mundial y a Pío XII

Persecuciones contra la Iglesia Católica que tomaron lugar en el pontificado de el Papa Pío XII (1939-1958). El cargo de Pío XII en la Iglesia coincidió con la Segunda Guerra Mundial e inicios de la Guerra Fría y aumento de la descolonización europea. Durante esta época la Iglesia Católica tuvo que encarar la persecución bajo los regímenes Fascista y Comunista. La persecución Nazi a la Iglesia fue más extrema en la Polonia Ocupada. La derrota del fascismo al final de la Segunda Guerra Mundial acabó con una serie de persecuciones, pero fortaleció la posición del Comunismo a través del mundo, intensificando otras persecuciones más lejanas - sobre todo en Europa del Este, la URSS y después gentes de la República China. La Iglesia Católica estuvo bajo ataque en todos los países de gobierno comunista, y perdió mucha presencia en Albania, Bulgaria, Yugoeslavia, Rumania, China Comunista y la URSS. Resumen El pontificado de Pio XII coincidió con la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y los primeros estadios de la Guerra Fría. La Iglesia Católica fue reprimida bajo el Imperio Nazi y bajo los entonces denominados estados comunistas establecidos en el Centro y Este de Europa después de la guerra. La Iglesia Católica fue sistemáticamente reprimida por los Nazis y fue más severa en la Polonia ocupada, donde las iglesias, seminarios, monasterios y conventos fueron sistemáticamente cerrados y miles de clérigos y monjas fueron o asesinados, o hechos prisioneros o deportados. Más de sesenta millones de católicos fueron sujetos a los mandatos estalinistas desde el Río Elba en Alemania hasta Taiwán después de la Segunda Guerra Mundial. Deportaciones masivas de poblaciones católicas del Este de Europa hasta Siberia y persecuciones a la Iglesia que siguieron desde los nuevos territorios adquiridos. Durante la época de Joseph Stalin, la Iglesia experimentó las persecuciones más sistemáticas de su historia en los países orientales. Según John Cornwell, la Iglesia tuvo que enfrentar el dilema de: hacer compromisos con los regímenes para sobrevivir o resistir o enfrentar el riesgo de aniquilación. Para salvaguardar su fe, el Vaticano intentó por los dos medios en repetidas ocasiones. Unos pocos años después de la muerte de Joseph Stalin en 1953, la persecución disminuyó en grados diversos en Polonia y Yugoeslavia. En Alemania del Este y Hungría, estuvo sujeta al desarrollo de ataques, pero fue capaz de continuar algunas de sus actividades, pero a muy reducida escala. En Albania Bulgaria, Checoslovaquia y Hungría la persecución continuó hasta el punto de enfrentar la extinción. En tierras de China la Iglesia dejó de "existir" al menos públicamente, durante el pontificado de Pio XII.

Persecuciones Fascistas Persecuciones Nazis Alemania[editar]

