La palabra
gobernador está presente en la Antigua Alianza y es expresada por los autores
con diversos términos: slyt, msl, pqyd, hqq, nasi, nagid, sr.
También se encuentra en la versión griega de los LXX bajo el sustantivo
chiliarcos, del mismo modo los autores neotestamentarios expresaron de
diversas maneras el sustantivo "gobernador". Nosotros, dado el alcance y la
impronta que tiene para el conocimiento de la personalidad fascinante de Jesús
de Nazaret, estudiamos este nombre de oficio, realizado por personajes de origen
y educación romana en la época de Cristo.
En primer lugar,
analizamos el sustantivo "gobernador" en algunos lugares veterotestamentarios y
contemplamos las diversas palabras que usan los hebreos en la Vieja Alianza para
especificar las funciones de este personaje y su influjo en el gobierno de las
ciudades y de los reinos en la antigüedad, sobre todo en las distintas partes de
que se compone el Antiguo Testamento.
En segundo lugar,
el término también se encuentra en la Nueva Alianza, de ahí que nos corresponda
examinar su significado y ver qué apelativos o sinónimos usaron los autores
neotestamentarios.
En tercer lugar,
indicamos los hechos más sobresalientes de la personalidad de Poncio Pilato,
sobre todo como fue visto por sus contemporáneos, sobre todo por Filón, Flavio
Josefo y Tácito.
En cuarto lugar,
estudiamos su intervención en los relatos de la Pasión según los evangelios
sinópticos. Los evangelistas San Mateo, San Marcos y San Lucas observan a este
personaje en el proceso de Jesús, como uno de los protagonistas de la
crucifixión.
1. Antiguo
Testamento
La Antigua Alianza
presenta varios términos en lengua hebrea que en nuestras lenguas vernáculas
traducimos por el vocablo gobernador. No se trata de hacer un elenco del término
en todos y cada uno de los pasajes veterotestamentarios en que aparece, sino más
bien, se trata de explicitar la terminología en aras a poseer una idea
aproximada de su significado.
La palabra hebrea
slyt significa "el que tiene potestad" o "dispone libremente de una cosa"
(Gn 42, 6; Ecl 8, 8), "príncipe" (Ecl 7, 19; 10, 5 Gn 45, 26; Jr 40, 5; Dn 2,
48; Esd 5, 3. 14; Neh 5, 14; Ag 1, 1).
Mientras que el
vocablo hebreo msl "dominador", "jefe" (Jr 30, 21; Jos 12, 2; Sal 105,
20). Sin embargo, la palabra pqyd (Jr 20, 1). La forma hiph'il de esta
raíz es traducida "hecho gobernador" en referencia al nombramiento de Godólías (Jr
40, 5; 42, 2; 2 Re 25, 22).
El gobernador del
ejército era jefe de una unidad. Sin embargo, el término hqq era en su
raíz un concepto de "príncipe" y así aparece en el libro de los Jueces (Jc 5,
9.14) y también en el libro del Génesis (Gn 49, 10). Así incluso se dice de Dios
en un pasaje profético donde se traduce por "legislador" (Is 33, 22).
La historia del
cronista de Israel nos presenta un nuevo término nagfd que sería una
especie de "gobernador" del palacio real (2 Cor 28, 7; 32, 21). Este es el
gobernante o príncipe, incluso en los tiempos del mismo rey (2 Sam 5, 2; 1 Cro
29, 22).
Nasi' es el
príncipe en cada tribu o el "líder" en el reino de Salomón (2 Cro 1, 2) que hoy
podemos compararlo con el jeque de los beduinos.
El príncipe
principal (sr) de una ciudad era llamado "gobernador", como Amón (1 Re 22, 26),
Josué (2 Re 23, 8) y Maasías (2 Cro 34, 8). Este término es usado como
"gobernador del templo" (1 Cro 24, 5). El príncipe de un distrito es llamado
también "gobernador" (1 Re 20, 14). Es probable que sr es también usado en un
sentido general, para indicar el "gobernante del pueblo" (2 Cro 23, 20; Jr 30,
21). En ese sentido Dios también es denominado así (Sal 22, 28).
El término hebreo
más popular para expresar "gobernador" es phh. Es una palabra prestada de
la lengua acádica: bél paháti "señor de un distrito". Y a veces se
traduce por "gobernante". La palabra expresa un poder militar (1 Re 20, 24; 2 Re
18, 24; Jr 51, 23. 26; Neh 2, 7; MI 1, 8).
La forma aramea
aparece en un pasaje del libro de Ester con la connotación de "sátrapa" (Est
5, 3). Los sátrapas eran como especie de gobernadores civiles o diputados
del rey (Est 3, 12). Este término es muy raramente usado para los "gobernadores"
bajo el reinado de Salomón (1 Re10, 15; 2 Cro 9, 14).
El gobernador de
una ciudad conquistada es algunas veces llamado en la lengua acádica sakm.
