
2ª
Parte
(Armonía
de los evangelios canónicos)
Jesús en Jerusalén y en Bethania.
Profecías hechas a los discípulos sobre su suerte futura
XI 1. Y a fines de año se celebraba la fiesta de la Dedicación.
2. Y Jesús andaba por el portal de
Salomón, en el templo.
3. Y lo rodearon los judíos y exigían
que les dijese si era el Cristo.
4. Y respondió Jesús: Ya os lo he
dicho, y mis obras lo atestiguan.
5. Porque el Padre y yo somos una
misma cosa.

7. Y estaba tras el Jordán, cuando
vinieron a avisarle que Lázaro había muerto.
8. Y dijo a sus discípulos que Lázaro
dormía, significándoles así su defunción.
9. Y, viniendo a Bethania, halló que
Lázaro llevaba sepultado hacía cuatro días.
10. Y a los que estaban dijo: Yo soy
la resurrección y la vida.
11. Porque el muerto vivirá, si cree
en mí, y quien crea en mí no morirá eternamente.
12. E hizo salir a Lázaro del
sepulcro en que llevaba cuatro días.
13. Y muchos judíos entonces creyeron
en él.
14. Y los fariseos juntaron consejo,
porque veían que Jesús hacía muchos signos.
15. Y Caifás, el pontífice, lo
sentenció, y todos buscaban cómo prenderlo.
16. Y por esto el Señor fuese a
Efraim, junto al desierto, y se estaba allí, con sus discípulos.
17. Y, yendo después a Jerusalén,
pasaba por Galilea y por Samaria.
18. Y vio venir de lejos a diez
leprosos, y los curé, y los envió a los sacerdotes.

20. Y él les advirtió: No tenéis el
espíritu del cielo, que es benignidad, y mansedumbre, y paciencia.
21. Y les dijo en secreto: He aquí
que subimos a Jerusalén.
22. Para que el Hijo del hombre sea
entregado a los príncipes de los sacerdotes y a los escribas, y para que
sea condenado y azotado y llevado a la cruz.
23. Y al tercer día resucitará de
entre los muertos.
24. Y la madre de los hijos de Zebedeo
vino a pedirle que ellos tuvieran un primer lugar en el reino del cielo.
25. Y Jesús les habló entonces del cáliz
que había de beber, y de la pena de cruz.
26. Y los aconsejó según su ejemplo,
que ponía su vida por los demás.
Nuevos viajes a Jerusalén
XII 1. Camino de Jerusalén, pasaba
Jesús por Jericó.
2. Y el publicano Zaqueo le ofreció
devolver cuanto debiese, cuadruplicado, y dar la mitad de sus bienes a los
pobres, y Jesús paró en su casa.
3. Porque decía: En verdad que él
también es hijo de Abraham.
4. Y llegándose ciegos a él, a
grandes voces pedían que los sanase y los curó.
5. Y parando en Bethania en casa de
Simón el leproso, vino Marta a servir.
6. Y su hermana María quebró un vaso
de alabastro lleno de ungüento precioso sobre la cabeza del Señor, para
ungirlo.
7. Y los discípulos murmuraban de
aquel dispendio, que podía haberse dado a los pobres.
8. Y dijo Jesús: Siempre tendréis
pobres entre vosotros, mas a mí no siempre me tendréis.

10. Y llegando a Bethfagé, mandó Jesús
tomar un pollino para entrar sobre él en Jerusalén.
11. Y muchos niños y gentes lo recibían
con aclamaciones, y lo saludaban con ramas de árbol.
12. Diciendo: ¡Hosanna! ¡Bendito sea
el que viene en nombre del Señor, rey de Israel!
13. Y llegando a la ciudad, lloró
sobre ella.
14. Porque sabía que sería destruida
por los romanos Vespasiano y Tito.
15. Y entrando en Jerusalén, decían:
¿Quién es éste que llega así?
16. Y, yendo al templo, echó fuera a
los que negociaban allí.
17. Y devolvió la vista a muchos
ciegos y curó a muchos cojos.
18. Y dijo a los judíos que él
derribaría y restauraría en tres días el templo.
19. Y viendo Jesús a una viuda pobre
echar dos monedas pequeñas en el gazofilacio, dijo que aquella ofrenda
era la mayor.
20. Entonces contó a la gente la parábola
del publicano humilde y del fariseo jactancioso ante Dios.
21. Y dijo que el publicano sería
justificado antes que el fariseo.
22. Y como era tarde, fuese a Bethania.
23. Y Nicodemo fue a verlo de noche, y
hablaron de los secretos celestiales.
24. Y dijo Jesús que quien creyera
que él era el Cristo no perecería, sino que tendría vida eterna.
25. Y volviendo a Jerusalén, tuvo
hambre.
26. Y llegándose a una higuera, y
hallando que no tenía frutos, la maldijo.
27. Y la higuera se secó.
28. Y estando en el templo, trajeron
los escribas fariseos una mujer tomada en adulterio,