Prisioneros sobrevivientes en el campo de concentración de Dachau levantan las manos el día de su liberación. De 2.700 ministros finalmente hechos prisioneros durante la SGM, más de 2.600 eran sacerdotes católicos, 2.000 fueron masacrados.1
La Iglesia Católica había sido un destacado oponente al surgimiento del Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores entre los años 20 y comienzos de los 30. Tras tomar el poder en 1933, y a pesar del contrato firmado con la Iglesia prometiendo lo contrario, el gobierno Nazi de Adolfo Hitler empezó a reprimir a la Iglesia Católica como parte de una política totalitarista de eliminar fuentes de autoridad que les hacían competencia. Los nazis arrestaron a miles de miembros del Partido del Centro Católico Alemán, además de clérigos católicos y cerró institutos y escuelas católicas. A medida que el Tercer Reich se expandía, miles de más clérigos católicos fueron hechos prisioneros o asesinados y las instituciones católicas deshechas por los Nazis. De acuerdo al biógrafo de Hitler Alan Bullcok, Hitler era: "un hombre que no creía ni en Dios ni en la conciencia ("un invento judío, una cicatriz como la circuncisión"). Bullock escribió que Hitler tenía cierto aprecio por el poder organizativo del Catolicismo, pero un absoluto desprecio por sus principales enseñanzas, de las cuales decía, si se llevan a su conclusión "significarían el cultivo sistemático del fracaso humano". Bullock escribió que "una vez terminada la guerra Hitler se prometió a sí mismo, desraizaría y destruiría la influencia de las iglesias cristianas, pero que hasta entonces sería circunspecto". A los ojos de Hitler el Cristianismo era solo una religión propia para los esclavos, en particular detestaba su ética. Declaraba que sus enseñanzas eran una rebelón contra la ley de selección natural de la supervivencia del más fuerte. Alfred Rosenberg fue el artífice original y vocero del programa del partido Nazi y su ideólogo oficial. Era un rabioso anti-semita y anticatólico. En su libro "Mitos del Siglo Veinte" publicado en 1930, Rosenberg propuso cambiar el Cristianismo por el Neo-Paganismo del rito de la sangre. El lugarteniente de Rosenberg y Hiltler, Martin Bormann colaboró activamente en el programa nazi de eliminación de la influencia de la Iglesia -un programa que incluía la abolición de los servicios religiosos en las escuelas; la confiscación de propiedades religiosas; hacer circualr material anti-religioso entre los soldados; y el cierre de las facultades de teología. El gobierno nazi clausuró las publicaciones católicas, disolvió la Liga de la Juventud Católica y miles de sacerdotes, monjas y líderes imputados con falsos cargos. La Gestapo violó la santidad del confesionario para obtener información. Erich Klausener, presidente de la Acción Católica en Alemania, dio un discurso en el congreso católico en Junio de 1934, criticando al régimen. Fue asesinado de un disparo en su oficina la Noche de los Cuchillos Largos en Junio 30. Todo su personal fue enviado a campos de concentración. Los jardines de niños de la Iglesia fueron cerrados, los crucifijos quitados de las escuelas, la prensa católica fue clausurada y los programas de asistencia humanitaria fueron restringidos basándose en que ayudaban a "otras razas". Muchas de la clerecía alemana fue enviada a campos de concentración por manifestar oposición al régimen Nazi, o en algunas regiones simplemente por sus creencias. Muchos feligreses pagaron su oposición con sus vidas. Más de 300 monasterios y otras instituciones fueron expropiadas por las SS. El Vaticano editó dos encíclicas oponiéndose a las políticas de Mussolini y Hitler: Non Abbiamo Bisogno en 1931 y Mit Brennender Sorge en 1937, respectivamente. La Iglesia Católica condenó oficialmente la teoría nazi del racismo en Alemania en 1937 con la encíclica "Mit Brennender Sorge" firmada por el Papa Pío XI. Contrabandeada en Alemania y para evitar que fuera censurada; para ser leída desde los púlpitos de todas las iglesias católicas alemanas, condenaba la ideología nazi como "insana y arrogante". Denunciaba el mito nazi de "sangre y suelo", condenaba el neopaganismo del nazismo, su guerra de aniquilación contra la Iglesia, y además dscribía a l Führer mismo como "un profeta loco poseído de repulsiva arrogancia". Fue escrita parcialmente como respuesta las Leyes Raciales de Núremberg y como respuesta a la persecución de la Iglesia. Después del estallido de la Segunda Guerra Mundial, el Vaticano, a cargo del Papa Pío XII siguió una política de neutralidad. La Santa Sede propuso la paz y habló en contra del racismo, selfish nationalism, atrocidades en Polonia y otros asuntos. El papa permitió a la sjerarquías nacionales evaluar y responder sobre sus situaciones locales, pero estableció el Servicio de Información del Vaticano para proveer de ayuda a los refugiados de guerra y salvar miles de vidas con instrucciones secretamente dadas a los judíos.

En Polonia[editar]

Según Norman Davis, el terror nazi fue "más feroz y prolongado en Polonia que en cualquier otra parte de Europa". La ideología Nazi veía "polos" étnicos. La vasta mayoría de etnia católica polaca como "infra-humanos". Después de la invasión del Oeste de Polonia en 1939 los nazis instigaron una política genocida contra la minoría de judíos polacos y de asesinar o suprimir las élites de la etnia polaca: incluyendo líderes religiosos. En 1940 Hitler proclamó: Los polacos deben tener un solo amo - un alemán. Dos amos no pueden existir el uno al lado del otro, y por esto es que todos los miembros de la inteligencia polaca deben ser asesinados. La Iglesia Católica fue brutalmente suprimida en Polonia. Entre 1939 y 1945, aproximadamente 3.000 (18%) miembros de la clerecía, fueron masacrados; de estos 1.992 murieron en campos de concentración. Durante la invasión de 1939, escuadrones especiales de la muerte de la SS y la policía arrestó o ejecutó a aquellos considerados capaces de resistirse a la ocupación: incluyendo profesionales, sacerdotes y oficiales del gobierno. El siguiente verano, la A-B Aktion realizó redadas a muchos miles de la inteligencia polaca a través de la SS que vio morir a disparos a sacerdotes en el sector del gobierno General. Históricamente, la iglesia había sido una fuerza de liderazgo en el nacionalismo polaco contra la dominación extranjera, así que los nazis tuvieron como objetivo al clero, monjes y monjas en sus campañas de terror. El tratamiento fue más severo en las regiones anexadas donde las iglesias fueron sistemáticamente cerradas y la mayoría de los sacerdotes fueron o asesinados o hechos prisioneros o deportados. Los seminarios y los conventos fueron cerrados. 1.992 sacerdotes polacos murieron en campos de concentración. 80% de la clerecía católica y cinco obispos fueron enviados a campos de concentración en 1939; 108 de ellos son considerados beatos mártires. Cerca de 1 millón y medio fueron llevados a realizar trabajos forzados en Alemania. Tratados como racialmente inferiores tenían que llevar una letra P color púrpura cocida en sus ropas - el contacto sexual con los polacos estaba penado con la muerte. Además del genocidio de los judíos polacos fue estimado entre 1'800.000 y 1'900.000 de ciudadanos polacos que fueron asesinados durante la ocupación alemana y durante la guerra.

