Es el fundador de los Misioneros de los Sagrados Corazones de Jesús y
de María, nacido un 19 de octubre de 1791 en Secondigliano, antigua
aldea al Norte de la ciudad de Nápoles (Italia). Es el tercer hijo de
Pascual y María Marseglia.
Don Pascual, padre de Cayetano Errico, dirige una humilde fábrica
artesanal para la producción de pastas; la madre teje felpa; claro
ejemplo para hacer que Cayetano le tome amor al trabajo y les ayude en
los distintos oficios en la pequeña fábrica.
El 20 de octubre es bautizado en la iglesia parroquial de los santos
Cosme y Damián con los nombres de Cayetano Cosme Damián. A los siete
años recibe la primera comunión, y a los once, el sacramento de la
confirmación. El niño Cayetano recibe algunas clases académicas en la
escuela comunal impartida por dos maestros sacerdote, Tagliamonte y
Vitagliano.
Su búsqueda religiosa inicia a los catorce años, pidiendo ingresar con
los Capuchinos y después con los Redentoristas; pero el pedido es
rechazado debido a la edad.
Cumplidos los dieciséis años pide ser admitido en el seminario
arzobispal de Nápoles, al cual es admitido, pero como alumno externo, ya
que su familia no tenía los medios económicos para sostener la
formación. Cayetano con esfuerzo y sacrificio camina todos los días para
ir a las clases, soportando las inclemencias del clima, pero que
quedaban pequeñas ente el deseo de formarse para ser un santo sacerdote.
Los que lo veían pasar decían: ¡ahí va San Cayetano! En enero de 1808
viste el hábito talar.
En el tiempo de su formación, frecuenta la escuela con gran provecho,
participa a la misa todas las mañanas, recibe la comunión, ayuda en la
casa, visita todos los jueves a los pacientes del hospital de
«Incurables» de Nápoles llevándoles algún regalo fruto de sus ahorros
semanales, y el domingo recorre las calles con el crucifijo recogiendo a
los niños para el catecismo.
Ordenado sacerdote el 23 de septiembre de 1815, inmediatamente se le
asigna la tarea de maestro comunal, que ejerce por casi veinte años con
diligencia, atención y celo, preocupándose por enseñar, junto con la
cultura, sobre todo los principios cristianos. Se dedica con amor al
servicio pastoral en la iglesia parroquial de los Santos Cosme y Damián.
Desarrolla su actividad apostólica en cuatro direcciones: anuncio de la
Palabra, ministerio de la reconciliación, asistencia material y
espiritual de los enfermos, servicio de la caridad. Cuatro maneras
distintas para decir a los hombres que Dios es Padre y los ama. Tiene
una vida de intensa oración y de rigurosa penitencia.
Una vez ordenado, asume el compromiso de realizar los ejercicios
espirituales cada año en Pagani (Salerno), en la casa de los padres
Redentoristas. En el año 1818, mientras reza en el coro, acontece un
hecho destinado a marcar y cambiar el curso de su vida: se le aparece
San Alfonso para comunicarle que Dios lo quiere fundador de una
Congregación religiosa, dándole como “señal” la construcción de una
Iglesia en honor de la Virgen Dolorosa en Secondigliano. El anuncio de
que es Dios quien quiere la construcción de una Iglesia en honor de la
Dolorosa, es acogido con entusiasmo en Secondigliano por la mayor parte
del pueblo; no faltan los que se ponen en contra, que son pocos, pero
muy aguerridos y combativos, juran que impedirán la construcción de la
Iglesia. Cuando el proyecto parece definitivamente destinado a fracasar,
don Cayetano continúa creyendo en él y asegura a la gente: “La Iglesia
se hará, porque es Dios quien la quiere”. El 9 de diciembre de 1830 la
Iglesia es bendecida.
¡Así era, Ella es, Ella es! Eran las palabras que exclamaba Cayetano
Errico al ver el rostro de la Virgen que había encargado al escultor
Verzella, que después de dieciséis veces pudo llegar a definir el rostro
de la Dolorosa que estaría en la iglesia recién terminada.
