
1ª
Parte
(Armonía
de los evangelios canónicos)
Acontecimientos que precedieron y que
siguieron al nacimiento de Jesús
1. En el principio era el Verbo, por
el que fue hecho todo.
2. José desposó a la virgen María,
y el arcángel Gabriel se le apareció, y le anunció su próxima preñez,
que se produciría por modo sobrenatural.
3. Y José no la conoció, mientras no
dio a luz.
4. Y Octavio Augusto mandó hacer un
censo de todo el Imperio Romano.
5. Y José era de Bethlehem, la ciudad
de David, y fue allí a empadronarse, porque era de la casa de aquel rey.
6. Y, estando allí, la virgen parió
al Cristo.
7. Y los ángeles del cielo lo
anunciaron por la noche a los pastores que cuidaban de los ganados.
8. Y unos magos de lejanas tierras
vinieron a asistir a su nacimiento.
9. Y, pasados los ocho días, el niño
fue circuncidado y lo llamaron Jesús.
10. Y una estrella condujo a los magos
a Jerusalén.
11. Y comunicaron a Herodes que había
nacido el rey de los judíos.
12. Y Herodes juntó consejo de príncipes
y escribas para saber dónde nacería y le dijeron que en Bethlehem.
13. Y los magos adoraron a Jesús en
aquella villa.
14. Y un justo llamado Simeón y Ana,
profetisa, hija de Phanuel, vinieron al templo y predicaban de Jesús.
15. Y Herodes pensó en su ánima
matar a todos los niños de la edad de Jesús en Nazareth.
16. Mas un oráculo advirtió a José
que huyese a Egipto.
17. Y todos los niños pequeños
fueron degollados.
18. Y el niño crecía y se fortalecía
en espíritu.
19. Y estuvieron siete años en
Egipto, hasta que Herodes murió.
20. Y, cuando José lo supo por aviso
del cielo, volvió a Nazareth, su patria.

Infancia de Jesús. Aparición de Juan
el Bautista
II 1. Y, cuando Jesús tenía doce años,
subieron sus padres a Jerusalén.
2. Y he aquí que lo encontraron en el
templo, hablando con los doctores de la Ley de los asuntos de su Padre.
3. Y, habiendo vuelto a su casa,
estaba sometido a sus padres.
4. Y he aquí que vino palabra de Dios
sobre Juan, hijo de Zacarías, precursor de Cristo, el cual predicaba.
5. Y predicaba el arrepentimiento y la
vida austera, y bautizaba.
6. Y los judíos, viéndolo en la
verdad, pensaban primero si sería el Cristo.
7. Mas Juan vaticinó del Cristo,
porque venía como su mensajero.

Bautismo de Jesús. Muerte de Juan
III 1. Y Jesús llegó de Galilea para
ser bautizado en el Jordán.
2. Y, al salir del agua, se oyó una
voz del Padre celestial, diciendo: Este es mi Hijo dilecto, en quien me
complazco.
3. Y, después de esto, fue llevado al
desierto cuarenta días, para ser tentado del diablo.
4. Y Juan dijo de Jesús: Es el
cordero de Dios, que quita los delitos del mundo.
5. Y los primeros que siguieron a Jesús
fueron Simón Barjona y su hermano Andrés.
6. Mas luego Jesús llamó también a
Felipe.
7. Y, estando en unas bodas, trocó el
agua en vino.
8. Y, bajando a Jerusalén, arrojó
del templo a los mercaderes.
9. Y, habiendo pasado una noche entera
Simón Pedro sin pescar nada, por la palabra de Jesús tuvo una pesca
copiosa y se llenó de asombro.
10. Y le dijo: Apártate de mí, Señor,
que soy pecador.
11. Y los discípulos de Juan fueron a
decirle que los de Jesús bautizaban.
12. Y les contestó: A él conviene
crecer y a mí menguar.
13. Porque quien del cielo viene es
sobre todos.
14. Y Herodes, por cuanto Juan le
reprendía un vínculo ilícito, le hizo cortar la cabeza.
15. Y, oyéndolo Jesús, que estaba en
Galilea, se fue a los confines de Zabulón y de Nephtalim.
16. Y predicaba la penitencia y el
reino de los cielos.

