Teólogo moralista y célebre canonista español del s. XVI; llamado el
Doctor Navarro, por su origen. N. el 13 dic. 1492, en Barasoain
(Navarra); pariente de S. Francisco Javier, con quien mantuvo relaciones
epistolares; estudió Filosofía en Alcalá (1503-1510) y Derecho en Tolosa;
fue profesor de Derecho con gran brillantez en Tolosa, Cahors, Salamanca
(donde ingresa en 1524 y en donde ocupa, en 1537, la cátedra de Prima de
Derecho), y Coimbra (1538-1555, donde tiene como alumno a Covarrubias). De
1555 a 1567 fue consejero de Derecho canónico en la corte de Felipe II. A.
defendió a Carranza en Valladolid y en Roma, a donde se dirigió en 1567;
este hecho le enemistó con el rey. En Roma, su talento, su piedad y sus
virtudes le merecieron el favor de los papas Pío V, Gregorio XIII y Sixto
V. Fue nombrado consultor de la Sagrada Penitenciaría, y aunque no pudo
recibir la púrpura cardenalicia por oposición de Felipe II (cfr. J. Goñi
Gaztambide, Por qué el Dr. Navarro no fue nombrado cardenal,
«Príncipe de Viana», 111, 1942, 419-455), no dejó de ser una de las
personalidades más célebres de la Ciudad Eterna, donde m. el 21 jun. 1586.
Como canonista, A. ha dejado
innumerables obras de Derecho. Es famosa De reditibus beneficiorum
ecclesiasticorum (Sobre los réditos de los beneficios eclesiásticos),
Roma 1568, 1574 (la 1ª. ed. española en Valladolid 1566), en la que
sostiene la opinión de que es obligación de justicia para todos los
beneficiados emplear los bienes superfluos en obras pías. Todas las obras
canónicas fueron publicadas en edición completa en Roma (3 vol., 1590), en
Lyon (1589-91), en Venecia (5 vol., 1602); pero la mejor es la de Colonia
(5 vol. in-folio, 1606). El método de A., en sus clases y en sus
obras de Derecho, es la unión del Derecho civil y el canónico con un fin
al mismo tiempo pastoral.
A. es conocido sobre todo por su
obra de Moral, el Enchiridion si ve Manuale confessariorum et
paenitentium (Enchiridion o Manual de confesores y penitentes).
Apareció primero en castellano (Coimbra, 1553; Salamanca 1557), siendo
después refundido en latín (Amberes, 1575). Es un libro que ha tenido más
de 50 ediciones y ha sido publicado en diversas lenguas: castellano,
portugués, italiano, latín. Varios autores han hecho de él síntesis
escolares. Es una obra clásica, que coloca a A. entre los más eminentes
casuistas y autores de pastoral penitencial. De esta Teología moral
práctica, sobre todo de la Universidad de Salamanca, y de las Sumas de
confesores han de nacer las Instituciones morales postridentinas,
que han prevalecido hasta nuestros días en la enseñanza de la moral en los
seminarios.
La Suma de moral de A. procede
con el siguiente orden: 1) alma humana; 2) confesión; 3) diez
mandamientos; 4) cinco preceptos de la Iglesia; 5) siete sacramentos; 6)
soberbia y pecados capitales; 7) obras de misericordia; 8) pecados de los
diversos estados; 9) censuras y excomuniones. Este esquema está inspirado
en la práctica penitencial. A. fue un moralista que juntó el Derecho con
la moral en orden a la práctica del sacramento de la Penitencia, al estilo
de S. Alfonso María de Ligorio, de Noldin o de Vermeersch. Introdujo, en
cierta medida la especulación jurídica en la moral, aunque descuidó la
fundamentación dogmática y filosófica de las soluciones morales prácticas.
A. se preocupó también de la moral económica, si bien de un modo práctico
y casuístico. Su estudio sobre cambios y usura denota en él un
conocimiento grande de la vida económica de su tiempo. Fue ensanchando el
campo lícito de las operaciones, a pesar de su restricción inicial.
BIBL.: Biografías de H. DE OLORIS
(Pamplona 1918) y de A. ARIGITA y LISA (Pamplona 1895); A. LAMBERT,
Azpilcueta, en Dictionnaire Droit Canonique, París 1935,
1579-1583; I. GOÑI GAZTAMBIDE, Un decenio de estudios sobre el Dr.
Navarro (1936-46), «Rev. de Derecho Canónico» I, 1946, 815-851; E.
DUNOYER, El Enchiridion confessariorum del Navarro, Pamplona 1957;
M. DE AZPILCUETA, Comentario resolutorio de cambios. Introducción y
texto crítico por A. ULLASTRES, I. M. PÉREZ PRENDES y L. PEREÑA, Madrid
1965; A. ULLASTRES, Martín Azpilcueta y su comentario resolutorio de
cambios, «Anales de economía», I. 1941, 375-407; II, 1942, 51-95;
Sobre su tiempo y ambiente, A. Guy, La spéculation philosophique et
théologique a Salamanca au cours du XV1 siecle, París 1943.
MARCIANO VIDAL.
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