jueves, 25 de agosto de 2016

Victor Frankl. El hombre en busca de sentido

 (los hombres en busca de nuestro ser)

Leo “El hombre en busca de sentido” de Viktor Frankl. Es el libro testimonio y homenaje a los que perdieron la vida en Auschwitz (los que murieron y aquellos cuya vida nunca fue la misma).

Es interesante ver y entender en la primera parte del libro como la experiencia de un psicólogo permite entender la locura del holocausto en primera persona. También es importante conocer por boca de Viktor Frankl la interpretación social, personal y psicológica (más) de todos los involucrados en el holocausto: victimas - condenados, supervivientes, listos y tontos, malos y buenos, animalizados y resistentes - y verdugos - a su pesar y a su agrado, psicópatas y deudores del deber obligado criticado por Arendt en su juicio a Eichman -.

En la segunda parte del libro, pendiente, establece la base de su teoría psicológica: la Logoterapia de tratamiento, tercera pata de las teorías fundamentales del tratamiento psicológico junto con el psicoanalismo de Freud y psicología individual de Adler. (Freud – “al hombre lo mueve la voluntad del placer”; Adler– “al hombre lo mueve la voluntad de poder”; Frankl – “al hombre lo mueve la voluntad de sentido”. )

Cuanto más leo sobre el holocausto y más intento racionalizar el hecho más me convenzo de algunos hechos:
Los nazis NO estaban locos ni el pueblo alemán como tampoco es verdad que los polacos, daneses, holandeses, franceses, españoles, etc que colaboraron con su tarea asesina se dejaron llevar SIN CONOCER lo que ocurría.
Los que sobrevivieron lo hicieron por suerte, absoluta, por pertenecer a los más listos o los más malos (esto es a costa de otros) o por colaborar con los nazis.
La situación logró hacer salir lo más malo de cada persona, lo peor sin ambages. Aún así algunas personas tuvieron especial predisposición para ser un monstruo y otras para ser victimas.
Siempre nos queda una libertad, una última libertad, decía Frankl que es la de tener la actitud frente a lo que tenemos enfrente. Ser connivente y asesino, inmoral y apoya el abuso (imprescindible enseñanza para el día a día), o mantenerse "vivo" sin caer en la cooperación de la verguenza.
De acuerdo a lo anterior el mundo se divide, para Frankl, en dos tipos de personas
De acuerdo a lo anterior el mundo se divide, para Frankl, en dos tipos de personas fundamentales: las decentes y las indecentes. De ambas las había y hubo en los dos bandos aunque en uno, los judios y víctimas, hubo más de los primeros, aun solo por sufrir el maltrato y el abuso; y los segundos, los nazis y las poblaciones y personas colaboradoras se dieron por interés, por negligencia, por seguidismo, por absurda dependencia mental. El síntoma, sindrome, consecuencia de la total derrota no es, por desgracia, potestativa del Holocausto, sino que se manifiesta con su sorda y tundidora sombra con asiduidad cronológica.
La pregunta es: ¿Como aceptar el dolor, la vida, el sufrimiento en la vida sin perder la cabeza, la humanidad, el consuelo, el futuro?. Esta es la base psicológica del existencialismo cultural y filosófico quizás no del todo heredero del pensamiento de Frankl pero si de la era que le toco vivir.
¿Cuanto se nos puede robar?, ¿Con cuanto menos podemos vivir?, ¿Cuando el hombre deja de ser hombre?, En ese momento el hombre ¿Sigue el hombre siendo hombre/ciudadano/persona más allá de la mera existencia física?

Sea dicho todo esto con sinceridad y sin ambages y con la sensación, perenne, de que Europa tiene una cuenta pendiente con esa parte amputada que fue la cultura judía europea, hoy casi extinta y, sin embargo, se da una cierta reivindicación amnésica de esa parte de la cultura europea que aniquiló a millones de seres humanos.
Termino con una cita del libro: “¿Qué es el hombre? El ser que siempre decide lo que es. Es el ser que inventó las cámaras de gas, pero al mismo tiempo es también el ser que ha ido a las cámaras de gas con la cabeza orgullosamente erguida y con el padrenuestro o el Shäma Yisrael en los labios”.

Y otra mas de Adorno: “Nach Ausschwitz noch ein Gedicht zu schreiben ist barbarisch” (Escribir poesía tras Auschwitz es bárbaro”): Frankl tomó el camino constructivo, de reflexión, de construcción y de valentía: enhorabuena, no era fácil.

PARA LEER EL LIBRO:

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Procura comentar con libertad y con respeto. Este blog es gratuito, no hacemos publicidad y está puesto totalmente a vuestra disposición. Pero pedimos todo el respeto del mundo a todo el mundo. Gracias.