En lengua hebrea y aramea son "gobernadores o prefectos". El libro de Daniel
le da la acepción de "gobernador" (Dn 2, 48; 3, 2; 6, 7).
Todos estos
términos usados que hemos indicado son intercambiables. Esta es la conclusión de
una comunicación oral del profesor Luis Alonso Schókel que se esforzaba por dar
un significado específico para cada uno de estos vocablos.
El libro de
Zacarías usa la palabra 'Ip "gobernador" que la Biblia griega de los LXX,
traduce por chiliarckos. Sin embargo, en ambos el contexto y la forma
poética es la simple traducción de "clan".
En la literatura
Apocalíptica la palabra "gobernador" se usa para traducir los términos
generales, para ejercitar el liderazgo, como "príncipe, señor, estratega".
2. El Nuevo
Testamento
La palabra
egemon significa "príncipe, soberano", para indicar a Belén, cuna del
Mesías, como que no es "ni mucho menos, como la más pequeña entre los príncipes
de Judá". El evangelista relee una cita profética, donde se dice que Belén es
una "región de Judá" (Miq 5, 1). La versión griega de los LXX por el contrario
dice: "entre los miles de Judá". Es obvio que San Mateo escribe los relatos de
la infancia (Mt 1-2) y no coincide ni con el texto hebreo, ni con el texto
griego del Antiguo Testamento, sino que realiza una relectura para subrayar el
carácter mesiánico de Jesús (Mt 2, 6).
El título de
gobernador romano en las provincias del imperio es epitropos. Mientras en
la literatura rabínica el término epitropos significa "préstamo", en el
interior del Nuevo Testamento se le conceden las acepciones siguientes:
administrador sobre todo desde Claudio (46 d. C.), se designaba así a los
gobernadores de provincias, con la excepción de Egipto. El procurador se usaba
en la primera época solo para los funcionarios de la hacienda pública, tanto en
las provincias imperiales, es decir, aquellas que dependían directamente del
emperador, como en las senatoriales. El procurador administraba las rentas del
imperio en la provincia donde se encontraba, es decir, los asuntos familiares
del emperador, mientras que era el que, en las provincias senatoriales actuaba
como el agente personal del emperador. Así es como se convertía en un
funcionario público, Por eso la diferencia entre "prefecto" y "procurador"
solamente era nominal.
En su origen
significaba administrador de una propiedad, como hemos dicho más arriba,
administrador de una propiedad (Mt 20, 8; Lc 8, 3; Gál 4, 2). También se le
llamaba tutor de alguien que posee una fortuna, pero es menor de edad (Gál
4, 2), o el supervisor de los bienes reales.
Pero las fuentes no
hacen distinción entre procurador y prefecto. Filón habla de epitropos
refiriéndose al prefecto de Egipto. Josefo Flavio designa al gobernador de Judea
con el mismo término y solo a veces con el título de eparckos o egemon.
El Nuevo Testamento es el nombre que más usa para gobernador, aplicado
estrictamente a los gobernadores de rango senatorial.
Otras veces se
denominaba también al gobernador, con el vocablo eparckos, es decir,
"prefecto" porque era el que tenía autoridad en una provincia (Hech 23, 34; 25,
1). A Poncio Pilato se le conoce por este título, según la inscripción aparecida
en el teatro romano de Cesarea marítima en el año 1961, en la excavación llevada
a cabo por la Academia de Ciencias y Letras italiana, dirigida por el profesor
A. Fovra.
Hemos hecho
referencia a Cesarea marítima, porque esta ciudad era la sede habitual del
procurador romano que subía a Jerusalén, solamente en las fiestas, sobre todo
porque debía solucionar todos los problemas de seguridad, debido a la gran
afluencia de peregrinos y visitantes. El gobernador ocupaba el palacio de
Herodes. De ahí, que el pretorio de Jerusalén era el lugar donde estaba
Poncio Pilato, cuando Jesús de Nazaret es condenado (Mc 15, 16; Mt 26, 27; Jn
18, 28.33; 19, 9).
Pero la palabra
egemon es el término que aparece en el Nuevo Testamento para designar al
gobernador romano (Mt 27, 2. 11. 14. 15. 21. 27; 28, 14; Lc 3, 1; 20, 20; Hech
23, 24. 26. 33; 24, 1. 10; 26, 30).
Los gobernadores
romanos administraban la ley y tenían el poder de la vida y de la muerte sobre
los ciudadanos romanos (con la particularidad que podían apelar al emperador en
contra del veredicto del gobernador).
En segundo lugar,
los gobernadores o procuradores también tenían el poder militar (Mt 10, 18; Mc
13, 9; Lc 21, 12). En las provincias administradas por un procurador había solo
tropas auxiliares, es decir, la infantería con una tropa de 500 a 1.000 hombres,
la caballería con un número variable de jinetes.