Jesús elige doce discípulos y
empieza a hacer milagros
IV 1. Y Jesús hacía milagros y
evangelizaba.
2. Según dijo Isaías: El Espíritu
Santo es sobre mí, para predicar a los pobres.
3. Y muchos se congregaban y lo seguían.
4. Y entonces eligió doce discípulos.
5. Y, subiendo a un monte, les propuso
las diversas fórmulas de las bienaventuranzas.
6. Y dio a los que predicasen su
doctrina facultad de curar enfermos y de arrojar demonios.
7. Y solícitamente instruía a la
muchedumbre, cuando descendió al campo desde el monte.
8. Y su doctrina era milagrosa e iba
en bien de los míseros. Y curaba a los leprosos.
9. Y curó la parálisis del fámulo
de un centurión.
10. Y, llegando a las puertas de la
ciudad de Nain, resucitó a uno que llevaban a enterrar.
11. Y su fama se extendió por toda la
Siria.

13. Y, siguiéndole muchos, les dijo
que para seguirlo era preciso renunciar a todos los afectos terrenos.
14. Y que no esperasen fortuna, porque
el Hijo del hombre no tenía ni almohada en que reposar su cabeza.
15. Y, pidiéndole uno licencia para,
antes de seguirlo, ir a enterrar a su padre, le dijo: Deja que entierren
los muertos a sus muertos.
16. Y a otro, que antes de seguirlo
quería ir a despedirse de su casa, le dijo que no era buen sembrador
quien, puesta ya la mano en el arado, volvía la vista atrás.
17. Y, viniendo al país de los gerasenos,
en una barca, hubo gran temporal, mientras él dormía.
18. Y él hizo cesar la tempestad.
19. Y, llegado a puerto, libró a un
endemoniado de un tropel de espíritus inmundos, y les permitió alojarse
en una manada de puercos.
20. Y, llegando a Cafarnaum, curó a
un paralítico, por su mucha fe.
21. Y, viendo al publicano Mateo, lo
llamó a las funciones apostólicas.
22. Al pasar para Galilea por Samaria,
entabló coloquio con una mujerzuela, que era pecadora.
23. Y ella sabía que vendría el Mesías,
que llamaban el Cristo.
24. Y, llegando a Caná de Galilea,
vino a él un notable de la ciudad que tenía un hijo moribundo, y fue
sano.
25. Y, entrando en la casa de Leví,
le reprendieron los fariseos, porque andaba con publicanos.
26. Y dijo Jesús: No necesitan médico
los sanos, sino los enfermos.
27. Y le dijeron los fariseos que por
qué sus discípulos no ayunaban, y no hacían sacrificios, como los de
Juan.
28. Contestó él: ¿Pueden los que
están de bodas no comer y beber, mientras esté presente el esposo?
29. No se ha de poner remiendo de paño
nuevo en vestido viejo.
30. Ni echar vino nuevo en viejos
odres.
31. Mas los fariseos calumniaban al
Cristo.

33. Generación insensata, yo no
necesito más signo que el de Jonás.
34. Que tres días estuvo en el
vientre de la ballena.
35. Nínive acusará a esta generación,
porque ellos se arrepintieron por la predicación de Jonás.
36. Y la reina del Austro os dio
ejemplo, cuando vino desde lejos a escuchar la sabiduría de Salomón.
37. Porque, cuantas veces el espíritu
inmundo sale del hombre y vuelve, trae otros espíritus y sus últimas
cosas son las peores.
38. Y, oyéndolo, una mujer dijo:
Bendito el vientre que te llevó y los pechos que te amamantaron.
39. Mas él dijo: Bienaventurados los
que sigan la palabra de Dios y la guarden.
40. Y, predicando un día, le dijeron
que su madre y hermanos estaban fuera, y que querían verlo.
41. Mas él los reprendió, diciendo
que su madre y hermanos eran quienes hicieren la voluntad divina.
Resurrección de la hija de Jairo y
expulsión de demonios
V 1. Y, confirmando el Señor sus
milagros, resucitó a la hija de Jairo, príncipe de la Sinagoga.
2. Y expulsó muchos demonios y la
gente estaba llena de admiración.
3. Y entonces dijeron los fariseos que
echaba los demonios en nombre de Beelzebuh.
4. Y él les contestó que quien da
buenas cosas tiene buen tesoro, y que quien las da malas mal tesoro tiene.
5. Porque decía: El buen árbol da
buenos frutos.
6. Y de toda palabra ociosa que hablen
los hombres darán cuenta a Dios en el día del juicio.

Maquinaciones de los enemigos de Jesús
VI 1. Y, entrando Jesús en casa de
Marta, andaba ésta ocupada.
2. Mas su hermana María, sentada a
los pies de Jesús, oía su palabra.
3. Y, como Marta se quejase de esto,
dijo Jesús: Déjala. Ella eligió la parte mejor.
4. Y designó Jesús otros setenta y
dos discípulos para que predicasen el Evangelio.
5. Y para que lo precediesen e
hiciesen beneficios de salud.
6. Porque los potestó para sanar
enfermos y para echar fuera demonios.
7. Y vinieron gozosos los discípulos,
diciendo que los demonios les obedecían, en su nombre.
8. Y él contestó: Vi a Satanás como
un rayo que caía del cielo.
9. Gracias, Padre benigno, porque has
dado a estos emisarios los conocimientos celestes que niegas a los
grandes.
10. Mas los fariseos procuraban ver de
sorprender al Cristo en alguna cosa.

