lunes, 28 de octubre de 2013

Agadá o Hagadá.

La Hagadá o Agadá (del hebreo הגדה, "narración o discurso"), nombre, el primero hebreo, el segundo arameo, que proviene de hagued (decir o instruir) y que designa al conjunto de elementos literarios no legalistas del Talmud y de la literatura rabínica. Podemos encontrar en la Hagadá historias y leyendas acerca de los personajes de la Biblia y de los episodios del pasado. La Hagadá con sus cuentos, sus parábolas, proverbios, alegorías y hasta metafísica y ciencias naturales, persigue un fin didáctico. La Hagadá, tiene partes poéticas y folklóricas, destinadas a hacer inteligibles las enseñanzas éticas al pueblo. Del pasaje bíblico se derivan toda clase de enseñanzas; a veces biografías de héroes nacionales, otras veces creencias que se van perdiendo en las lejanías de la fantasía. Con todo eso, podríamos llamar general la parte de la Hagadá, cuyo contenido es ético, religioso e histórico. La sección ética o ético-religiosa de la Hagadá, contiene no solamente partes moralizantes propiamente dichas, referentes a la conducta humana, sino también textos en que se expresa profundo sentimiento religioso y que tratan de las relaciones metafísicas entre Dios y el hombre. Además, presenta una filosofía de la vida, ilustraciones y ejemplos para el comportamiento en la vida diaria. El estilo de esa parte de la Hagadá es florido y recurre frecuentemente , al proverbio, al epigrama y a la fábula. Una de las colecciones más interesantes de la Hagadá es el tratado de Pirké Avot (Dichos de los padres). Contiene observaciones éticas y religiosas de los maestros rabínicos y data de la época anterior a los tanaítas. Se menciona que existieron colecciones con fábulas como, Fábulas del Zorro y otra llamada Fábulas de Kubsin. Esas colecciones se han perdido, pero gran parte de sus elementos y de su contenido se incorporó al Talmud. 1
La Hagadá histórica contiene relatos tejidos alrededor de biografías de personajes bíblicos y de episodios históricos. Habla de persecuciones y de salvaciones milagrosas, de genealogías de personas y de familias, con indicación a veces del carácter de determinados personajes y rasgos que explican su actuación, vidas de mártires y de grandes sabios. Algunas de esas colecciones se mencionan en el Talmud.
La compilación del Talmud marcó el principio de la redacción de las grandes colecciones hagádicas. El Talmud contenía mucha Hagadá, pero sin organización ni sistema. Los autores de los pasajes hagádicos eran generalmente los mismos que los de la Halajá (Ley), se consideraba como lo esencial. En esa forma, la Hagadá era una especie de complemento para la enseñanza y no merecía la misma atención que la Halajá. Las grandes persecuciones en Palestina, fueron sin duda, causa de que allì los judíos se preocuparan para reunir el material hagádico. El predicador era popular en las sinagogas, y la gente fluía para oír los cuentos y los sermones, amenizados con anécdotas y fábulas.