En otros territorios[editar]

Durante la ocupación nazi de Holanda, los obispos holandeses condenaron el rapto nazi de los judíos. Los nazis hicieron una retaliación con una serie de medidas represivas. Muchos católicos estuvieron involucrados en huelgas y protestas contra el trato a los judíos, y los nazis ofrecieron eximir a los conversos y judíos casados con no judíos si las protestas cesaban. El arzobispo de Utrecht y otros católicos rehusaron a acatar tal cosa, y los nazis comenzaron a hacer redadas a todos los étnicamente Judíos católicos. Casi 40.000 judíos fueron escondidos por la Iglesia Holandesa y 49 sacerdotes asesinados en el proceso. Entre los católicos de Holanda secuestrados en esta forma estaban Santa Edith Stein, quien murió en Auschwitz.

Persecución Japonesa[editar]

La expansión del Imperio Japonés desde 1941 estuvo acompañada de muchas atrocidades contra los misioneros, clérigos, monjas y laicos. El Imperio Japonés había desarrollado el Imperio Shinto como la religión imperial y promovió la noción de la divinidad del Emperador. La propaganda japonesa identificaba a los católicos con la dominancia europea especialmente entre su propia y pequeña comunidad católica; pero también en comunidades más grandes en Timor del Este, Corea, Indo China Francesa y las Indias Occidentales Holandesas, las Filipinas, Singapur, Hong Kong, Papua Australiana, Nueva Guinea y otras partes. En las filipinas de mayoría católica, sacerdotes y seminaristas estaban internados. Los cinco sacerdotes columbanos fueron asesinados en Malate y son recordados como los Mártires de Malate. En la Nueva Guinea Australiana, sacerdotes y religiosos fueron llevados prisioneros a campos de concentración. Desde 1943 la tolerancia japonesa al Cristianismo había cambiado a confrontación. Tropas interfirieron con prácticas religiosas católicas y destruyeron edificios de la Iglesia. Cerca de 100 católicos fueron asesinados por continuar catequizando. el Martir Peter To Rot empezó con sus deberes de catecista después de que los japonese invasores hicieran prisioneros a los misioneros locales. Formas de alabanza fueron olvidadas después de la Batalla del Mar de Coral y To Rot fue arrestado y ejecutado por los japoneses en 1945. Llegó a ser el primer melanesio en ser beatificado en 1995.

Persecuciones comunistas[editar]

