jueves, 26 de julio de 2018

San Francisco de Borja y el moribundo impenitente


Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
San Francisco de Borja y el moribundo impenitente
St. Francis Borgia Helping a Dying Impenitent by Goya.jpg
AutorFrancisco de Goya, 1788
TécnicaÓleo sobre lienzo
EstiloRomanticismo
Tamaño350 cm × 300 cm
LocalizaciónCatedral deValenciaFlag of Spain.svg España
San Francisco de Borja y el moribundo impenitente es un cuadro de Francisco de Goya pintado en 1788 por encargo de los IX duques de Osuna para su capilla de la Catedral de Valencia. En él Francisco de Borja intenta convencer agitando el crucifijo a un moribundo de que confiese, mientras que unos seres grotescos, probablemente demonios, esperan hacerse con la posesión de su alma.
San Francisco de Borja asiste a un moribundo impenitente (boceto). Óleo sobre lienzo. 38 x 29 cm. Colección Marquesa de Santa Cruz, Madrid.
El asunto está arraigado en la iconografía tradicional popular, que ya desde Gonzalo de Berceo y sus Milagros de Nuestra Señora está pronta a reflejar la lucha entre las fuerzas celestiales y las demoníacas por el alma de un agonizante.
La representación de esta estampa, arraigada en el folclore ancestral, por Goya aprovecha al máximo la utilización de la luz, muy contrastada. El rigor mortis del hombre, expresado con un rictus dramático, e iluminado por un no menos teatral tono amarillento y blanquísimo, junto con la luz que desprende el aura de San Francisco y la calidez de los matices de los verdes, hacen de esta una de las más originales pinturas religiosas de su tiempo.
Es este uno de los primeros cuadros en los que los que se aprecia la categoría estética (definida en las preceptivas dieciochescas) de Lo Terrible, descrito por Anton Raphael Mengs —aunque tachándolo de estilo viciado— en su «Carta a Ponz» como asociado al arte de Miguel Ángel. Pero en esta obra de Goya se va más allá llegando a lo que los contemporáneos definieron como «Lo Sublime Terrible», que el marqués de Ureña en 1785 relacionaba con la arquitectura gótica y la utilización del negro.
Pedro de Silva, otro contemporáneo de Goya, dice de éste óleo que, con motivo de la representación de las proximidades de la muerte, el espectador que contempla el cuadro retiene «las señales terribles (...) de una alma violentamente agitada de los crueles remordimientos de sus crímenes, y de la desesperada persuasión de su próxima condenación enterna». Así, sigue diciendo que las caricaturas de los seres del fondo reproducen «el temor».1



.

Notas[editar]

  1. Volver arriba Apud Glendinning, loc. cit.

Referencias[editar]

  • BOZAL, Valeriano, Francisco Goya, vida y obra, (2 vols.) Madrid, Tf., 2005, vol. 1, págs. 92-93. ISBN 84-96209-39-3.
  • GLENDINNING, Nigel, Francisco de Goya, Madrid, Cuadernos de Historia 16 (col. «El arte y sus creadores», nº 30), 1993, págs. 40-41.

Enlaces externos[editar]

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Procura comentar con libertad y con respeto. Este blog es gratuito, no hacemos publicidad y está puesto totalmente a vuestra disposición. Pero pedimos todo el respeto del mundo a todo el mundo. Gracias.