12. Y, diciéndole los fariseos que
era impío, les puso Jesús el ejemplo de David, que comió los panes de
la proposición, porque tenía hambre.
13. Había, pues, un sábado en la
sinagoga un hombre que tenía seca la mano derecha.
14. Y él preguntó: ¿Es lícito
hacer beneficio en sábado?
15. Y, como lo sanó, dijo: Porque
ninguno de vosotros, si una res, en sábado, se le cae al pozo, dejará de
sacarla.
16. Y entonces buscaban ocasión de
perder a Jesús.
17. Y él fue a un monte a orar, y se
pasó la noche en oración.
18. Y después de esto les propuso la
parábola del sembrador, que, sembrando, arrojó simiente en tierra, y en
piedra y en espinas.
19. Y lo que cayó en buena tierra,
fructificó; mas lo que cayó fuera, pereció.
20. Y les dijo del grano de mostaza,
que es la simiente más pequeña y el árbol mayor.
21. Y les habló del fermento que la
mujer mezcló con harina.
22. Y, diciendo esto a la gente,
explicaba a los discípulos las parábolas de los misterios superiores.
23. Les habló, pues, del tesoro
escondido en el campo, y del mercader que vendió todas sus perlas para
comprar una sola de gran valor.
24. Y en sus palabras les ponderaba la
sublimidad del reino de los cielos.
25. Y les enseñó claramente la parábola
de la cizaña.

Imprecaciones de Jesús contra los
fariseos
VII 1. Y, yendo Jesús a su patria, no
pudo enseñar con gusto, por ser esto común a los profetas, que no suelen
en su patria ser glorificados.
2.Y por la incredulidad de ellos hizo
pocos milagros.
3. Mas el tetrarca Herodes, oyendo la
fama de Jesús, creyó que era Juan que había resucitado y deseó verlo.
4. Jesús, por entonces, estando en un
sitio desierto con una gran multitud, le dio de comer con sólo cinco
panes y dos peces.
5. Y, viéndolo, muchos lo juzgaron
digno de ser hecho príncipe.
6. Mas no tenía ambición, y por ello
huyó a un monte, y oró toda la noche.
7. Y sus discípulos estaban en el
mar, y una tempestad los agitaba.
8. Y en medio de ella, Jesús fue a
sus discípulos andando sobre las olas.
9. Mas ellos disputábanle por
espectro.

11. Y el Señor mandó al viento y
entró en la nave.
12. Y vinieron a tierra de Genezareth.
13. Y allí acudían los enfermos, y,
tocando la orla de su vestidura, quedaban sanos.
14. Empero cuando oyeron que Jesús
hablaba de darles su carne y su sangre a modo de pan celestial, muchos
huyeron de él.
15. Mas Pedro dijo que lo seguiría,
porque sus palabras eran de vida eterna.
16. Y, habiendo llamado un fariseo a
comer a Jesús, se escandalizó de verlo comer sin lavarse antes.
17. Mas dijo él: Necios, ¿observáis
las tradiciones y la caridad de Dios no observáis?
18. Vosotros diezmáis la menta y los
demás productos, mas no sois justos.
19. Hipócritas, que amáis los
primeros sitios en las sinagogas y que hacéis culto de las fórmulas
externas.
20. Sois como sepulcros blanqueados.
21. Y sustraéis, so pretexto de
oblación, los socorros a los valetudinarios, con falsa doctrina.
22. Mas toda planta que mi Padre no
plantó será desarraigada.
23. Ya lo profetizó Isaías: Este
pueblo me honra con sus labios, mas su corazón está alejado de mí.
24. Nada exterior al hombre lo puede
contaminar, mas sí lo interior.
25. Porque el corazón es la oficina
de que salen el adulterio, y la fornicación, y el homicidio, y el hurto.
26. Y el dolo, y la impostura, y la
impudicia, y la necedad, y la soberbia.
27. Mas todo os será quitado si a
vuestros hermanos hacéis limosnas.