Actitud de la Iglesia Pío XII fue un diplomático que avalaba las relaciones diplomáticas en orden a mantener contacto con la Iglesia local. Como previamente con Alemania bajo el gobierno Nacional Socialista, el Papa Pío XII rehusó romper relaciones diplomáticas con las autoridades comunistas. Por consiguiente, después de la SGM , el Vaticano mantuvo sus nuncios en Polonia, Hungría Yugoslavia, Checoslovaquia, Rumania y China, hasta que estos países agudizaron las relaciones, y además interrumpiendo la comunicación con los obispos. El Vaticano respondió dando a los obispos locales autoridad sin precedentes para acordar con autoridades por si mismos, pero sin garantizar el derecho a definir por completo las relaciones, vistas como un privilegio de la Santa Sede. En encíclicas como Invicti Athletae, y cartas apostólicas a los obispos checos, polacos, húngaros, chinos y rumanos, el Papa animó a los obispos locales a ser firmes, modestos y sabios en sus deberes con las autoridades comunistas. Excomulgó a todos aquellos que hicieron prisioneros a cardenales y obispos como en el caso de Aloysius Stepinac, József Mindszenty, Grősz József, Josef Beran, Stefan Wyszyński y Augustin Pacha. En un intento para prevenir la usurpación de los oficios eclesiásticos, el Vaticano con excomulgar a cualquiera que así hiciera o ilegalmente otorgara o recibiera ordenación episcopal. Sin embargo, el vaticano no tuvo éxito en contener los entrometimientos de los régimenes de China y Checoslovaquia. Si embargo estas personas no fueron excomulgadas. En su última encíclica Ad Apostolorum Prinicipis a los obispos de China el Papa Pío XII expresó la opinión, que los obispos y sacerdotes cismáticos son el último paso para la eliminación de la Iglesia Católica en ese país. Surgen preguntas de porque el vaticano nombró obispos estadounidenses poderosos pero muchas veces faltos de experiencia como nuncios en algunos países orientales, dadas las tendencias anti-estadounidenses, anti-imperialistas, en estos países. Aunque no hay documentación sobre los motivos del Vaticano, una posible razón pudo ser la relativa seguridad para los estadounidenses en países extranjeros. Políticas de persecución a la Iglesia Por siglos, fue difícil el acceso a China para la Iglesia Católica, porque no reconoce la costumbre confuciana local de rendir honores a los miembros fallecidos de una familia. Para los chinos es este un antiguo ritual, para el Vaticano, un ejercicio religioso que entra en conflicto con el dogma católico. Como resultado la Iglesia hizo poco progreso en China. A un mes de su elección el Papa Pío XII realizó un cambio dramático en estas políticas. En Diciembre 8, de 1939, la Sagrada Congregación para la Propagación de la Fé expidió una solicitud de una nueva instrucción de Pío XII, por la cual las costumbres Chinas no eran consideradas más supersticiones, si no una forma honorable de relativa estima y por lo tanto permitida para los cristianos católicos. El gobierno de China estableció relaciones diplomáticas con el Vaticano en 1943, por un breve lapso. La resolución del Papa cambió la situación eclesiástica en China en una forma casi revolucionaria. Como la Iglesia empezó a florecer, Pío XII estableció una jerarquía eclesiástica local, y, y recibió al arzobispo de Pekín, Thomas TienKen-sin, SVD, en el sagrado colegio de cardenales. Después de la SGM, cerca de cuatro millones de chinos pertenecían a la fé católica. Esto era menos del uno por ciento de la población pero los números aumentaron dramáticamente. En 1949, existían 20 arquidiócesis, 85 diócesis, 39 prefecturas apostólicas, 3080 misioneros extranjeros 2557 sacerdotes chinos. El establecimiento del régimen comunista de Mao ZeDong en 1949 puso estos primeros avances a la espera y empezó la persecución a muchos sacerdotes y a la fe en la China. Se formó una Iglesia patriótica China. Desde ese tiempo, la perseguida Iglesia Católica existe como una pequeña fracción oculta y en lo secreto solamente. Las pérdidas fueron considerables. Por ejemplo, en 1948, la Iglesia Católica tenía aproximadamente 254 orfanatos y 196 hospitales con 81.628 camas. La clerecía católica experimentó una vigilancia creciente. Los obispos y sacerdotes fueron forzados a tomar trabajos denigrantes para ganar su sustento. Los misioneros extranjeros fueron acusados de ser agentes extranjeros quienes convertirían al país a las fuerzas imperialistas.

El Papa Pío XII y Rusia[editar]

