Filósofo y teólogo, nació en Bibermuehle, Bavaria, el 15 de noviembre
de 1692; murió en Polling, el 5 de febrero de 1775. Fue educado por los
jesuitas en Munich y a una temprana edad ingresó a los Canónigos
Regulares, en el convento de Polling, donde pasó la mayor parte de su
vida como maestro de filosofía, teología y derecho canónico, como
estudiante incansable en muchos de los departamentos del saber
eclesiástico, y como investigador de fenómenos naturales. Fue el primero
de los teólogos alemanes del siglo XVIII como guía y fuente de
inspiración para la juventud eclesiástica. Puede considerarse como un
modelo de devoción de una vida entregada por entero a todas aquellas
ciencias propias de un eclesiástico. Desde 1722 fundó, y con algunas
interrupciones dirigió durante varios años la revista “Parnassus Boicus,
oder Neueröffneter Musenberg.” Fue el fundador de una academia en
Polling que, con el pasar de los años, llegó a ser el modelo sobre la
que se basó la Academia de Ciencias de Munich. Desde 1733 hasta 1735
estuvo radicado en Roma, regresando a Bavaria enriquecido con
conocimientos muy valiosos adquiridos por medio de estudios intensos en
las bibliotecas de la Ciudad Eterna y por medio del intercambio con
eruditos de esa época. Desde entonces, contó entre sus corresponsales a
sabios como Benedicto XIII y Benedicto XIV, el Padre Concina, los
Cardenales Leccari, Galli, Orsi, San Alfonso Ligorio y otros. Durante
cuarenta años su pluma nunca estuvo ociosa y de ella fluían
incesantemente volúmenes y folletos plenos de conocimientos escogidos y
excepcionales.
Se ha dicho con justa razón que sus setenta volúmenes, si se distribuyeran en una colección ordenada, se asimilarían a una enciclopedia general. Como filósofo, se le conoce principalmente por su muy bien fundamentada obra “Philosophia Pollingana” (Augsburg, 1730) y por su “Wolfiana Judicia de philosophiâ et Leibnitianâ physica” (Frankfurt, 1736). Como teólogo dogmático y apologista cristiano fue muy aclamado por su “Demonstratio critica religionis catholicae nova, modesta, facilis” etc. (Venecia, 1744), escrita para promover la reunión de sectas protestantes con la Iglesia Católica, y por su “De origine, progessu, valore et fructu indulgentiarum accurta notitia historica, dogmatica, critica” (Augsburg, 1735). Su obra más extensa, “Theologia eclectica, moralis et scholastica” , publicada en Augsburg (1752) en cuatro volúmenes tamaño folio (en cuatro volúmenes en folio) y, más tarde, en Bolonia (1753) en veinticuatro volúmenes tamaño octavo (24 volúmenes en octavo), le merecieron el honor de ser revisados por Benedicto XIV. También escribió “Theologia moralis inter rigorem et laxitatem media” (Augsburg, 1739), “Ethica Christiana” (Augsburg, 1758) y otros tratados morales. San Alfonso Ligorio admiró su prudencia teológica, y Gury lo llama un “probabilista moderatus doctrina et sapientia clarus”; otros (e.g. Toussaint) lo acusaron a estar inclinado a una práctica rigorosa. Tradujo al latín el “Dictionnaire des cas de conscience” de Pontas (Venecia, 1733), pero modificó su acento galo y sus puntos de vista austeros.
De sus obras canónicas la más importante es su “Vetus Disciplina canonicorum et regularium” (Venecia, 1748), “Elementa juris canonici veeris et moderni” (Ulm, 1757), ambas valiosas por la riqueza de material histórico. En la última, defiende la jurisdicción eclesiástica contra los ataques de juristas y estadistas contemporáneos. Su obra mejor conocida se titula “De revelationibus, visionibus et apparitionibus privatis regulae tutae ex Scripturâ, Conciliis, Sanctis Patribus aliisque optimis auctoribus collectae, explicatae atque exemplis illustratae (Augsburgo, 1744). Estaba dirigida contra la “Ciudad Mística de Dios”, la famosa obra de de la monja franciscana española, María de Agreda, que le ocasionó conflicto con varios de sus defensores franciscanos. Este erudito académico encontró tiempo para preparar un buen número de obras devotas para la gente. Sus libros de oraciones, “Kurz und Gut” y “Brevier eines guten Christen”, tuvieron muchas ediciones. También compiló vedas selectas de santos y escribió un tratado alemán (Venecia, 1756) sobre la invocación de los santos y un catecismo abreviado y otro completo. En discusiones sostenidas durantela primera mitad del siglo XVIII con relación a la paternidad literaria de “De Imitatione Christi” (ntr: “La Imitación de Cristo”), Amort se mantuvo firme como un ferviente defensor de las afirmaciones de Thomas â Kempis, aunque sus siete obras sobre el tema, reconocidas por su “exquisito conocimiento y carácter juicioso”, no pudieron evitar silenciar a los campeones benedictinos de Jean Gersen. Las mas importantes son: “Scutum Kempense” (Colonia, 1725), y “Certitudo moralis pro Th. Kempensi” (Ratisbona, 1764). En su retrato hecho por Jungwirth se encuentra grabado “Litterarum maxime sacrarum per Bavarian restaurator eximius.” Quien visita Bibermuehle puede contemplar hoy un monumento en mármol en honor de un teólogo en quien se encuentran unidos en un alto grado laboriosidad, erudición, habilidad crítica y piedad.
