Tradicionalmente
la astrología es una de las cinco ciencias complementarias que se
estudian en las Universidades Monásticas Budistas Tibetanas
(Men-Tsee-Khan), ya que no solo se limita a la adivinación si no que es
utilizada para determinar los ciclos atmosféricos, medir el tiempo
tibetano (años, meses y días tibetanos), así como para realizar el
calendario recopilatorio de actividades diarias en sintonía con los
movimientos del cosmos.
La
astrología es muy popular entre los tibetanos. Los astrólogos son
consultados principalmente para elaborar el horóscopo de los recién
nacidos, así como por asuntos relacionados con matrimonios y rituales
funerarios. A diferencia de lo que ocurre con la astrología europea, que
hace énfasis en la descripción de la personalidad, la astrología
tibetana se interesa más por el desarrollo de la vida de la persona.
La
astrología Tibetana proviene de diferentes tradiciones: La Hindú, La
China, El Kalachacka del budismo tántrico y de la religión Bon de ámbito
local.
El
cálculo de los eventos anuales, la elaboración del calendario lunar,
los horóscopos y la obtención de información necesaria para el almanaque
anual tibetano (que señala los días auspiciosos y no auspiciosos para
dar inicio a determinadas actividades) se realiza a través de
herramientas que provienen de dos fuentes: el sistema de los llamados
cálculos blancos o indios (astrología Kartsi) y el sistema de los
cálculos negros o chinos (astrología Djoungtsi) (el color tiene que ver
con la ropa habitual que llevaban hindús y chinos).
Los
cálculos negros o de los elementos también llamada astrología elemental
por la utilización de los cinco elementos, llegaron al Tíbet a mediados
del siglo VII D.C., en tiempos del rey Songtsen Gampo, fundador del
Imperio Tibetano y Mecenas del sistema médico tibetano.
Este
sistema correlaciona el calendario con ciclos de 60 años, en donde cada
año es regido por uno de doce animales (dragón, serpiente, caballo,
oveja, mono, pájaro, perro, cerdo, rata y buey) en combinación con alguno de los cinco elementos (madera, fuego, tierra, metal y agua).
En
las universidades donde se imparten cursos de Medicina Tibetana de seis
años de duración, también se enseña la Astrología Tibetana durante
cinco años más un año de prácticas, eso es debido a lo complejo que
resulta aprender los cálculos que se realizan a mano y no existen tablas
de consulta como las efemérides (libro editado por la NASA con todos
los movimientos planetarios desde el año 1900 hasta el año 2100),
teniendo que ser los textos memorizados por los estudiantes de
astrología.
A
cada año, mes, día y hora se le asigna un animal y un elemento como en
la astrología china, sin embargo no hay una equivalencia directa entre
años, meses y días ni tampoco en el significado de los animales. Muchas
personas nacidas entre Diciembre y Marzo pueden tener diferentes signos
en ambas astrologías.
Otra
técnica proveniente de los cálculos negros similar a la numerología se
llama Mewa (sMe-ba) que se relaciona con las nueve constelaciones
esotéricas que quedan alejadas de los 12 signos zodiacales de la
eclíptica y a su vez se corresponden con los números del 1 al 9. Así
mismo existen ocho trigramas o parkhas (sPar-kha) formados por tres
líneas representando el Ying y el Yang, los dos principios de la vida,
el masculino o yang que representaremos por una línea continuada ------ y
el principio femenino o ying al que representaremos por una línea
partida -- --.
Por
su parte, el sistema de cálculos blancos provenientes de India,
llegaron al Tíbet en el siglo XI con la introducción del Tantra de
Kalachakra, en el que aparecen las leyes de movimiento del universo, así
como los cálculos para las efemérides, el calendario y el almanaque.
Adicionalmente aportó material para la predicción de horóscopos
personales. El sistema de cálculos blancos tiene algunas características
comunes con los cálculos astrológicos griegos antiguos, entre las que
destacan: la división del zodiaco en doce signos y doce casas; el uso de
los mismos nombres para los signos que los que se utilizan en el
sistema europeo moderno, y una forma muy similar de organizar a los
planetas en los signos y las casas.