Las relaciones entre las autoridades soviéticas y el Vaticano siempre fueron difíciles. En Enero 23 de 1918, el gobierno soviético declaró la separación de Estado e Iglesia y empezó con la disolución sistemática de instituciones católicas y la confiscación de propiedades de la Iglesia Católica. Dos años después, en 1920, el Papa Benedicto XV lanzó la encíclica Bonum Sana en la cual condenó la filosofía y las prácticas del comunismo. Pío XI siguió esta línea con numerosas declaraciones y las encíclicas Miserantissimus Redemptor , Caritate Christi, y Divini Redemptoris. El pontificado de Pío XII desde un comienzo enfrentó estos problemas, como el que grandes partes de Polonia, los Estados Bálticos y sus poblaciones católicas fueran incorporadas a la URSS. Al mismo tiempo fueron atacadas las Iglesias Católicas Unidas de Armenia, Ucrania y Rutenia. Los intentos soviéticos de separar la Iglesias Unidas de Roma, reflejadas no solo en las políticas soviéticas, si no que fueron la continuación de siglos de viejas políticas rusas hacia el Papado, ya visto como anti-ruso. Él también fue alertado, de que meses antes de la encíclica Orientales Omnes, todos los obispos católicos de la Iglesia Ucraniana habían sido arrestados. Josyf Slipyj, Gregory Chomysyn, John Laysevkyi, Nicolas Carneckyi, Josaphat Kocylovskyi Some, incluyendo el obispo Nicetas Budka perecieron en Siberia. Sometidos a las farsas judiciales estalinistas, todos ellos recibieron severas sentencias. Los líderes que quedaban de las jerarquías y jefes de todos los seminarios y oficinas episcopales fueron arrestados y juzgados entre 1945 y 1946. Así pues después de que le fue robado todo su liderazgo, se desarrolló un "movimiento espontáneo" para la separación de Roma, y la unificación con la Iglesia Ortodoxa. Le siguieron el arresto masivo de sacerdotes. En Lemko cerca de quinientos sacerdotes fueron puestos bajo las rejas en 1945 o enviados al Gulag, oficialmente llamado: "un destino desconocido debido a razones políticas". Las instituciones de la Iglesia fueronconfiscadas y expropiadas; iglesias , monasterios y seminarios fueron cerrados y saqueados, las Iglesias Católicas Unidas fueron integradas al Patriarca de Moscú, después todos los obispos y administradores apostólicos fueron arrerstados. La Iglesia Católica de Ucrania de este modo fue liquidada y sus propiedades pasaron a ser parte de la Iglesia Ortodoxa bajo el mandato del Patriarca de Moscú. Después de la muerte de José Stalin en 1953, la "coexistencia pacífica" se volvió sujeto de numeorsas discusiones.. En su mensaje de navidad de 195, Pío XII definió posibilidades y precondiciones para la coexistencia pacífica. Señaló la voluntad del Vaticano de una cooperación práctica, cuando sea posible en interés de la fé. El lento ritmo de desestalinización y la represión soviética de la revolución húngara no produjo los mejores resultados, aparte de modestas mejoras en Polonia y Yugoslavia después de 1956. en Enero de 1958, el ministro del exterior soviñetico Andrey Gromyko expresó la voluntad de Moscú, dfe establecer relaciones con el Vaticano a la luz de la posición dle Papa Pío XII sobre la paz del mundo y los usos de la energía atómica para usos pacíficos, una posición, de la cual el declaró que fue idéntica a la política del Kremlin.

Lituania, Estonia y Letonia[editar]

La pequeña Iglesia católica de Estonia fue aniquilada después de que la Unión Soviética "reintegragra" estos países a su territorio en 1945. Todas las organizaciones de la Iglesia fueron proscritas y encarcelados los obispos. En 1939, el Papa Pío recibió al embajador de Lituania para una reunión final antes de la ocupación soviética. La católica Lituania sufrió especialmente durante el nuevo régimen soviético. al comienzo de la SGM había 800 parroquias, 1.500 sacerdotes, 600 candidatos al presbiterado en cuatro seminarios. Como parte de la represión soviética, la jerarquía completa, una gran parte de la clerecía y cerca de un tercio de la población fueron deportados. Polonia Con el fin de la guerra, el Papa descontinuó su política de neutralidad del tiempo de la guerra, declarando que se había abstenido de protestar durante la guerra, a pesar de las persecuciones masivas. El Partido Comunista de Polonia asumió el control del gobierno en 1947 y empezó a confiscar las propiedades de la Iglesia en los meses subsiguientes. A finales de 1947, los institutos educativos católicos, jardines infantiles, escuelas y orfanatos fueron expropiados también. A comienzos de 1948, empezaron a tener lugar arrestos masivos y farsas judiciales en contra de los obispos católicos y el clero. El Papa Pío XII respondió con una carta apostólica Flagranti Semper Animi, en la cual de defendía a la Iglesia de las tácticas de persecución Estalinista. Sin embargo aumentó la presión contra la Iglesia, de hecho fueron proscritas las reuniones religiosas y las organizaciones. El Papa Pío XII con una carta conmemorando el 10º aniversario del comienzo de la SGM, Decenium Num Expletur. Escribe, que mientras los polacos sufrieron como nadie durante la guerra, diez años después, el sufrimiento continuaba. Cum Jam Lustri conmemora la muerte de dos cardenales polacos: Hlond y Sapieha y animaba a la gente de Polonia. En honor se San Estanislao, el Papa Pío XII lanzó Poloniae Annalibus, dando consuelo y de nuevo expresando su convicción de que cristo vencerá y que la persecución tendrá fin. Para 1952, casi 1.000 sacerdotes habían sido encarcelados, y todos los seminarios e institutos religiosos clausurados. En noviembre 19 de 1953, dirigió al cuerpo diplomático un comunicado protestando contra el encarcelamiento del cardenal Stefan Wyszynki. Después del arresto del cardenal las autoridades comunistas ayudaron a sacerdotes nacionalistas, que aspiraban separarse de Roma. en el tricentésimo aniversario de la exitosa defensa de Jasna Gorá, el Papa Pío XII escribió de nuevo a Polonia felicitando la corajuda defensa de fe en aquella época. Gloriosam Reginam saluda a los mártires polacos de hoy en día y expresa confianza en la victoria de la Reina de Polonia. Saluda al cardenal Stefan Wyszynski sobre su regreso del arresto en octubre de 1956. En 1957, el Papa Pío XII se dirigió al episcopado polaco, el cual celebraba el tricentésimo aniversario del martirio de San Andrés Bobola por los rusos. "Los enemigos de Dios y enemigos de las enseñanzas de Jesús atacan a cristo y a su Iglesia". El Papa pide resistencia y valentía. La gente y el clero deben sobrepasar muchos obstáculos, y además sacrificios de tiempo y dinero, pero nunca deben rendirse. El Papa insta a los obispos de Polonia no dejarse sobrellevar por la situación si no mezclar coraje con prudencia, conocimiento con sabiduría: Actúa audazmente, pero con esa cristiana prontitud del alma, la cual va mano a mano con la prudencia, el conocimiento y la sabiduría. Conserven la Fé Católica y la unidad.