30. Mas que, siendo todos pecadores,
no había de aplicarse la ley a una sola infeliz.
31. Y, llegando unos gentiles,
pidieron a Andrés y a Felipe que les enseñase a Jesús.
32. Y dijo Jesús: He aquí que llega
la hora en que será glorificado el Hijo del hombre.
33. Y se volvió a Bethania.
34. Y, viendo los discípulos la
higuera seca, sintieron gran admiración.
35. Mas el Señor les dijo que
conseguirían todo lo que pidiesen con fe y con perseverancia.
36. Y a este propósito les contó la
parábola del juez injusto.
37. Que no temía a Dios ni a los
hombres, mas siendo muy insistido por una viuda, le hizo justicia, por
librarse de ella.
38. Y, viniendo al templo, le dijeron
los sacerdotes: ¿Con qué autoridad enseñas?
39. Y Jesús les contestó preguntándoles:
El bautismo de Juan ¿era del cielo o de los hombres?
40. Y, al referirles que los
publicanos y las meretrices serían preferidos a los incrédulos, les
relató la parábola del padre que mandó a sus dos hijos a trabajar en la
viña.
41. Y uno dijo: No quiero y fue. Y
otro dijo: Iré y no fue.
42. Después contó la parábola del
hombre que envió a cobrar a los colonos los frutos de su viña.
43. Y, habiendo matado a los que envió,
fue y condenó a los colonos.

45. Y quien sobre ella cayere será
quebrantado.
46. Y también les contó la parábola
del rey que celebró las bodas de su hijo.
47. Y querían los judíos ver de
encontrarlo en algún error.
48. Y, sobornando los fariseos a unos
discípulos, fueron con unos herodianos, para preguntarle si había de
darse tributo al César.
49. Y él, viendo la inscripción de
la moneda que le presentaban, dijo que la pagasen al César, pues suya
era, y a Dios lo que se le ha de pagar.
50. Vinieron después unos saduceos,
que no creen en la resurrección, y le presentaron argumentos.
51. Y dijo: El Dios de Abraham, e
Isaac, y Jacob no es Dios de muertos, mas de vivos.
52. Y los doctores de la Ley le
preguntaron cuál era el mandamiento primero, y dijo que amar al prójimo,
después de Dios.
53. Y contó la parábola del hombre
herido de ladrones, que abandonaron un levita y un sacerdote, mas del que
tuvo caridad un samaritano.
54. Y, habiendo mandado los judíos
prenderlo, no lo hicieron los ministriles, porque nunca habían a hombre
alguno oído hablar como a él.
55. Y decía Jesús: Me buscaréis, y
no me encontraréis.
56. Y muchos de la multitud creyeron
en que Jesús era profeta y el Cristo.
57. Mas otros decían: ¿Ha de venir
el Cristo de Galilea? ¿No ha de venir de la casa de David, de la aldea de
Bethlehem?

59. Y le dijeron: De David.
60. Y él les hizo ver que entonces
era absurdo que David, en los salmos, llamase Señor a su hijo.
61. Y entonces dijo Jesús a las
gentes que, sobre la ley que Dios dio a Moisés, se habían sentado los
escribas y los fariseos.
62. Porque cargaban a los hombres con
pesos que ellos no llevaban.
63. Y amaban ser llamados maestros, no
habiendo más maestro que el Padre que está en los cielos.
64. Y dijo: ¡Ay de vosotros, escribas
y fariseos, que cerráis el reino de los cielos ante los hombres!
65. Porque andáis mar y tierra para
hacer un prosélito, y meterlo en vuestras supersticiones.
66. He aquí a los ciegos que quieren
ser guías de los ciegos.
67. Porque vertisteis la sangre de los
profetas y los apóstoles.
Anuncio del juicio final
XIII 1. Saliendo Jesús del templo,
mostrábanselo sus discípulos con admiración.
2. Y él exclamó: En verdad os digo
que piedra sobre piedra no ha de quedar.
3. Y congregando a sus discípulos en
el monte de los Olivos, les anunció el Anticristo.
4. Que vendría con guerras, y pestes,
y hambres, y terremotos, según el vaticinio de David.
5. Mas que ni un cabello de sus
cabezas perecería.
6. Y que habría portentos en el
cielo, y en el mar, y en la luna, y en el sol, y en las estrellas.
7. Y que huyeran de la crápula, y del
desorden, y de la ebriedad, para que el día no los sorprendiera
desprevenidos, como el Diluvio halló a los hombres comiendo y bebiendo,
mientras Noé se refugiaba en el arca.
8. Porque no se sabía cuándo vendría
él con los ángeles en la luz del cielo.
9. Y les puso el ejemplo de los dos
siervos, que uno veló y otro se descuidó mientras estaba fuera el amo de
la casa.
10. Y añadió la parábola de las vírgenes,
que unas tenían aceite en las lámparas, y otras no, para esperar al
esposo.
11. También les habló del siervo inútil,
que guardó lo que le dio su señor, sin ponerlo a producir.
12. Y de cómo serían separados los
malos de los justos, como el pastor separa las ovejas de los carneros,
para que fuesen los malos llevados al fuego y los justos llamados al reino
celeste.