Para
los médicos que deben trabajar con cálculos astrológicos se edita un
almanaque anual llamado LO-TO que consta de diecinueve secciones donde
se pueden buscar todos los datos necesarios para las predicciones del
año, días favorables o desfavorables, eclipses, etc.

Al
ser parte importante de la cultura tibetana es para los padres de
especial interés conocer la expectativa de vida de su hijo, ya que si es
corta o presenta múltiples obstáculos, entonces realizarán ceremonias
religiosas (puyas) recomendadas en el horóscopo y se encargará la
elaboración de estatuas y pinturas específicas a los obstáculos del
hijo. En lo que se refiere al matrimonio, se valora la compatibilidad de
la pareja, se define el mejor día de la semana para que la novia se
mude a la casa de su prometido y para que se lleve a cabo la boda. Por
otra parte, la mayoría de los tibetanos suele consultar a un astrólogo
cuando alguien muere; pues en base a este suceso se hacen cálculos
derivados del sistema chino de los elementos para saber cuándo y en qué
dirección deberá moverse el cuerpo y llevarlo a su entierro o cremación,
y para determinar los tipos de ceremonias que han de realizarse, para
propiciar un buen renacimiento dentro de la Rueda de la vida y así
librar a la familia de malos augurios.
Los
tibetanos también consultan al astrólogo en busca de consejos sobre los
días auspiciosos para cambiarse de domicilio, abrir una nueva tienda,
saber si el negocio será próspero en el año, establecer un negocio que
implique riesgos, etc. Los médicos tibetanos requieren de la astrología
médica a fin de determinar el mejor día de la semana para dar
tratamiento al paciente. Asimismo se eligen días auspiciosos tanto para
entronizar a un lama encarnado, como para que éste haga ofrendas a su
monasterio al iniciar sus estudios; lo mismo ocurre cuando una familia
envía a su hijo a un monasterio, o para llevar a cabo ceremonias
rituales que ayuden a un enfermo.
Al
ofrecer una ceremonia de larga vida a un lama, ésta se efectúa por la
mañana del día que es auspicioso para esa persona. El día auspicioso del
Dalai Lama es el miércoles, razón por la que muchos lamas inician sus
enseñanzas ese día de la semana.
El
calendario tibetano y los almanaques juegan un importante papel en la
vida de los tibetanos. Uno de sus usos más comunes es el de averiguar el
día más adecuado para la celebración de sus diferentes ceremonias
budistas, para saber el día en que se pueden consultar los oráculos,
etc. La primera quincena del mes tibetano se utiliza para atraer, para
crear y es considerada más positiva que la segunda quincena. El año
tibetano tiene doce meses y el mes treinta días.
El
punto focal de la astrología no es llenar a la gente de supersticiones,
sino hacer aportaciones que le sean de utilidad, ya que si la persona
tiene una idea general de que cierto día no le es favorable, puede tomar
medidas preventivas realizando ceremonias y actuando en forma amable y
cuidadosa, de tal manera que supere y evite problemas. Haciendo un
símil, es como cargar con el paraguas porque los pronósticos
climatológicos anuncian lluvias.
En
la concepción budista no se ve a la astrología en términos de
influencias provenientes de los planetas como entidades que existen de
forma independiente y sin relación con el flujo mental de cada
individuo. De hecho, un horóscopo es como un mapa que permite leer
algunos factores del karma de una persona, los cuales aparecen
reflejados en la configuración astrológica y astronómica en la que se
nace.
Esto
no quiere decir que la visión budista del mundo sea fatalista,
simplemente reconoce que la situación presente ha surgido de causas y
condiciones pasadas y si ellas pueden ser leídas con precisión, entonces
será posible actuar para crear causas y condiciones distintas que
permitan mejorar la situación en esta vida, es decir, se trata de
proveer a la persona de cierta información que le será útil para
modificar actitudes y conductas dañinas, pero de ninguna manera se
refiere a realizar ofrendas a las distintas deidades de los planetas
para apaciguarlas e impedir algún daño.
