jueves, 21 de junio de 2012

HARMAGUEDÓN.

Armagedón es un término bíblico que aparece en el libro del Apocalipsis, capítulo 16, versículo 16. Se refiere generalmente al fin del mundo o al fin del tiempo, mediante catástrofes en varias religiones y culturas.

Contenido

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[editar] Armagedón para las distintas religiones

[editar] Cristianismo

La palabra Armagedón deriva del monte Megido (Har Megiddo en hebreo), el sitio donde ocurrió la célebre batalla de Megido (en el siglo XV a. C.) y otras dos más en los años 609 a. C. y 1918 también conocida como el fin del mundo.
La batalla del Armagedón se llevará a cabo justo al final de la gran tribulación y al principio del milenio (reinado mesiánico en la tierra de mil años). Los reyes de la tierra se reunirán en Megido para luchar contra Dios, pero será derrotada por Jesucristo y sus ángeles, arrojando por último la bestia junto con el falso profeta, al lago de fuego, mientras Satanás será atado en lo profundo del abismo por el tiempo que dure el reinado de Jesús y el Espíritu Santo en la tierra.
Al final del milenio, el diablo será liberado por un breve periodo, para que éste, en un último intento, salga a engañar a todas las naciones de la tierra representadas por Gog y Magog y que están bajo el gobierno milenial de Cristo para incitarlas a la guerra, peleando una vez más contra Dios. El diablo será derrotado y lanzado al Lago de fuego y azufre en donde ya se encontrarán la bestia y el falso profeta (recuérdese que ellos fueron lanzados al comenzar el milenio (Ap. 19:20).

[editar] Adventistas del Séptimo Día

Sin embargo, los Adventistas del Séptimo Día tienen una interpretación diferente: la batalla final del Armagedón tendrá lugar en la sexta plaga, antes del período de mil años mencionado en el Libro de revelaciones capítulo 20, que se inicia con la Segunda Venida, durante el cual aquellos que han muerto y/o vivido en Cristo, reinarán con él en el Cielo. De acuerdo a esta afirmación, Cristo (y el Reino Celestial donde residirán durante el milenio) bajarán a la Tierra, al final del período. Cristo levantará entonces a los muertos impios (no arrepentidos). Satán y sus seguidores intentarán vencer a los seguidores de Cristo, Dios destruirá a Satán y los malvados de una vez por todas con un fuego arrasador. La Tierra será incinerada, siendo extinguido todo mal. Entonces, de acuerdo a los dos capítulos finales de la revelación, la Tierra será restaurada a su estado original anterior a la entrada del pecado en el mundo, siendo Cristo y sus santos redimidos declarados victoriosos. Armagedón no es un lugar, es el fin de la persecución por parte del Rey del norte de Daniel 11 al pueblo de Dios, pues Megido es un valle y no un monte.

[editar] Testigos de Jehová

El Armagedón no puede ser sencillamente un conflicto entre las naciones de la Tierra, pues Revelación 16:14 dice que “los reyes de toda la tierra habitada” forman un frente unido en “la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso”. En su profecía inspirada, Jeremías anunció que “los muertos por Jehová” estarían dispersos “desde un extremo de la tierra hasta el mismísimo otro extremo de la tierra” (Jeremías 25:33). Por lo tanto, el Armagedón no es una guerra humana que se libre en un lugar específico de Oriente Medio, sino que es la guerra de Jehová, y abarca todo el planeta.
Observe, sin embargo, que en Revelación 16:16 se llama al Armagedón un “lugar”. En la Biblia, “lugar” puede significar condición o situación; en este caso designa la situación en la que el mundo se une para oponerse a Jehová. En el Armagedón, todas las naciones de la Tierra se alían para luchar contra “los ejércitos que están en el cielo” al mando del “Rey de reyes y Señor de señores”, Jesucristo (Revelación 19:14, 16). El cumplimiento de las profecías bíblicas demuestra que hemos estado viviendo en los últimos días de este sistema de cosas desde 1914.* La parte final de los últimos días estará señalada por un período al que Jesús llamó la “gran tribulación”. La Biblia no dice cuánto durará, pero las calamidades que sobrevendrán durante dicho período serán las peores que el mundo haya experimentado jamás. Esa gran tribulación culminará en el Armagedón (Mateo 24:21, 29).
Dado que el Armagedón es “la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso”, los humanos no pueden hacer nada para aplazarla. Jehová le ha fijado un “tiempo señalado”, y “no llegará tarde” (Habacuc 2:3). Cuando las naciones usen sus armas mortíferas para pelear unas contra otras y después amenacen con destruir a los siervos de Jehová, el Hacedor de la Tierra tomará medidas en el Armagedón bíblico (Revelación 11:18). Esta guerra logrará lo que los hombres temerosos de Dios de la antigüedad solo pudieron tener la esperanza de ver: la vindicación de la gobernación legítima del Dueño de la Tierra, Jehová Dios, sobre toda su creación.
De modo que el Armagedón no es algo que deban temer las personas amantes de la justicia; antes bien, suministra una base para tener esperanza. Esta guerra limpiará de la Tierra toda la corrupción y maldad que vemos hoy, y abrirá el camino para un justo nuevo sistema de cosas bajo el Reino mesiánico de Dios (Isaías 11:4, 5). En vez de ser un fin catastrófico y espantoso, el Armagedón marcará un feliz comienzo para los justos que vivirán para siempre en una Tierra paradisíaca (Salmo 37:10,11).

[editar] Véase también

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