La última cena. Detención y condena
de Jesús
XIV 1. Y los sacerdotes reunieron
consejo para condenarlo y ofrecieron dinero a Judas para que se lo
entregara.
2. Y el primer día de la fiesta, fue
Jesús a comer en la ciudad la Pascua con los discípulos.
3. Y les lavó los pies, para darles
ejemplo de modestia.
4. Y, tomando el pan, dijo: Comed, éste
es mi cuerpo.
5. Y, dándoles vino, dijo: Bebed, ésta
es mi sangre.
6. Y como les anunciase que sería
entregado y muerto, dijo Pedro que lo seguiría a la cárcel y a la
muerte.
7. Mas Jesús le predijo que lo negaría
tres veces.
8. Y mandó que se amaran mutuamente,
según él los había amado.
9. Y dijo: No os turbéis.
10. Porque yo voy a preparar lugar en
que recibiros.

12. Mas el que en mí sea estéril será
como pámpano sin fruto, que se echa a las llamas.
13. No he sido elegido de vosotros,
sino yo os elegí.
14. Y el mundo os aborrecerá, para
que se cumpla la profecía: Sin causa me aborrecieron.
15. Si a mí me persiguieron, a
vosotros os perseguirán, porque no es el discípulo más que su maestro.
16. Mas cuando venga el Espíritu de
consuelo acusará al mundo.
17. Y si antes tuvisteis tristeza,
entonces tendréis gozo.
18. Y dio paz Jesús a sus discípulos
y les prometió que, siguiendo su ejemplo, vencerían al mundo.
19. Y alzando los ojos al Padre, pidió
que lo glorificase, y que hiciese a los discípulos unos con él, como él
era uno con el Padre.
20. Y tras de haber entonado el himno,
fueron a Getsemaní, tras el arroyo de los Cedros. Y Judas sabía el
lugar.
21. Y tomó a Pedro y a los hijos de
Zebedeo y empezó a angustiarse.
22. Y su alma estaba triste hasta la
muerte, y se alejó y oró.
23. Y pidió a su Padre que apartase
aquel cáliz, si era posible; mas si no, que se hiciese su voluntad.
24. Y yendo a sus discípulos, los
halló dormidos, y les recomendó velar y orar, para no caer en la tentación.
25. Porque el espíritu estaba presto,
mas la carne era frágil.
26. Y en su angustia, sudaba como
sangre.
27. Mas una voz del cielo lo confortó.
28. Y sobrevino Judas con una tropa de
ministriles de los pontífices y los fariseos.