El milagro de los panes y los peces.
La transliguración
VIII 1. Y Jesús, desde Judea, fue a
Tiro y Sidón.
2. Y a una mujer cananea, que llegó
con su hija, la cual estaba endemoniada, la atendió por su mucha fe.
3. Y curó ciegos, y cojos, e imbéciles,
y valetudinarios.
4. Y el pueblo, con gran admiración,
venía a sus pies.
5. Y curó también a un sordomudo.
6. Y viniendo a Decápolis, hizo
hablar a los mudos y oír a los sordos.
7. Y, yendo a las Pascuas de Pentecostés,
en Jerusalén, había junto a la piscina un hombre que llevaba enfermo
cuarenta años.
8. Y, como lo hubiera sanado, dijeron
los fariseos: Es sábado
9. Mas dijo Jesús: Yo obro, porque en
mí obra mi Padre.
10. Escudriñad las Escrituras en que
esperáis vida eterna.

12. Y enviasteis a Juan y dio
testimonio de mí.
13. Mas no quiero glorificación,
porque sólo a Dios gloria procede.
14. Y, pasando la mar de Galilea, en
un lugar solitario dio de comer a cuatro mil hombres con siete panes y
unos pocos pescados.
15. Y vino a Dalmanutha.
16. Y aconsejaba huir de la levadura
de hipocresía de los fariseos.
17. Fue después a las partes de Cesárea
de Filipo.
18. Y dio a Pedro las llaves del reino
de los cielos, prometiéndole sobre él fundar su iglesia.
19. Y que las puertas del infierno no
prevalecerán contra él.
20. Entonces comenzó a decir que
sufriría grandes fatigas, y que sería muerto por resolución de los
escribas y de los príncipes de Judea.
21. Y Pedro, oyéndolo hablar de
muerte, lo increpó.
22. Mas dijo Jesús: Apártate de mí,
Satanás.
23. Porque no sabes lo que es de Dios,
sino lo que es de los hombres.
24. Y quien quiera complacerme deje
todo humano afecto, y cargue con su cruz, y sígame.
25. ¿De qué valdrá al hombre
granjearse el mundo, cuando el Hijo venga con los ángeles en la gloria de
su Padre y a cada uno pague según sus obras?
26. Porque en verdad os digo que
algunos de los que hay aquí no morirán sin ver al Hijo del hombre venir
en toda su gloria.
27. Y, habiendo subido a un monte
alto, iban con él Pedro, y Juan, y Jacobo.
28. Y vieron venir una luz
deslumbrante, y a Elías y Moisés hablar con Jesús.
29. Y la voz del Padre celeste dijo:
He aquí mi Hijo amado, en el que me complazco.

31. Y, habiendo presentado un lunático
a ellos, no lo pudieron sanar.
32. Mas Jesús vino y lo curé. Y les
dijo: No lo curasteis por vuestra incredulidad.
33. Y viniendo a Cafarnaum, les
exigieron el tributo.
34. Y Pedro pescó un pez, que tenía
dentro un estateco, que son cuatro dracmas. Y fue el primer pez que pescó
aquel día.
35. Y por entonces le preguntaron los
discípulos quién tendría más honra y más gloria en el reino de los
cielos.
36. Y, tomando Jesús a un niño, le
puso en medio, y dijo que era preciso, para que fuesen perdonados los
pecados, hacerse como niños.
37. Y les contó la parábola de las
cien ovejas y de la oveja perdida.
38. Y la de la dracma que se perdió y
que se encontró con gran gozo.
39. Y expresó la máxima indulgencia
de nuestro Padre con la parábola del hijo pródigo, el cual fue recibido
con gozo, y al que le puso su padre un anillo, e hizo en su honor gran
festín.
40. Y les dijo que, cuando recibiesen
ofensa de su hermano, procurasen benignamente arreglarlo a solas.
41. Y que llevasen, si no conseguían
nada, dos árbitros, y si tampoco, que lo llevasen a la asamblea.
42. Y, habiéndole preguntado Pedro si
había de perdonar hasta siete veces a su hermano, contestó que no siete,
sino setenta veces siete.
43. Porque, si no somos clementes, no
lo será con nosotros Dios.
44. Y explicó la parábola del rey
que condonóuna deuda a su siervo.
45. Y viendo que el siervo no fue con
su consiervo igualmente clemente, le condenó.

