El primer monasterio cisterciense para mujeres fue establecido en Tart, en la diócesis de Langres (ahora Dijón), en el año de 1125, por hermanas del monasterio benedictino de Juilly, y con la cooperación de San Stephen Harding, abad de Cîteaux. En Juilly, una dependencia de Molesme, vivió y murió Sta. Humbleine, hermana de San Bernardo. Las Hermanas Cistercienses de Tart fundaron sucesivamente Ferraque (1140) en la diócesis de Noyon, Blandecques (1153) en la diócesis de St-Omer y Montreuilles-Dames (1164) cerca de Laon. En España el primer monasterio cisterciense de mujeres fue el de Tulebras (1134) en el reino de Navarra. Luego vino Las Huelgas en Valladolid (1140), Espirito Santo en Olmedo (1142), Villabona o San Miguel de Dueñas (1155), Perales (1160), Gradefes (1168), etc. Pero el más famoso fue Santa María la Real, o Las Huelgas de Burgos, fundado en 1187 por Alfonso VIII de Castilla. La observancia fue establecida allí por monjas cistercienses que vinieron de Tulebras, bajo la guía de Misol, quién llegó a ser su primera abadesa. La segunda abadesa fue Constanza, hija del fundador, quién creía que ella tenía el poder de predicar en su iglesia y oír las confesiones de sus religiosas. En 1190, las dieciocho abadesas de Francia celebraron su primer capítulo general en Tart. Las abadesas de Francia y España hacían por sí mismas las visitas regulares a sus casas de filiación. El Concilio de Trento (1545-63), mediante sus decretos relativos al claustro de religiosos puso fin al capítulo y a las visitas. En Ita-lia, en 1171, se fundaron los monasterios de Santa Lucía en Siracusa, San Michele en Ivrea y el de Conversano, el único en la península donde las abadesas portan un báculo. Un siglo más tarde las Hermanas Cistercienses estaban en Suiza, Alemania y Flandes. La decadencia que se manifestó en la Orden Cisterciense hacia mediados del siglo XIV se sintió también en los conventos de monjas. Pero entre ellos se hicieron enérgicos esfuerzos por reestablecer la primitiva observancia o introducir una nueva. Fue en este tiempo que la Orden de la Concepción fue fundada en Toledo, España, por Beatriz de Silva. Pero sus religiosas no fueron lentas en abandonar la regla cisterciense por la de las Clarizas. En Francia, Jeanne de Courcelles de Pourlan, habiendo sido electa abadesa de Tart en 1617, reestableció la disciplina regular en su comunidad, la cual fue transferida a Dijón en 1625. Debido a la hostilidad del Abad de Cîteaux a la reforma, el monasterio de ella fue retirado de la jurisdicción de la Orden de Cîteaux por la Santa Sede. Otra reforma fue realizada en Port-Royal des Champs, en 1602, por Angélique Arnauld (ver Arnauld, bajo Jacqueline-Marie-Angélique), quién previendo el siempre creciente número de sus religiosas, fundó Port-Royal de París, en la villa de Saint-Jacques (1622). La reina María de Medicis se declaró protectora de la institución y el Papa Urbano VIII la exentó de la jurisdicción del abad de Cîteaux y la puso bajo la de París. Las religiosas de Port-Royal de Paris y de Port-Royal des Champs terminaron consagrándose a la adoración del Bendito Sacramento. Pero la cercanía del Abad de Saint-Cyran resultó peligrosa para ellas y vieron la supresión y destrucción de Port-Royal des Champs por orden del rey (1710), mientras que ellas mismas fueron dispersadas. La pro-piedad y títulos abacales fueron anexados a Port-Royal de París, que subsistió hasta el tiempo de la Revolución Francesa, y fue transformado primero en prisión y luego en hospital de maternidad.
Después de la Revolución Francesa tuvo lugar otra reforma. Don Agustín de Lestrange reunió a las dispersas Hermanas Cistercienses de Francia, con miembros de otras órdenes que también habían sido disueltas, y reconstruyó la Hermandad Femenina Cisterciense. En 1795 les dio un monasterio que él bautizó como La Sainte-Volonté de Dieu (La Sta. Voluntad de Dios), situada en el Bas-Valais, en Suiza. Las Trapistinas, como fueron llamadas las nuevas religiosas, fueron obliga-das a salir de Suiza en 1798. Valerosamente siguieron las huellas de los monjes trapenses en sus viajes a través de Europa, volvieron a Suiza en 1803 y permanecieron allí hasta 1816, cuando por fin pudieron regresar a Francia y fijar su residencia en Forges, cerca de La Trappe. Dos años después ocuparon un viejo monasterio de los Agustinos en Les Gardes, diócesis de Angers. Las Trapistinas se difundieron rápidamente por toda Francia y otros países de Europa. Tienen nuevos monasterios en casi todas partes del mundo y desde la reunión de las tres congregaciones de La Trappe, en 1892, han sido llamadas oficialmente: Cistercienses Reformadas de la Estricta Observancia.
En 1908 el status era como sigue: Monjas Cistercienses Reformadas, ocupaban 21 monasterios con 2000 religiosas. Los monasterios se distribuían como sigue: Francia (9), Países Bajos (3), Canadá (2), y uno en cada uno de los siguientes países: Italia, España, Bélgica, Alemania, Inglaterra, Suiza y Japón. A estos monasterios deben agregarse las 20 casas que tenían las monjas cistercienses No-Reformadas en España, afiliadas a la orden de Cistercienses Reformadas en lo que concierne a cuestiones espirituales, pero en lo demás sujetas a la jurisdicción de los obispos. Las No-Reformadas, o de la Observancia Común, poseían: en la Congregación de Austria, 3 monasterios con 124 miembros, en la Congregación de Suiza, 12 monasterios y 574 miembros y la Observancia de Sénanque, 2 monasterios con 30 miembros (Ver también Bernardinas).