30. Y preguntando a quién buscaban, y
diciendo que a Jesús Nazareno, repuso: Yo soy.
31. Y cayeron por tierra. Mas, acercándose
ludas, lo llamó maestro y lo besó.
32. Y éste era el signo convenido con
los judíos.
33. Y entonces, lo apresaron y ataron.
34. Y Pedro, que tenía espada, hirió
a Malco, criado del Pontífice, y le cortó la oreja derecha.
35. Mas Jesús se la sanó, y dijo a
Pedro que quien a hierro mata a hierro ha de morir.
36. Y preguntó a los que lo
prendieron que por qué iban a él armados, como si fuese ladrón, a pesar
de que siempre estaba en el templo enseñando públicamente.
37. Mas que aquella era su hora y la
de las potencias de las tinieblas.
38. Y los discípulos se salvaron
huyendo, y los esbirros llevaron a Jesús ante Anás, suegro del Sumo Pontífice
Caifás.
39. Y entonces le preguntaron de sus
discípulos y de su doctrina, mas él dijo: Preguntad a los que la oyen.
40. Y un criado del Pontífice le dijo
que cómo contestaba así y lo abofeteó.
41. Empero replicó Jesús: Si he
hablado mal, testimóniamelo. Y si bien, ¿por qué me hieres?
42. Y lo llevaron ante Caifás, y
presentaban falsos testigos, mas no se concertaban sus testimonios.
43. Y dijo el Pontífice: ¿Eres el
Cristo?
44. Contestó Jesús: Tú lo has
dicho.
45. Y aun os digo que veréis al Hijo
del hombre viniendo en las nubes del cielo.
46. Entonces el Pontífice rasgó sus
vestiduras y Jesús fue condenado a muerte.
47. Y le taparon la cabeza, y lo escupían,
y le pegaban, diciéndole: Profetiza quién te dio.
48. Y, estando Pedro en el patio de Anás,
le preguntaron si era de sus discípulos y lo negó.
49. Y dos veces volvió a negarlo en
el patio de Caifás.
50. Y cantó entonces el gallo y Pedro
recordó las palabras de Jesús.
51. Y salió afuera y lloraba.


Jesús en el Pretorio
XV 1. Y llevaron los judíos a Jesús
al Pretorio, mas no entraban, por no contaminarse antes de comer la
Pascua.
2. Y viendo Judas que lo condenaban,
arrojó en el templo los treinta dineros.
3. Y por ser precio de sangre, compróse
con ello un campo para sepultar a los forasteros.
4. Y habiéndole llevado a Pilatos,
acusaban los judíos a Jesús.
5. Y decían que subvertía al pueblo
y que prohibía dar tributo al César.
6. Y oyendo Pilatos a Jesús en
secreto, no halló culpa en él y quiso absolverlo.
7. Y, enterado de que Jesús predicaba
en Galilea, lo envió a Herodes el tetrarca, que estaba en Jerusalén, por
ser de su jurisdicción.
8. Y Herodes, con sus gentes, se burló
de él y le mandó poner, por escarnio, una veste blanca y lo devolvió a
Pilatos.
9. Y, por ser costumbre perdonar a un
culpado en la Pascua, quiso Pilatos perdonar a Jesús.
10. Mas, habiendo indicado su Proyecto
a los judíos, ellos le pidieron que librase a Barrabás, que era
homicida.
11. Y decían que crucificase al
Cristo.
12. Y los soldados de la guardia lo
desnudaron, y lo azotaron, y lo golpearon, y lo hirieron y, por burla, lo
llamaban rey de los judíos.
13. Y Pilatos salió a éstos, y les
dijo que Jesús estaba ya muy castigado y que tuviesen piedad de él.
Porque también su mujer había soñado con Jesús.
14. Mas los judíos pedían que lo
crucificase, y que si no, era enemigo del César.
15. Y Pilatos se lavó las manos, para
quedar limpio de aquella sangre.
16. Y lleváronse a Jesús para
crucificarlo.


Jesús en el Calvario
XVI 1. Y lo sentenciaron a ser
ejecutado entre dos ladrones.
2. Y Simón Cirineo le llevaba la
cruz.
3. Mas iba tras él mucha gente y
mujeres que lloraban.
4. Y dijo Jesús que no llorasen sobre
él.
5. Sino sobre Jerusalén, porque vendría
hora en que fuesen felices las estériles.
6. Y lo crucificaron en el Calvario,
entre los dos ladrones.
7. Y uno, acudiendo a Jesús, le pidió
que se acordase de él cuando estuviese en su reino.
8. Y Jesús le prometió que estaría
con él en el Paraíso.
9. Y Pilatos había mandado poner a
Jesús un cartel que repugnaba a los judíos.
10. Porque decía en latín, y en
griego, y en hebreo:
Jesús Nazareno, rey de los judíos.
11. Y los soldados repartieron sus
vestiduras, según la profecía.
12. Y estaban junto a la cruz de Jesús
su madre María y su discípulo Juan.
13. Y él dijo: Mujer, he ahí a tu
hijo. Y a Juan: He ahí a tu madre.
14. Y luego clamó: Dios mío, Dios mío,
¿por qué me abandonaste?
15. Y oyéndolo gritar, le ofrecieron
una esponja con vinagre.
16. Y Jesús, inclinando la cabeza
sobre el pecho, exclamó: En tus manos, Padre, encomiendo mi espíritu. Y
expiró, dando una gran voz.