La tercera
obligación de los gobernadores, sobre todo los de las provinciales
procuracionales, era la administración de las finanzas, como agentes financieros
del emperador. Las tasas, rentas y todo tipo de contribución iban destinadas al
erario público, en vez de al tesoro imperial. Y Judea no era una excepción,
porque debía pagar el impuesto al César (Mc 12, 14s; Mt 22, 17ss; Lc 20, 22ss).
Los tributos eran
recaudados por los publicanos que arrendaban los impuestos de un distrito por
una suma fija anual. En tiempos del Imperio romano, el sistema arrendatario no
se ejercía sobre todo en lo relativo a los impuestos directos que eran
recaudados por funcionarios estatales: los cuestores, en las provincias
senatoriales y los procuradores del emperador, que dependían del gobernador, en
las provincias imperiales. En el caso de Judea el gobernador hacía de
procurador.
Flavio Josefo
menciona a un publicano de nombre Juan en Cesarea (Guerra de los Judíos, II 14,
4). Y también el evangelista San Lucas nos habla de un publicano principal,
Zaqueo, convertido por Jesús de Nazaret, en Jericó (Lc 19, 1-10).
3. El gobernador
Poncio Pilato
Poncio Pilato es el
juez en el proceso de Jesús. Su nombre aparece en el Nuevo Testamento cuarenta y
tres veces (Lc 3, 1-3;13,1; 23, 4. 14.s 22; Mc 15, 1. 2. 4. 5. 9. 12.14.
15.42.44; Mt 27, 2. 17.22.24.58. 65; Jn 18, 29. 31. 33. 35. 37-38; 19, 1. 4.
6.8. 10. 12. 13. 15. 19. 21. 22. 31. 38. 38; Hech 3, 13; 4, 27; 13, 28; 1 Tim 6,
13). Pilato, era un "cives romanus" del orden ecuestre (eques), de la familia (gens)
de los Poncios y ejerció su cargo en Judea desde al año 26 al 36 d. C.
Poncio Pilato es
enviado por Tiberio para suceder en el cargo a Valerio Grato, como prefecto de
Judea (26 d. C.). De su vida anterior sabemos poco, aunque parece ser que
desarrolla una carrera militar. El cargo de procurador lo ejerció Pilato durante
diez años, al cabo de los cuales el legado de Siria. Vitelio lo envió a Roma a
dar explicaciones sobre el tema de la matanza de los samaritanos. El procurador
permaneció en Israel hasta el año 36 de Cristo o al año siguiente.
La inscripción
hallada en el año 1961 en Cesarea marítima le denomina praefectus. Como
prefecto de Judea era un jefe militar encargado de mantener el orden público.
Para ello ejercía un poder coercitivo que carecía de límites, sobre todo, para
aquellos que no tenían la ciudadanía romana.
Otra cosa es la
descripción que de él hace Filón (Leg Gai) que refiere un informe llevado
al emperador y lo tacha de hombre violento, de rapiñas, brutalidades, torturas,
ejecuciones sin juicio, su crueldad espantosa, es decir, "un hombre inflexible y
despiadadamente duro". Es un hombre con sumisión al poder del emperador y una
prueba de ello es su largo mandato en Palestina, cuyo ejercicio realiza de
manera satisfactoria. Aún cuando su predecesor, Valerio Grato desempeña el cargo
durante cuarenta años, los demás exceptuando a Félix, ninguno supera los dos
años.
Hizo que las tropas
militares romanas entraran en la ciudad santa de Jerusalén con las insignias
imperiales desplegadas, lo que hizo que los judíos se enfurecieran, porque no
permitían según el Decálogo, imagen alguna de nadie, porque Dios no consentía
las imágenes (Flavio Josefo, Ant XVIII, 55-59; Bell II, 169-174).
Poncio Pilato
empleó dinero del tesoro del templo para la construcción de un acueducto (Flavio
Josefo, Ant XVIII, 60-62; Bell II, 175-177). Colocó en el palacio
de Herodes escudos votivos con el nombre del emperador y atacó a unos
samaritanos que se habían reunido en el monte Garizín. A causa' de este suceso
es depuesto y fue a Roma a dar cuenta de este luctuoso suceso, para responder de
su comportamiento.
Sabemos que Tácito
da cuenta de la ejecución en la cruz de Jesús de Nazaret, por orden del
gobernador Poncio Pilato (Tácito, Ann XV,
44).
Aunque cometió
éstas y otras torpezas, sus relaciones con los jefes locales fueron buenas. Así,
Caifás desempeñó el cargo de sumo sacerdote, durante todo el mandato del
gobernador. -~ contexto; Pilo-tos.
BIBL. — R. DE
VAUX, Instituciones del Antiguo Testamento, Barcelona 1976, 192-199. DBS
VIII, 273-286; SCHÜRER, Historia del pueblo judío en tiempos de jesús,
Madrid 1985, 462-515.
Antonio
Llamas
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