Enseñanzas y parábolas de Jesús
IX 1. Terminados estos sermones, pasó
Jesús al otro lado del Jordán y enseñaba y curaba a los enfermos.
2. Y queriendo perderlo, preguntaron
capciosamente los fariseos qué había de hacerse para repudiar a la
mujer.
3. Mas dijo Jesús: Moisés, por la
dureza de vuestro corazón, os mandó, para divorciaros, dar carta de
repudio.
4. Mas nunca, sino por fornicación,
es el repudio lícito.
5. Y, diciéndole algunos que era
entonces preferible el celibato, dijo Jesús: Los que puedan castrarse por
el reino de los cielos tendrán gracia.
6. Y unas madres le trajeron unos niños
para que les impusiese la mano.
7. Y como los apóstoles lo
prohibiesen, los reprendió Jesús. Y les dijo que de tales como aquéllos
era el reino de los cielos.
8. Entonces le contaron cómo Pilatos
había mezclado con sus sacrificios la sangre de unos galileos.
9. Y dijo Jesús: ¿Creéis por ello
que son más pecadores que los demás?
l0. ¿Ni que eran más pecadores que
los otros los doce que aplastóla torre de Siloé?
11. Y les contó la parábola del
padre de familia que quiso cortar la higuera que no daba fruto, a pesar de
pedirle el vendimiador que aún no la cortase.
12. Y, enseñando un sábado en la
Sinagoga, vino una mujer que hacía dieciocho años tenía demonio y la
sanó.
13. Y enojóse el príncipe de la
Sinagoga, y le dijo que no hiciese aquello en sábado.
14. Respondió Cristo: Cada uno desata
su buey en sábado y lo lleva a beber.
15. Y a esta hija de Abraham, que hacía
dieciocho años estaba ligada al demonio, convino librarla hoy de sus
ligaduras.
16. Y así avergonzaba a los fariseos.
17. Y le dijeron: Vete, porque Herodes
te quiere matar.
18. Mas contestó Jesús, que conoció
su perfidia: Id y decid a ese zorro: Hoy y mañana expulso demonios, y
hago salud, y al tercer día consumado soy.


Nuevas enseñanzas y parábolas
X 1. Y Jesús conocía la malevolencia
de ellos.
2. Mas, al llegar la fiesta de los
Tabernáculos, fue a Jerusalén.
3. Y las gentes hablaban de él de
distintas maneras.
4. Porque unos creían bueno lo que
Jesús predicaba, mas decían otros que era un impostor.
5. Y, alzándose, Jesús repuso: No es
mía mi doctrina, sino del Padre, que me envió.
6. Y se admiraban al oírlo de que
supiera letras, sin haberlas aprendido.
7. Y, dentro de sí, querían sus
enemigos ajusticiarlo.
8. Y mandaron a prenderlo, mas ninguno
le puso mano encima, porque aún no había llegado su hora.

10. Mas Jesús le contestó que no le
competía juicio de tal clase.
11. Y, aconsejando a las gentes que
huyesen de la avaricia, les expuso la parábola del que, cuando había
juntado mucho, vinieron en la noche por su alma.
12. Y, hablando otra vez en el templo,
como dijese a los judíos que eran hijos del diablo, y no de Abraham,
quisieron apedrearlo.
13. Y lo llamaban endemoniado y
samaritano.
14. Y curó luego a un ciego de
nacimiento, que mendigaba.
15. Y, llegando a Jesús un mancebo,
le dijo: Maestro bueno, ¿qué haré para conseguir la vida eterna?
16. Mas Jesús le dijo que nadie era
bueno, sino Dios.
17. Y añadió, viendo que el mancebo
le aseguraba que cumplía los preceptos, que sólo le faltaba vender sus
bienes y darlos a los pobres. Y él se fue contrito, porque era rico.
18. Y dijo Jesús: En verdad os digo
que antes entrará un camello por el ojo de una aguja que un rico en el
reino de los cielos.
19. Y Pedro dijo a Cristo que ellos lo
habían abandonado todo por él y él les prometió que les sería dado
ciento por uno.
20. Propúsoles entonces la parábola
del rico y de Lázaro el pobre.

22. Y les habló de la parábola del
administrador deshonesto, que, por granjearse el apoyo de los
administrados de su señor, les rebajó sus cuentas, cuando fue despedido,
y a quien, a pesar de ello, alabó el señor.
23. Igualmente les habló del cabeza
de familia, que, para trabajar en su viña, contrató en distintas horas a
varios operarios y luego les pagó lo mismo a todos.
24. Y, entrando un sábado en casa de
un fariseo, curó a un hidrópico.
25. Y entonces habló de que quien era
invitado a comer no sea el primero en sentarse, por si hubiera otros de más
honor.
26. Y que, cuando se hiciese, se
convidase a los desgraciados, para obtener recompensa en la resurrección
de los justos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Procura comentar con libertad y con respeto. Este blog es gratuito, no hacemos publicidad y está puesto totalmente a vuestra disposición. Pero pedimos todo el respeto del mundo a todo el mundo. Gracias.