Monjas Cistercienses en América
Una novicia cisterciense que vino de Europa al mismo tiempo que los Trapenses y que se unió a 17 mujeres americanas, trató de establecer una comunidad. Las circunstancias lo impidieron. El padre Vincent de Paul Merle, en Tracadie, habiendo solicitado a la Congregación de Notre-Dame de Montreal tres hermanas que le ayudaran en su misión en Nueva Escocia, las estableció allí y después del período de prueba las admitió a la profesión de votos simples de la Orden Tercera de La Trapa. Pero en realidad la comunidad nunca formó parte de la Orden de Cîteaux y nunca uti- lizaron el hábito cisterciense. El monasterio de Nuestra Señora del Buen Consejo en St .Romuald, cerca de Quebec, la primera comunidad genuina de monjas cistercienses en América, fue establecida en 1902 por la Madre Lutgarde, priora de Bonneval, Francia. El 21 de Noviembre de 1902, ella trajo una pequeña colonia de mujeres religiosas. El 29 de julio del año siguiente, Msg. Marois, como delegado del arzobispo de Quebec, bendijo el nuevo monasterio. Aunque este tipo de vida era enteramente nuevo para las jóvenes de Canadá, las vocaciones no escasearon. Los medios de subsistencia para esta casa han sido las labores agrícolas y la fabricación de chocolate. La comunidad está bajo la dirección del arzobispo de Quebec. Otro monasterio en Rogersville, New Brunswick, donde ya había algunos monjes cistercienses, fue establecido por las hermanas del monasterio de Vaise, en Lyons, que fueron expulsadas por el gobierno francés.
Situación Actual (2001)
Las monjas cistercienses de la Estricta Observancia mantienen 67 monasterios, distribuidos en 30 países, con casi 1,770 miembros. Aunque la dispersión geográfica ha aumentado considerable-mente, continúa existiendo una concentración numérica muy acentuada, ya que 5 países explican el 60% de los conventos y el 63% de las monjas (País: Nº conventos / Nº monjas): Francia: 14 / 468; Japón: 5 / 206; España: 9 / 194; Bélgica: 7 / 154; y Estados Unidos: 5 / 100.
En el caso de las monjas cistercienses que no pertenecen a la Estricta Observancia, aparte de la Observancia Común existe una multitud de Congregaciones, (de Castilla, de Aragón, de Mehrerau [Austria], de Sénanque [Francia], de Zirc [Hungría], del Purísimo Corazón [Alemania y Rep. Checa], de Brasil, Bernardinas de Esquermes, de Anagni y otras varias federaciones, predominantemente en España e Italia). Particularmente las Bernardinas de Esquermes (Francia) han establecido monasterios en la Rep. Democrática del Congo (Zaire), en Japón y en Gran Bretaña. No se dispone de estadísticas comparables a las de la Estricta Observancia en cuanto al número de monjas, pero en cuanto a la distribución geográfica de los conventos, tienen presencia en 17 países con un total de 116 conventos; sin embargo, se registra una concentración de ellos en unos pocos países en un grado aún mayor que el que se registra en la Estricta Observancia, así 5 países mantienen el 76% de dichos conventos: España (49), Italia (18), Alemania (8), Suiza (7) y Fran-cia (6).
Esta predominancia de conventos españoles se explica porque luego de la Revolución Francesa y las olas secularizadoras durante el siglo XIX, las medidas contra los conventos femeninos fueron menos severas que contra los de monjes y en España, la legislación anticlerical de 1830 estable-ció la supresión únicamente de conventos de monjas con menos de 20 hermanas y, a menudo, esas leyes no se cumplieron. Las comunidades pertenecientes a la Observancia Común se dedican principalmente a la educación de niñas, en tanto que las de la Estricta Observancia son más de tipo contemplativo.
Biliografía hasta 1908
Hélyot, Dictionnarire des ordres religieux; Gaillardin, Histoire de La Trappe; L’Abbaye de N.D. du Lac et l’ordre de Cîteaux au Canada et dans les Etats-Unis.
Bibliografía de actualización. Sitios web: Directory of OCSO Monasteries - Female Branch (www.rc.net/ocso/drcty_f.htm). Order of Cistercians of the Strict Observance (Trappist). Statistics for Monasterys of Nuns - 2000 (www.rc.net/ocso/stats99n.htm). Development of the Cistercian Orden in the USA (www.cistercian-usa.org/usdev.htm). Excelente página con víncu-los a todas las abadías de los Estados Unidos y con una redacción muy breve da información sobre ubica-ción (incluye mapa), año de fundación, cuál abadía promovió su fundación, etc. además que en cada una se incluye su página propia detallando sus actividades. Bernardine Cistercian Order (www.bernardinecistercians.org). Louis J.Lekai, The White Monks, cap. 18 (versión Online en: www.monksonline.org). Esta publicación está en el si-to web de la Abadía Cisterciense Our Lady of Spring Bank (de la Común Observancia), en Sparta, WI, USA.
F.M. GILDAS Transcrito por Larry Trippett En recuerdo de Fr.Columban, parroquia de Ntra.Sra. de Guadalupe, Oregon, cuya amabilidad y sabiduría permanecen conmigo. Traducido y actualizado por Eduardo Torres
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