En
general, un horóscopo debe ser considerado como un medio hábil para
progresar en el sendero del desarrollo personal, ya que a través de sus
trazos una persona puede hacerse consciente del sufrimiento que podría
experimentar, de tal forma que al aprender de la posible situación
kármica que se tendrá en la vida, es posible trabajar con ella para
superar limitaciones personales y generar potenciales para el beneficio
propio y de otros, de esta manera también se puede adquirir la
inspiración necesaria para aprovechar esta preciosa vida humana y
alcanzar una meta espiritual. Así como el poder conocer las fechas en
las que cada persona puede aprovechar las fuerzas del cosmos para
realizar las potentes meditaciones Mahayana, liberarse de la Rueda de la
vida y entrar en el despertar búdico.

Carta Astral Tibetana
A menudo hablamos de la Astrología
como algo que existe desde la antigüedad pero que no es aplicable al
momento actual. Creemos que vivimos en un mundo demasiado dinámico y que
ese conocimiento estaba bien para los siglos anteriores pero ahora….
Nada más lejos de la realidad, la astrología Tibetana a través de las energías cósmicas y terrestres, analizan
con todo detalle año a año y período a período las épocas mejores y
peores de una vida, simplemente con tu fecha, lugar y hora de nacimiento
y la fecha de nacimiento de tu madre.
La Carta Astral Tibetana, está compuesta por nuestro signo Natal, la Mewa, la Parka
y la carta de posición planetaria cósmica. El signo Natal y la carta
cósmica están enfocados a uno mismo y su relación con el entorno
incluyendo previsión de suerte y salud.
La Parka y la Mewa están enfocadas al Dharma y el Karma, es decir quién
fui en vida pasadas, quién seré en vidas posteriores y cual es mi
misión u objetivos en esta vida, en que cosas tengo facilidad y en cuales encontraré obstáculos.
El primer punto importante, nuestro signo natal, está formado por uno de los doce animales de los que consta la rueda tibetana (Rata, Buey, Tigre, Conejo, Dragón, Serpiente, Caballo, Oveja, Mono, Pájaro, Perro y Cerdo) conjuntamente con un elemento de los cinco que corresponden a la astrología Tibetana (Metal, Agua, Fuego, Tierra y Madera). Este signo corresponde al año de nuestro nacimiento, pero también se analiza el mes, el día y la hora de nacimiento que da unas características muy determinadas.
De nuestro signo natal se analizan las cinco fuerzas vitales (Sok, Lü, Wang Thang, Lung Ta, La) y también la relación con las fuerzas correspondientes a los veinte próximos años.
La Mewa es un sistema numerológico de origen chino. Ha sido usado durante cientos de años. Existen nueve mewas
(números del 1 al 9) en el sistema Astrológico Tibetano. Existe una
mewa principal que es la mewa del cuerpo, de ellas se derivan otras tres
que son: de la vitalidad, del poder y de la fortuna o suerte.
Existen
también Ocho parhhas o trigramas que nos indican las cuatro direcciones
positivas y otras cuatro negativas, es una parte muy importante de la
astrología tibetana pues se tiene en cuenta la edad de la madre en el momento del parto.
La astrología sideral Tibetana
es totalmente diferente de la astrología que nosotros utilizamos ya que
la Luna es el punto más importante de referencia, se utilizan 28 casas
lunares y solo se utilizan siete cuerpos celestes (Sol, Luna, Mercurio,
Venus, Marte, Júpiter y Saturno), además del nodo norte (Rahu) y el nodo
sur (Ketu). La astrología sideral tiene una diferencia de unos 24
grados (Ayanamsa) con respecto a la astrología Tropical. En Tibet se utiliza para saber los períodos de vida, la duración de la misma y la relación entre los planetas y sus cualidades.

Carta Tibetana realizada por el Astrólogo del Men-Tsee-Khang en Dharamsala, Tsering Choezom y corresponde a una persona nacida en Barcelona el 2 de Marzo 1950 a las 18 h.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Procura comentar con libertad y con respeto. Este blog es gratuito, no hacemos publicidad y está puesto totalmente a vuestra disposición. Pero pedimos todo el respeto del mundo a todo el mundo. Gracias.