Bibliografía: DE FELLER, Biogr. Univ. (París, 1845), III, 45; WESTERMAYR, en Kirchenlex., I, 754-757; TOUSSAINT, en Dict. de theol. Cath, I, 1115-17; Hist. Polit. Blaetter, LXXVI, 107; HURTER, Nomenclator (Innsbruck, 1895), III, 201; BAADER, Das gelehrte Bayern (Nuremberg, 1804), I, 20.
Fuente: Shahan, Thomas. "Eusebius Amort." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907. <http://www.newadvent.org/cathen/01434a.htm>.
Traducido por Domingo Latorraca Donato
Se ha dicho con justa razón que sus setenta volúmenes, si se distribuyeran en una colección ordenada, se asimilarían a una enciclopedia general. Como filósofo, se le conoce principalmente por su muy bien fundamentada obra “Philosophia Pollingana” (Augsburg, 1730) y por su “Wolfiana Judicia de philosophiâ et Leibnitianâ physica” (Frankfurt, 1736). Como teólogo dogmático y apologista cristiano fue muy aclamado por su “Demonstratio critica religionis catholicae nova, modesta, facilis” etc. (Venecia, 1744), escrita para promover la reunión de sectas protestantes con la Iglesia Católica, y por su “De origine, progessu, valore et fructu indulgentiarum accurta notitia historica, dogmatica, critica” (Augsburg, 1735). Su obra más extensa, “Theologia eclectica, moralis et scholastica” , publicada en Augsburg (1752) en cuatro volúmenes tamaño folio (en cuatro volúmenes en folio) y, más tarde, en Bolonia (1753) en veinticuatro volúmenes tamaño octavo (24 volúmenes en octavo), le merecieron el honor de ser revisados por Benedicto XIV. También escribió “Theologia moralis inter rigorem et laxitatem media” (Augsburg, 1739), “Ethica Christiana” (Augsburg, 1758) y otros tratados morales. San Alfonso Ligorio admiró su prudencia teológica, y Gury lo llama un “probabilista moderatus doctrina et sapientia clarus”; otros (e.g. Toussaint) lo acusaron a estar inclinado a una práctica rigorosa. Tradujo al latín el “Dictionnaire des cas de conscience” de Pontas (Venecia, 1733), pero modificó su acento galo y sus puntos de vista austeros.
De sus obras canónicas la más importante es su “Vetus Disciplina canonicorum et regularium” (Venecia, 1748), “Elementa juris canonici veeris et moderni” (Ulm, 1757), ambas valiosas por la riqueza de material histórico. En la última, defiende la jurisdicción eclesiástica contra los ataques de juristas y estadistas contemporáneos. Su obra mejor conocida se titula “De revelationibus, visionibus et apparitionibus privatis regulae tutae ex Scripturâ, Conciliis, Sanctis Patribus aliisque optimis auctoribus collectae, explicatae atque exemplis illustratae (Augsburgo, 1744). Estaba dirigida contra la “Ciudad Mística de Dios”, la famosa obra de de la monja franciscana española, María de Agreda, que le ocasionó conflicto con varios de sus defensores franciscanos. Este erudito académico encontró tiempo para preparar un buen número de obras devotas para la gente. Sus libros de oraciones, “Kurz und Gut” y “Brevier eines guten Christen”, tuvieron muchas ediciones. También compiló vedas selectas de santos y escribió un tratado alemán (Venecia, 1756) sobre la invocación de los santos y un catecismo abreviado y otro completo. En discusiones sostenidas durantela primera mitad del siglo XVIII con relación a la paternidad literaria de “De Imitatione Christi” (ntr: “La Imitación de Cristo”), Amort se mantuvo firme como un ferviente defensor de las afirmaciones de Thomas â Kempis, aunque sus siete obras sobre el tema, reconocidas por su “exquisito conocimiento y carácter juicioso”, no pudieron evitar silenciar a los campeones benedictinos de Jean Gersen. Las mas importantes son: “Scutum Kempense” (Colonia, 1725), y “Certitudo moralis pro Th. Kempensi” (Ratisbona, 1764). En su retrato hecho por Jungwirth se encuentra grabado “Litterarum maxime sacrarum per Bavarian restaurator eximius.” Quien visita Bibermuehle puede contemplar hoy un monumento en mármol en honor de un teólogo en quien se encuentran unidos en un alto grado laboriosidad, erudición, habilidad crítica y piedad.
Bibliografía: DE FELLER, Biogr. Univ. (París, 1845), III, 45; WESTERMAYR, en Kirchenlex., I, 754-757; TOUSSAINT, en Dict. de theol. Cath, I, 1115-17; Hist. Polit. Blaetter, LXXVI, 107; HURTER, Nomenclator (Innsbruck, 1895), III, 201; BAADER, Das gelehrte Bayern (Nuremberg, 1804), I, 20.
Fuente: Shahan, Thomas. "Eusebius Amort." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907. <http://www.newadvent.org/cathen/01434a.htm>.
Traducido por Domingo Latorraca Donato
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