General del rey seléucida Antíoco IV Epifanes. En el año 165 a.C es elegido por el regente Lisias junto con otros dos generales, Tolomeo y Nicanor, que como él eran "amigos del rey", para realizar una amplia operación de limpieza en Judea, donde se estaba activando la resistencia judía encabezada por Judas Macabeo (1M 3,38-39).
Gorgias tuvo que soportar un primer fracaso en el límite de la montaña de Judá y de la Tierra Baja, cerca de Emaús donde Nicanor había decidido acampar con la mayor parte del ejército sirio (1M 3,40).
Con un ejército compuesto por 5.000 soldados de infantería y 1.000 de caballería, irrumpió de noche en el campamento de Judas Macabeo esperando sorprenderle, pero lo encontró vacío. Comenzó entonces la búsqueda de los que lo habían evacuado por las montañas de los alrededores (1M 4,1-2 y 5). Todo en vano. Cuando al día siguiente regresaba al campamento sirio, su tropa de vanguardia al alcanzar las alturas que dominaban descubrió que había sido incendiado y ocupado por las tropas de Judas (1M 4,19-20). Éste, advertido por sus propios espías del desplazamiento de efectivos operado por Gorgias, sacó ventaja de la debilidad relativa del ejército real y lo hizo retroceder hacia la llanura filistea (1M 4,3-4)..., donde iría a encontrarlo Gorgias con sus propias tropas en desbandada (1M 4,21-22). El desgraciado general sólo tomará la revancha gracias a una desobediencia de dos lugartenientes de Judas: José y Azarías, que a pesar de las órdenes recibidas (1M 5,18-19) le provocan delante de Jamnia y son derrotados por él (1M 5,55-61).
Bajo el reinado de Antíoco V Eupátor (164-162 a.C) se vuelve a encontrar a Gorgias como gobernador militar de "Idumea", término con el que entonces se conocía a la región meridional de Judea. Su éxito en Jamnia no le había hecho olvidar la gran derrota de Emaús; está resuelto a hacérselo pagar caro a los judíos y aprovecha cualquier ocasión para perseguirlos, jubilosamente seguido por los idumeos en esta empresa (2M 10,14-15). Judas seguramente también debía querer arreglar cuentas con estos últimos al mismo tiempo que con él. Según la cronología del segundo libro de los Macabeos, mal establecida en esta ocasión, emprende la acción después de la fiesta de Pentecostés del año 63 (?) a.C (2M 12,32). En el encuentro decisivo de la campaña entonces iniciada, Gorgias se libra por poco de ser capturado y consigue huir hasta Marisá (2M 12,33-35), donde probablemente tiene sus cuarteles de "estratega"... Después de esto, ya no vuelve a aparecer en la historia.
Gorgias tuvo que soportar un primer fracaso en el límite de la montaña de Judá y de la Tierra Baja, cerca de Emaús donde Nicanor había decidido acampar con la mayor parte del ejército sirio (1M 3,40).
Con un ejército compuesto por 5.000 soldados de infantería y 1.000 de caballería, irrumpió de noche en el campamento de Judas Macabeo esperando sorprenderle, pero lo encontró vacío. Comenzó entonces la búsqueda de los que lo habían evacuado por las montañas de los alrededores (1M 4,1-2 y 5). Todo en vano. Cuando al día siguiente regresaba al campamento sirio, su tropa de vanguardia al alcanzar las alturas que dominaban descubrió que había sido incendiado y ocupado por las tropas de Judas (1M 4,19-20). Éste, advertido por sus propios espías del desplazamiento de efectivos operado por Gorgias, sacó ventaja de la debilidad relativa del ejército real y lo hizo retroceder hacia la llanura filistea (1M 4,3-4)..., donde iría a encontrarlo Gorgias con sus propias tropas en desbandada (1M 4,21-22). El desgraciado general sólo tomará la revancha gracias a una desobediencia de dos lugartenientes de Judas: José y Azarías, que a pesar de las órdenes recibidas (1M 5,18-19) le provocan delante de Jamnia y son derrotados por él (1M 5,55-61).
Bajo el reinado de Antíoco V Eupátor (164-162 a.C) se vuelve a encontrar a Gorgias como gobernador militar de "Idumea", término con el que entonces se conocía a la región meridional de Judea. Su éxito en Jamnia no le había hecho olvidar la gran derrota de Emaús; está resuelto a hacérselo pagar caro a los judíos y aprovecha cualquier ocasión para perseguirlos, jubilosamente seguido por los idumeos en esta empresa (2M 10,14-15). Judas seguramente también debía querer arreglar cuentas con estos últimos al mismo tiempo que con él. Según la cronología del segundo libro de los Macabeos, mal establecida en esta ocasión, emprende la acción después de la fiesta de Pentecostés del año 63 (?) a.C (2M 12,32). En el encuentro decisivo de la campaña entonces iniciada, Gorgias se libra por poco de ser capturado y consigue huir hasta Marisá (2M 12,33-35), donde probablemente tiene sus cuarteles de "estratega"... Después de esto, ya no vuelve a aparecer en la historia.
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