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Sea como fuere, el cristianismo adoptó, indudablemente, desde una fecha temprana, el uso de las cenizas como símbolo de penitencia. Así Tertuliano prescribe que el penitente debe "vivir sin alegría en la aspereza del cilicio y la miseria de las cenizas" (De Poenitentia, X), y se podría citar muchos pasajes similares de San Cipriano y otros de los primeros Padres. En su relato de la apostasía y reconciliación de Natalis, Eusebio lo describe cuando llegó donde el Papa San Ceferino vestido de cilicio y salpicado de cenizas (spodon katapasamenon, Hist. Ecles., V.28). Esta era la vestimenta penitencial normal, y la aspersión de la cabeza con cenizas siempre jugó un papel importante en la expulsión de los condenados a hacer penitencia pública, tal como figura en los primeros pontificales.
De hecho, el rito se conserva en el Pontifical Romano hasta nuestros días. Con ese traje de penitencia debemos, sin duda, relacional la costumbre, tan frecuente en la alta Edad Media, de acostar al moribundo en el suelo sobre un cilicio espolvoreado con cenizas cuando estaba a punto de expirar. Los primeros rituales le ordenaban al sacerdote a rociarlo con agua bendita, diciendo: "Recuerda que polvo eres y al polvo has de volver." Después de lo cual le preguntaba: "¿Estás satisfecho con el cilicio y las cenizas en testimonio de tu penitencia ante el Señor, en el día del juicio?" Y el moribundo le contestaba: "Sí, estoy contento".
Las cenizas también se usan en el rito de dedicación de una iglesia, en primer lugar para cubrir el pavimento de la iglesia en el que está escrito todo el alfabeto en griego y latín; y en segundo lugar para mezclar con el aceite y el vino en el agua que se bendice especialmente para la consagración de los altares. Este uso de las cenizas es probablemente anterior al siglo VIII.
Bibliografía: Kaulen, in Kirchenlex., s.v. Asche; Cabrol, Livre de la priere antique (París, 1900), 347-348; Jewish Encyclopedia, s.v. Ashes; Lesêtre in Vig., Dict. de la Bible, s.v. Cendres.
Fuente: Thurston, Herbert. "Ashes." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907. <http://www.newadvent.org/cathen/01776c.htm>.
Traducido por L H M.
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