Prodigios que acompañaron la muerte
del Crucificado. Su sepultura
XVII 1. Su muerte fue seguida de
prodigios. Porque el sol se oscureció, las estrellas temblaron, y se rasgó
el velo del templo.
2. Y se quebraron las piedras, y se
abrieron los sepulcros, y hubo resurrecciones.
3. Y el centurión que había allí
dijo: Verdaderamente, este hombre era Hijo de Dios.
4. Y los judíos rogaron a Pilatos que
mandase sepultar a los condenados, porque sus cuerpos no estuviesen el sábado
en la cruz.
5. Y quebraron las piernas a los
ladrones. Mas, como Jesús se hallaba ya exánime, le dieron una lanzada,
y salió sangre y agua.
6. Y el decurión José pidió a
Pilatos el cuerpo de Jesús para darle sepultura.
7. Y él y Nicodemo lo ungieron y lo
perfumaron con más de cien libras de mirra y de áloe.

Resurrección y ascensión de Jesús
XVIII 1. Vinieron los judíos a
Pilatos, pidiéndole poner guardias en el sepulcro y tapar la puerta y
sellarla.
2. Para que no vinieran los discípulos
y robaran el cuerpo y dijeran que había resucitado.
3. Mas al tercer día hubo como un
gran terremoto, y el Señor resucitó, y dos ángeles refulgentes apareciéronse
ante los guardias, y los guardias cayeron a tierra como muertos.
4. Mas los judíos sobornaron a los
soldados para que dijesen que el cuerpo de Jesús había sido robado por
la noche.
5. Y María Magdalena y Salomé iban
al sepulcro para ungir y aromar el cuerpo del Señor.
6. Y hallaron la piedra de la puerta
movida, y que no estaba el cuerpo del Señor.
7. Y en esto se aparecieron dos ángeles,
y les dijeron que el Señor había resucitado, y que fuesen a predicar a
los discípulos a Galilea.
8. Porque el Señor había predicho su
muerto y su resurrección.

10. Mas yendo Pedro y Juan al
sepulcro, vieron que las mujeres decían verdad.
11. Y estando María Magdalena cerca
del sepulcro, aparecióse a ella el Señor, por primera vez.
12. Y yendo a Emmaús, se apareció a
dos de sus discípulos.
13. Y les explicó desde Moisés todas
las Escrituras.
14. Y después, estando una tarde
reunidos los discípulos con las puertas cerradas, se apareció Jesús y
les deseó paz.
15. Y, como ellos se maravillasen, les
mostró los agujeros de sus manos y de sus pies.
16. Y, porque si fuera Espíritu no
comería, comió con ellos miel y pescado.
17. Y les explicó el sentido de las
Escrituras, y de la Ley, y de los salmos.
18. Y les explicó cómo profetizaban
al Cristo, y su muerte, y resurrección al tercer día.
19. Y les envió a predicar el
Evangelio a los gentiles y la remisión de los pecados.
20. Y los discípulos sintieron grande
gozo.
21. Y otra vez les dio paz, y dijo que
él los enviaba a ellos, como el Padre a él.
22. Y luego les insufló el Espíritu
Santo.
23. Y ocho días más tarde, estando
los discípulos con las puertas cerradas, se apareció y los deseó paz.
24. Y Tomás, que dudaba, porque antes
estaba ausente, vio la herida del costado de Cristo, y sus manos y pies
agujereados, y creyó.
25. Y otro día, pescando los discípulos
en el Tiberíades, se manifestó.

27. Y luego los discípulos fueron a
Galilea, a un monte que les había indicado el Señor, y lo adoraron.
28. Y les dijo que toda potestad les
era dada.
29. Y que fuesen y bautizasen a los
gentiles, y que anunciasen el Evangelio y el perdón de los pecados.
30. Y que echasen demonios, y curasen
enfermos, y en su nombre predicasen.
31. Y he aquí que, cuando el Señor
los hubo adoctrinado, se iba al cielo.
32. Y fue en él recibido y se sentó
a la diestra de Dios.
33. Y los discípulos fuéronse, y
andaban predicando por todas partes.
34. Y el Señor obraba con ellos y hacían
señales en su nombre.
35. Y confirmaban sus palabras con las
obras que se seguían.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Procura comentar con libertad y con respeto. Este blog es gratuito, no hacemos publicidad y está puesto totalmente a vuestra disposición. Pero pedimos todo el respeto del mundo a todo el mundo. Gracias.