El Diccionario de la Real Academia Española define ocultismo como el conjunto de conocimientos y prácticas relacionados con la magia, la alquimia, la astrología y materias semejantes. Tiene su origen en la Antigüedad y tuvo varios períodos de auge a lo largo de todo el mundo, desde el Renacimiento hasta los siglos XIX y XX. Se trató como a una disciplina filosófica y espiritual que pretendía desarrollar los poderes ocultos del ser humano y el entendimiento de la vida universal y de los secretos de la naturaleza.
El espiritismo consiste en la consulta directa a los espíritus, aunque a España llegó más como un movimiento social y filosófico que como un movimiento religioso o espiritual. Cuando hablamos de espiritismo pensamos en el aparentemente inofensivo juego de la ouija, ese tablero con letras, números y vocablos como <<sí>> y <<no>>, utilizado para comunicarse con los espíritus. Su origen es desconocido, aunque el modelo fue patentado por primera vez en Baltimore en 1890 por Elijah J. Bond, William Fuld y Charles W. Kennard.
Originalmente era una mesa y el mensaje de los espíritus se daba en la misma a base de golpes; posteriormente los tableros parlantes se independizarían de la mesa, dando lugar a la ouija como la conocemos hoy en día.
Este juego alcanzó más fama a partir de los años sesenta del siglo XX, cuando la casa Parker Brothers comenzó a comercializarla masivamente. Llegaron a hacerla de color rosa, especial para las niñas. En España hizo lo propio una conocidísima casa de juguetes, que terminó siendo denunciada en 1900 por un grupo de psicólogos. Hoy en día, por suerte o por desgracia para los amantes del misterio, ya no se comercializa.
En el siglo XIX estos artilugios tuvieron mucho eco en España y los experimentos se propagaron por las casas, los cafés, los ateneos e incluso por la mismísima casa real. La propia Isabel II no pudo resistirse a experimentar estas nuevas sensaciones.
En 1855 se instauraba la Sociedad Espiritista de Cádiz, y unos años más tarde, en 1861, se fundaba en Sevilla otra sociedad dirigida, nada más y nada menos, que por el general Primo de Rivera. A la capital también llegó, por aquellos años, el furor del espiritismo.
Empezaron a proliferar no solo asociaciones, sino también libros, periódicos y revistas especializadas. En 1888 se celebró el primer Congreso Internacional Espiritista en Barcelona, y en 1892 en Madrid donde uno de los temas principales fue la figura de Cristóbal Colón.
En 1860 apareció la primera revista dedicada al espiritismo -El espiritismo de Sevilla- fundada por Francisco Martín Boneval y también la obra El libro de los médiums, de Alverico Perón, que levantó ampollas en la Iglesia.
El obispo de Barcelona la hizo quemar junto con otros cientos de revistas y libros sobre el tema en un auto de fe en la explanada de la Ciudadela. Los seguidores de estas disciplinas acudieron al acto y no solo se dedicaron a gritar improperios, sino que recogieron hasta cenizas. El obispo de Barcelona, además de quemar libros, hizo el agosto con ellos. Allan Kardec, desde Francia, envió un cargamento de libros para reponer los quemados, pero al llegar a la frontera española se solicitaron los derechos y pagos de aduanas. El obispo las confiscó y encima se quedó con el dinero y con los libros.
CURIOSIDADES DE LA HISTORIA
CON EL MINISTERIO DEL TIEMPO.
CURIOSIDADES DE LA HISTORIA
CON EL MINISTERIO DEL TIEMPO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Procura comentar con libertad y con respeto. Este blog es gratuito, no hacemos publicidad y está puesto totalmente a vuestra disposición. Pero pedimos todo el respeto del mundo a todo el mundo. Gracias.