sábado, 17 de marzo de 2018

Mt 22,41-46


 41 Mientras seguían reunidos los fariseos les preguntó Jesús:
                       42 -¿Qué pensáis del Mesías?, ¿de quién es sucesor?
                       Contestaron ellos:
                       - De David.
                       43 Él replicó:
                       - Pues, entonces, ¿cómo es que David lo llama Señor cuando dice inspirado:

                        44 Dijo el Señor a mi Señor:
                             Siéntate a mi derecha
                             mientras hago de tus enemigos
                             estrado de mis pies? (Sal 110,1)

                        45 Entonces, si David lo llama Señor, ¿cómo puede ser sucesor suyo?
                        46 Ninguno fue capaz de responder nada; y desde aquel día nadie se atrevió a hacerle más preguntas.

EXPLICACIÓN.

41 - 46.           Jesús pasa al ataque. La expectación mesiánica. Sucesor, lit. "hijo". Jesús era descendiente de David (1,1) por ser hijo legal de José (1,16.20). Las promesas hechas a David sobre su descendencia incluían la sucesión en el trono (2 Sm 7,16; Is 9,6; 11,1; Sal 2,6; 89,29s. 36-38), y tal era la idea de los fariseos. Jesús no niega que el Mesías sea descendiente de David, sino que sea su sucesor en el trono y vaya a restaurar la monarquía. La cuestión es teórica; pretende rectificar ciertas ideas sobre el Mesías. Al llamarlo Señor (41) David se profesa vasallo del futuro rey; éste no reinará, pues, sobre Jerusalén; Israel será sólo una parte de su Reino. Rectifica Jesús la aclamación de la multitud durante su entrada en Jerusalén (21,9.15).

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