Esencia de la Hagadá

La parte esencial de la Hagadá, sin embargo, no es histórica sino homilética. Igual que la Halajá, su mira se dirige a la interpretación de la Biblia. de acuerdo con el carácter mas imaginativo de la Hagadá. Los métodos de interpretación son mucho más variados que la Halajá. Se han contado treinta y dos reglas usuales, entre las cuales encontramos el [notarikon] y la [gematria], usados posteriormente por la Cábala. Tanto la Hagadá como la Halajá, son previas a la redacción de la Mishná y del Talmud, pues aproximadamente hacia la època de la redacciòn de la Mishnà, aperecio la primera compilación literaria de la Hagadá, el Midrash Génesis, llamado también Bereshit Rabá. La obra que conocemos actualmente con ese nombre, no alcanzó su forma definitiva sino varios siglos más tarde.
Existían también colecciones midráshicas sobre los demás libros de la Biblia, pero muy pocos se han conservado. Entre estos últimos, podríamos mencionar Shofer Tob, sobre salmos. De la obras éticas de la Hagadá, son importantes Pirké de Eliézer, libro apócrifo atribuido a Eliézer ben Hircano. Esa obra contiene enseñanzas homiléticas, pero también capítulos sobre Astronomía, sobre el cálculo del calendario y numerosas leyendas extrañas. Por ser el libro apócrifo se ve que el autor conoce a la mujer y las hijas de Mahoma. Es pues casi seguro, que data del s. VIII de la E. C. La segunda obra hagádica, de contenido ético, es una verdadera joya de su género y se conoce con el nombre de Séder Eliahu o Tana Debé Eliahu (Estudios de Elías), obra que los piadosos creían poder atribuir al profeta Elías, pero que se debe a Aba Elía, rabino, que vivió a fines del s. X en Palestina. Además de los libros hagádicos mencionados y que pueden sistematizarse hasta cierto punto, los hay en gran número que tratan de los temas más diversos en forma. Hay por ejemplo, colecciones hagádicas sobre la vida de Moisés, llamadas Divré hayamim shel Moshé, luego Maasé de Abraham Avinu (La historia de nuestro padre Abraham), Jacob y las guerras de sus hijos, Las parábolas de Salomón, y un Midrash Yoná, descripción poética de la estancia de Jonás en el interior del pez. Las hay con nombres relacionados con números, como los diez exilios del pueblo judío, o los diez mandamientos, de contenido ético sobre el decálogo, o los diez reyes, refiriéndose a diez reyes grandes que han reinado o reinarán sobre el mundo hasta la llegada del Mesías. Además, libros sobre el paraíso, sobre el infierno, sobre las letras de la Biblia. sobre acontecimientos que acompañarán a la llegada del Mesías y muchos otros.
Debemos mencionar ciertos midrashim o compilaciones grandes sobre libros bíblicos,hacia el final de la Edad Media. Uno de ellos, sobre Génesis, compuesto por Moshé Hadarshan, se ha perdido, aunque lo cita autores posteriores, y data del s. XI. E. C. Otro sobre todo del Pentateuco y algunos otros libros bíblicos lo escribió en Alemania rabí Tubia ben Eliézer, también hacia el final del s. XI. E. C. Se le cita frecuentemente en el Lekaj Tob (Buena instrucción). Finalmente, el compendio hagádico más grande, Yalkut, compilado por Shimón Caro, autor rabínico del s. XIII. E. C. Es una interpretación hagádica de los 24 libros de la Biblia y es casi una enciclopedia hagádica. Esta obra cierra la actividad literaria de la Hagadá que duró aproximadamente 1,500 años.
Desde el punto de vista general, la Hagadá ilustra las virtudes del pueblo judío, enseña por qué motivos se le considera el pueblo elegido, interpreta la intervención divina en su historia y describe los sufrimientos de la nación. Todo ello con objeto de enseñar la moral bíblica y de preparar al pueblo para la llegada del Mesías, acontecimiento que describe extensamente y con minuciosidad, dejándose llevar por la fantasía.
La Hagadá constituyó un bálsamo en la vida árida y seca del judío medieval. Su fantasía y encanto dio inspiración a los poetas relgiosos, a los niños, a los estudiantes y al pueblo en general. No cabe duda de que incorporó mucho materia folklórico de las naciones en cuyo medio vivían los judíos; pero por otra parte, tampoco cabe duda de que la Hagadá ejerció influencia profunda en el pensamiento de otras naciones, por ejemplo en el Corán y en la literatura mahometana posterior. También sería fácil mostrar el gran número de elementos hagádicos incorporados a la literatura cristiana europea.
Por ser una obra compilada a través de varios siglos, y por centenares y miles de personas muy diferentes, los pasajes hagádicos difieren grandemente en cuanto a su valor poético y filosófico; y al lado de observaciones profundas y sentimientos elevados encontramos exageraciones caricaturescas y antropomorfismos pedestres, que describen a Dios poniéndose las filacterias y discutiendo en pie de igualdad con los estudiantes del Talmud.
Una de las hagádot mas importante es la Hagadá de Pesaj, nombre del libro que se usa en el Séder (Orden), es decir el ritual de la festividad de Pascua. Está escrito en hebreo, pero contiene algunos pasajes en arameo y trata de la historia de los patriarcas hasta su migración a Egipto, la liberación de la esclavitud de Egipto, por lo cual es una festividad de gran importancia para el pueblo judío.2
Hagadá de Pésaj, siglo XIV
La Hagadá de Pésaj, es el texto utilizado para los servicios de la noche de Pésaj, conteniendo la lectura de la historia de la liberación del pueblo de Israel de Egipto conforme esta descrito en el Libro del Éxodo. Por celebrar esta liberación, el Pésaj es la más importante de las fiestas judías, y cada judío tiene por mandato narrar a las futuras generaciones estos hechos. La Hagadá contiene la narración de esta liberación, las oraciones, cánticos y proverbios judíos que acompañan a esta festividad. En realidad, no existe un único texto de Hagadá: las diversas ramas del judaísmo tienen sus variantes, conforme a la orientación del rabino específico de cada sinagoga. También corporaciones e instituciones pueden tener su texto particular de Hagadá.

Referencias

  1. Jump up Canasinos Assens, Rafael (1988). Bellezas del Talmud. México: Milá Editor. ISBN 950-9879-05-3.
  2. Jump up Babani, Isaac (1949). Hagadá. México: Enciclopedia Judaica Castellana. pp. 219-223.

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