Delante del Santísimo Sacramento en el mismo coro de Pagani, el Señor le
manifiesta al Padre Cayetano, que la nueva Congregación “debe ser
fundada en honor de los Sagrados Corazones de Jesús y de María”. Desde
entonces los Sagrados Corazones se transforman en el centro de la acción
apostólica y misionera de nuestro Fundador, y él, en el apóstol de su
amor misericordioso en todo el Sur de Italia.
El amor de los Sagrados Corazones lo impulsa a buscar al hermano pecador
para llevarlo al Padre, incluso a costo de la vida, y a entregarse sin
descanso ni medida, particularmente a los hermanos de los grupos más
desprotegidos: enfermos, obreros, artesanos, campesinos, analfabetos,
muchachas sin dote y extraviadas, encarcelados. Se propone hacer sentir a
todos la presencia de un Padre amoroso, dispuesto al perdón y lento
para el enojo.
En 1833 hace el pedido de fundar el Retiro sacerdotal, el encargo más
importante recibido de Dios: La Congregación de los Misioneros de los
Sagrados Corazones, siendo concedido el 14 de marzo de 1836, que pasando
por las distintas solicitudes, de reconocimiento, declaraciones; es en
abril de 1846 cuando recibe la aprobación definitiva un 7 de agosto por
el Papa Pío IX, quien emite el decreto de aprobación, y el 15 de
septiembre el Breve apostólico.
Don Cayetano es un hombre de Dios, cuyo secreto de santidad estaba en “consumir las rodillas en la oración…”, dejando las marcas de tan digna entrega y vocación. La penitencia es el segundo secreto de su santidad, siendo sobrio en las comidas, haciendo vigilias y fortaleciendo las mortificaciones y los sacrificios con disciplina y rigurosidad.
El 29 de octubre de 1860 a las diez de la mañana, a los 69 años de edad, muere nuestro Fundador, dejando como testamento a sus congregados: “Ámense mutuamente y sean observantísimos de las Reglas”. ¡Ha muerto un santo!, es el comentario unánime de todo el pueblo. Para todos sus paisanos secondiglenses y para todos sus devotos, Cayetano Errico, llamado y conocido como “O Superiore”. El Superior, continúa siendo un «santo», esto es un ejemplo, un punto de referencia, un intercesor, una señal que indica a todos el camino de Dios, que los Sagrados Corazones, por amor, han vivido y delineado en nuestro corazón.
Fue canonizado 2l 12 de octubre de 2008.
Ameth de Santiago Villalobos Hernández, religioso de los Misioneros de los Sagrados Corazones
Revisado y agregado por José Gálvez Krüger.
Don Cayetano es un hombre de Dios, cuyo secreto de santidad estaba en “consumir las rodillas en la oración…”, dejando las marcas de tan digna entrega y vocación. La penitencia es el segundo secreto de su santidad, siendo sobrio en las comidas, haciendo vigilias y fortaleciendo las mortificaciones y los sacrificios con disciplina y rigurosidad.
El 29 de octubre de 1860 a las diez de la mañana, a los 69 años de edad, muere nuestro Fundador, dejando como testamento a sus congregados: “Ámense mutuamente y sean observantísimos de las Reglas”. ¡Ha muerto un santo!, es el comentario unánime de todo el pueblo. Para todos sus paisanos secondiglenses y para todos sus devotos, Cayetano Errico, llamado y conocido como “O Superiore”. El Superior, continúa siendo un «santo», esto es un ejemplo, un punto de referencia, un intercesor, una señal que indica a todos el camino de Dios, que los Sagrados Corazones, por amor, han vivido y delineado en nuestro corazón.
Fue canonizado 2l 12 de octubre de 2008.
Ameth de Santiago Villalobos Hernández, religioso de los Misioneros de los Sagrados Corazones
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