domingo, 3 de febrero de 2013

MARDUK Y CIRO.

 El dios Marduk, representado como un dragón, con patas delanteras de león, traseras de águila y cola de escorpión. Puerta de Ishtar, Babilonia (604-562 a.e.c.).

Marduk era para los babilonios su dios principal. Al convertirse Babilonia en la ciudad más importante de Mesopotamia, situaron a su dios como jefe del panteón. Así aparece en la imagen.

Cuando uno de los mayores conquistadores del mundo antiguo, Ciro II (558-530 a.e.c.), rey de los persas, conquistó Babilonia, tomó una actitud de respeto hacia el dios de la ciudad. Lo aceptó como su dios y lo incluyó en su panteón de divinidades. De esta manera, con su actitud conciliadora, pretendía que las gentes de Babilonia lo aceptaran como nuevo rey. Los persas tomaron esa actitud de respeto hacia las religiones de los territorios que controlaron e hicieron lo mismo con Egipto o con los judíos, por ejemplo, a los que permitieron volver del exilio en Babilonia y reconstruir el templo de Jerusalén. En el siguiente texto se aprecia la actitud reverente del rey hacia Marduk:

«Soy Ciro, rey del mundo, gran soberano [...]. Cuando entré en Babilonia como amigo y establecí la sede de gobierno en el palacio del gobernante, en medio de júbilo y regocijo, Marduk, el gran señor, indujo a los habitantes de Babilonia a amarme, y yo procuré reverenciarlo a diario.

Mis numerosas tropas anduvieron por Babilonia en paz. [...] Me esforcé por la paz en Babilonia y en todas las ciudades sagradas.»

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Procura comentar con libertad y con respeto. Este blog es gratuito, no hacemos publicidad y está puesto totalmente a vuestra disposición. Pero pedimos todo el respeto del mundo a todo el mundo. Gracias.