miércoles, 18 de octubre de 2017

SAN GREGORIO DE ELVIRA


Resultado de imagen de SAN GREGORIO DE ELVIRAObispo de Elíberris, cercana a Granada, muerto ca. el 392. «Gregorio Bélico, obispo de Elíberris, compuso diversos tratados hasta su última ancianidad en estilo sencillo y un libro elegante Sobre la Fe» (S. Jerónimo, De viris illustribus, 105: PI, 23,741). Nacido a principios del s. IV, debió respirar el ambiente subsiguiente al Concilio de Elvira (306?), no exento de rigor contra el arrianismo (V. ARRIO). S. Jerónimo (In librum secundum chronicorum, ad annum 374: PL 27,695) dice de él que «nunca se mezcló a la perfidia arriana», presentándolo a continuación de Lucífero de Cagliari (V. ESCRITORES ECLESIÁSTICOS PRIMITIVOS) con el que estuvo muy relacionada su actuación. El Libellus precum, diatriba descarada contra Osio de Córdoba (v.) y el papa Dámaso (v.), enviada a los emperadores Valentiniano II, Teodosio y Arcadio, debida a los luciferianos Faustino y Marcelino, nos describe un juicio público suscitado por Osio contra G. y la victoria de este último por una intervención del cielo que hiere de muerte a Osio (caps. 9-10: PL 13,89-91). El espíritu sectario de sus autores y las afirmaciones inverosímiles que contiene impiden que se le pueda dar fe (cfr. L. Saltet, Fraudes littéraires des schismatiques lucifériens, «Bulletin de Litterature ecclésiastique de Toulouse», 9, 1906, 318). Puede decirse con seguridad que, tras el sínodo de Alejandría del 362 en el que se intenta poner fin a la cuestión arriana ordenando que sean recibidos en el seno de la Iglesia, conservando sus grados eclesiásticos, quienes se retracten del error arriano, G. se adhiere a la postura intransigente y cismática de Lucífero muy parecida a la de Donato (v.) y Novaciano (v.). Las alabanzas que le tributa el Libellus denotan el alto papel que debió jugar entre los luciferianos españoles. No se admite como auténtica la carta «Ad Gregorium Episcopum Hispaniae» (CSEL 65,46), atribuida a S. Eusebio de Vercelli (v.), en la que se commina a G. que ataque a Osio por su transigencia en Sirmio (v. SEMIARRIANISMO). No parece probable que G. fuese conocedor del contenido del Libellus. En el martirologio romano su fiesta figura el 14 de abril.
     
      Obras. De fide ortodoxa contra arianos, comúnmente considerada la primera y datada ca. el 363, en la que se defiende la consustancialidad del Hijo con el Padre con una terminología que se acerca mucho a la definitiva. Damas¡ Symbolum, o Epístola Hieronymi ad Papam Damasum de Symbolo, y De Fide Sanct¡ Hieronymi, que, a juicio de Buckley, se deben con toda seguridad a G., y cuya composición debe situarse no mucho después del De Fide, dado el desarrollo de la doctrina sobre el Espíritu Santo. Tractatus in Cantica Canticorum, o Tractatus de Epithalamio, el comentario latino al Cantar más antiguo que se conoce. De Arca Noe. Se le atribuyen con toda probabilidad los 20 Tractatus (Origenis) de libris SS. Scripturarum, y los opúsculos De diversas generibus leprarum, De duobus f iliis, f rugí el luxurioso, De Salomone, y De psalmo nonagesimo primo.
     
      Doctrina. «Ésta es la Trinidad perfecta en la unidad: porque nosotros confesamos que las tres divinas Personas, distintas entre sí, tienen la misma sustancia» (De Fide: PL 17,581). El Hijo procede del Padre por intrínseca comunicación de la misma naturaleza. El Espíritu Santo aparece estrechamente relacionado con la vida y predicación de Cristo, inhabita en el corazón de los fieles y confirma a los Apóstoles. La Iglesia es el cuerpo de Cristo. En ella, el Espíritu Santo nos engendra a la vida por medio del Bautismo, da testimonio de Cristo excitando la fidelidad de los mártires y sellando la virginidad con la constancia. Nadie que esté a su sombra retuerce el sentido de la Escritura. «Él custodia la incorrupta, inmaculada y perpetua virginidad de la Iglesia» (Tractatus Origenis, SEHL, XX,204-205). En la Eucaristía (v.), el hombre «come y bebe la sangre de Cristo, para que el alma se alimente de Dios» (ib. XVII,182).
     
     
BIBL.: Fuentes: A. AMMAM, PL (Supl. t), 352-526; A. C. VEGA, Scriptores Ecclesiastici Hispano-Latini (SEHL), El Escorial 1944; ÍD, Dos nuevos tratados de Gregorio de Elvira, «Ciudad de Dios» 156 (1944) 515 ss.; íD, De la Santa Iglesia apostólica de Eliberris, en Flórez, 55-56.-Estudios: Z. G. VILLADA, Historia eclesiástica de España, 5 t., Madrid 1929-36, 1,2,53 ss.; B. ALTANER, Patrología, Madrid 1962, 345-348; J. FERNÁNDEZ ALONSO, Gregorio di Elvira, en Bibl. Sanct. 7,178; A. C. VEGA, Una gran figura literaria española en el s. IV: Gregorio de Elvira, «Ciudad de Dios» 156 (1944) 205 ss.; J. COLLANTES LOZANO, S. Gregorio de Elvira. Estudio sobre su eclesiología, Granada 1954; E. CUEVAS y U. DOMÍNGUEZ DEL VAL, Patrología española (supl. a B. Altaner), Madrid 1956, 21-24; F. J. BUCKLEY, Chrjst and the Church according to Gregory of Elvira, Roma 1964.

L. F. MATEO SECO.

Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Procura comentar con libertad y con respeto. Este blog es gratuito, no hacemos publicidad y está puesto totalmente a vuestra disposición. Pero pedimos todo el respeto del mundo a todo el mundo. Gracias.