Checoslovaquia[editar]

Pueden arrebatarles la libertad, pero no pueden sacar la fe católica de sus corazones. Pueden volverlos mártires pero nunca traidores. En 1945, el Gobierno Checoslovaco expulsó gentes húngaras y alemanas de los territorios Checoslovacos , así que se redujo grandemente el porcentaje de católicos en el país. Después del golpe comunista en 1948, y que el régimen expulsara al nuncio apostólico y cerrara los seminarios apara la formación de sacerdotes. En Praga fueron proscritos todos lo institutos religiosos católicos y gradualmente suprimió la prensa católica. Se hicieron intentos para dividir el clero en campos opuestos para crear una asociación de amantes de la paz de sacerdotes encabezados por el obispo Joseph Plojhar. El arzobispo Joseph Beran que rehusaron participar fueron sometidos a farsas judiciales públicas y largos encarcelamientos. En 1949, le "Oficina de la Iglesia" gubernamental asumió funciones de la Iglesia Católica.

Hungría[editar]

después de la ocupación de Hungría por el ejército rojo en 1945, las políticas socialistas ganaron gradualmente solo terreno en el territorio del país. Pero en los siguientes cinco años, la Iglesia perdió 3.300 escuelas, numerosos hospitales y periódicos. 11.500 religiosos fueron instados a abandonar sus conventos, monasterios e institutos. Ya el nuncio fue expulsado en 1945. La Iglesia intentó hacer acuerdo con el régimen en 1950, cuando se permitió que continuaran cerca de 10 escuelas católicas. La sobrecogedora experiencia del catolicsimo en Hungría fueron las farsas judiciales y denigramiento del arzobispo Jozsef Grosz y el cardenal Jozsef Mindszenty. Ello resultó en una completa exclusión de la Iglesia de la vida pública y social de Hungría. Jozsef Mindszenty Jozsef Mindszenty había sido encarcelado por los alemanes, liberado por el ejército soviético y fue ordenado obispo en 1944. Después del golpe de estado del Partido Comunista Húngaro, un régimen de terror respaldado por el ejército soviético fue instituido. El Papa Pío XII nombró a Mindszenty Primado de Hungría y lo recibió en el Colegio de cardenales en 1946. "Después de una campaña de propaganda, fue arrestado bajo cargos de colaboración con los nazis, traición, y fraude monetario. Ninguna de las acusaciones era verdadera. fue torturado, mental y físicamente, golpeado diariamente con cachiporras plásticas hasta que confesara. La farsa judicial fue condenada por las Naciones Unidas... Los procedimientos fraudulentos, fueron completamente reportados al Oeste, estremeció y horrorizó a católicos de toro el mundo". El cardenal estuvo en prisión hasta 1956, cuando, durante la Revolución Húngara fue liberado. Después del fracaso de la revolución, vivió en la embajada estadounidense por los siguientes 15 años.

Rumania, Albania y Bulgaria[editar]

Después de la Primera Guerra Mundial, Rumania heredó grandes partes de la Hungría Católica incluyendo grandes poblaciones católicas, las cuales no fueron siempre tratadas bien ente las guerras. La constitución apostólica Solemmni Conventione de 1930 incluye un concordato entre Rumania y el Vaticano. Se permitió apra cuatro diócesis el libre ejercicio de su religión en el país. Debido a las interpretaciones rivales el concordato fue presentado diez años después en 1940. en 1948, el régimen comunista se retractó del concordato y clausuró más institutos católicos. Solo a dos pequeñas diócesis se les permitió continuar, las otras fueron consideradas no existentes. Los seis obispos uinidos y muchos obispos del Rito Latino fueron condenados a largas sentencias. Todas las escuelas fueron cerradas, y las actividades católicas proscritas. Bulgaria pasó a ser una República Popular en octubre 15, 1946. La nueva constitución d e1947 limitaba las actividades religiosas. Siguió una persecución masiva de la Iglesia. La Iglesia perdió todos sus obispados, organizaciones e institutos religiosos. Muchos sacerdotes y religiosos perecieron en los siguientes cinco años, muchos de ellos en Siberia. En Albania, el régimen comunista asumió el papel de liberador, desde que el país estuvo bajo la ocupación italiana desde 1939. La Iglesia Católica fue denunciada como la Iglesia de los opresores. Fueron expulsados todos los sacerdotes y religiosos extranjeros. Obispos locales, sacerdotes y religiosos fueron asesinados, encarcelados o enviados a destinos desconocidos. Como en otros países, se intentó una Iglesia nacional de amantes de la paz también. El gobierno se enorgullecía de si mismo de haber erradicado la religión y cerrado cada Iglesia Católica.

Yugoslavia[editar]

Después de definir relaciones con la Iglesia Ortodoxa en 1929, musulmanes en 1931, protestantes y judíos en 1933, un concordato fue firmado en 1935 entre Yugoslavia y el Vaticano. Después de que la Iglesia ortodoxa excomulgara a todos los políticos involucrados en su parlamento pasajero, revocó el texto por un voto final en la casa suprema. De hecho, sin embargo, el espíritu del concordato fue aceptado y la Iglesia empezó aflorecer en los años anteriores a la SGM. La guerra fue difícil para la Iglesia por que el país fue largamente ocupado por fuerzas italianas y alemanas. En Croacia la cual declaró independencia de Belgrado, un régimen nacionalista fue abierto a las necesidades de la Iglesia, la cual ayudó a abrir las colaboraciones de muchas Iglesias oficiales con las políticas del gobierno croata. Después de la guerra, la persecución sistemática a la Iglesia empezó tal como se realizó en otros países socialistas. Casi 1.3000 miembros del clero fueron asesinados de entre 139 mojes franciscano, 50% de la clerecía fue enjaulada. Como en Checoslovaquia y otros países, Belgrado creó organizaciones de amantes de la paz de sacerdotes progresistas, en un intento para dividir al clero. Un hueso duro de roer en la contienda fue Aloysius Stepincac, quien fue elevado al Colegio de cardenales en 1953. Para el presidente Tito "una provocación", esto representa para el Papa Pío XII "solo un reconocimiento de sus méritos extraordinarios y un símbolo de nuestro afecto y estímulo para nuestros amados hijo e hijas, quienes testifican de su fe con constancia y valentía en tiempos muy difíciles. El Papa explicó que no quería insultar a las autoridades Yugoslavas, pero que no estaba de acuerdo con ninguna de las injustas acusaciones que dieron por resultado con la condena al Arzobispo. A Stepinac no se le permitió recibir el solideo en Roma, y tuvo que esperar bajo arresto domiciliario (inhabilitado para participar den 1958 del cónclave) hasta su muerte en 1960. El Papa Juan Pablo II lo beatificó. Después de su muerte, las relaciones con el Vaticano mejoraron significativamente. en 1974, la Iglesia en Yugoslavia contaba con 15.500 sacerdotes, religiosos y monjas.

Persecución a instituciones religiosas[editar]

Los institutos religiosos y las instituciones son históricamente objetivos visibles en tiempos de conflicto y lucha. Sus casas, conventos o monasterios fueron saqueados, quemados o destruidos a través de Europa por siglos en virtualmente todos los países europeos. El comienzo del pontificado de Pío XII coincidió con el fin de la Guerra Civil Española, en la cual, además de miles de fieles, aproximadamente 4184 sacerdotes, 2365 religiosos 283 religiosas fueron asesinadas en un período de tres años. En la SGM, los religiosos de Polonia someramente la brutal ocupación alemana. Un programa de 30 puntos de 1940 indicaba que "todos los institutos religiosos, conventos y monasterios porque no reflejan la moralidad alemana y por políticas de población". La idea alemana, de tratar a los polacos como "infrahumanos", fue especialmente brutal contra los que representaban las órdenes religiosas. La Gestapo hizo redadas para la masacre, asesinato o deportación a campos de concentración incluyendo numerosos religiosos como el monje franciscano Maximilan Kolbe. Solo en el campo de concentración de Dachau, 2.800 sacerdotes polcaos y religiosos fueron encarcelados, de los cuales aproximadamente 1.000 fueron asesinados o murieron de hambre. Entre abril y octubre de 1942, 500 religiosos polcaos murieron de Dachau, en parte debido al maltrato, hambre, o las cámaras de gas. El por largo tiempo confinado obispo Koslowiecki declara: "Que día feliz, aquel cuando no más era golpeado una, o dos veces". Especialmente brutal fue la Semana Santa de 1942. 1.800 sacerdotes y creyentes fueron castigados con ejercicios físicos ininterrumpidos desde la mañana hasta la noche todos los días. El Papa Pío XII informó a los cardenales en 1945 que en medio de todos los horrores, que los sacerdotes y creyentes habían resistido en los campos de concentración, el destino de los confinados polacos era con mucho el peor. Después de 1945, Polonia estaba resucitando, pero el gobierno polaco continuaba los ataques contra la Iglesia Católica. Todos los religiosos fueron obligados a abandonar hospitales e instituciones educativas, sus propiedades fueron confiscadas. En un lapso de siete años 54 religiosos fueron asesinados. 170 sacerdotes fueron deportados al Gulag. sin embargo después de un cambio en el gobierno la situación de la Iglesia mejoró. El acoso y persecución de la Iglesia pero las vocaciones religiosas fueron permitidas Polonia se convirtió en el único país de Este de Europa que contribuyó con gran número de misioneros religiosos por todo el mundo. En todos los países del Este, después de la SGM, la persecución religiosa adquirió nuevas dimensiones. todas las casas religiosas en Ucrania fueron confiscadas y sus moradores encarcelados o enviados para su casa. Lo mismo en Lituania. En Albania todas las órdenes religiosas fueron obligadas a cerrar. En Bulgaria y Checoslovaquia, todos los monasterios e institutos religiosos fueron cerrados después de 1950. En Hungría 10.000 miembros de órdenes religiosas fueron obligados a dejar sus residencias por tres meses. La jerarquía húngara leggó a un acuerdo con las autoridades, las culaes les permitieron abrir ocho escuelas católicas. En Yugoslavia , todas las órdenes fueron clausuradas después de la guerra y las propiedades confiscadas. en Bosnia numerosos religiosos fueron asesinados, entre ellos 139 sacerdotes franciscanos. Sin embargo, como el régimen de Tito se distanció gradualmente de Moscú, mejoras significativas se notaron en Eslovenia y Croacia durante los dos últimos años del pontificado de Pacelli. en China y Corea del Norte la Iglesia como organización no tuvo más existencia. Los misioneros fueron expulsados, la suerte de muchos creyentes nativos aún es desconocida.

Véase también[editar]

Bibliografía[editar]

  • Acta Apostolicae Sedis (AAS), Roma, Vaticano 1922–1960
  • Gabriel Adrianyi, "Die Kirche in Nord, Ost und Südeuropa", in Handbuch der Kirchengeschichte, VII, Herder Freiburg, 1979
  • Pierre Blet, Pius XII and the Second World War, According to the Archives of the Vatican, Paulist Press, New York, 2000
  • Owen Chadwick, The Christian Church in the Cold War, London 1993
  • John Cornwell, Hitler's Pope, the secret history of Pope Pius XII, Viking, New York, 1999
  • Richard Cardinal Cushing, Pope Pius XII, St. Paul Editions, Boston, 1959
  • ictor Dammertz OSB, "Ordensgemeinschaften und Säkularinstitute", in Handbuch der Kirchengeschichte, VII, Herder Freiburg, 1979, 355–380
  • A Galter, Rotbuch der verfolgten Kirchen, Paulus Verlag, Recklinghausen, 1957,
  • Alberto Giovanetti, Pio XII parla alla Chiesa del Silenzio, Editrice Ancona, Milano, 1959, German translation, Der Papst spricht zur Kirche des Schweigens, Paulus Verlag, Recklinghausen, 1959
  • Herder Korrespondenz Orbis Catholicus, Freiburg, 1946–1961
  • Pio XII, Discorsi e Radiomessaggi, Roma Vaticano, 1939–1958
  • Jan Olav Smit, Pope Pius XII, London Burns Oates & Washbourne LTD,1951
  • Antonio Spinosa, Pio XII, Un Papa nelle Tenebre, Milano, 1992

Referencias[editar]

  1. Volver arriba Vidmar, p. 329.

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