Se
puede entender por « convivencia» ante todo la convivencia fraterna, es decir,
la condición de vida común, bajo el mismo techo, de un hombre y de una mujer,
que se tratan como hermanos, es decir, en una relación que se distingue de la
que existe entre el esposo y la esposa, ya que no sólo no se permiten el acto
conyugal, sino ni siquiera aquellos actos - de confianza y de libertad que son
propios de los esposos.
Pero
la mayor parte de las veces se entiende por «convivencia» la cohabitación
entre un hombre y una mujer que mantienen entre sí una relación de tipo
conyugal, sin ningún vínculo institucional reconocido públicamente, ni civil,
ni religioso; o bien la cohahitación de unos católicos unidos solamente por el
matrimonio civil.
Desde
el punto de vista ético es obvia la inmoralidad de estas situaciones
irregulares, ya que les falta la dimensión social de la sexualidad y, en el
caso de los creyentes, también la dimensión sacramental. Pastoralmente es
oportuno «conocer estas situaciones y sus causas concretas, caso por caso
acercarse con discreción y respeto a los que conviven; emplear una actitud de
paciente iluminación, de corrección caritativa, de testimonio familiar
cristiano, que pueda allanarles el camino hacia la regularización de su situación»
(Familiaris consortio. 81). Sobre todo es necesario realizar una obra de
prevención entre los jóvenes para que aprecien la institución matrimonial,
que no está en contraposición con el amor, y para que comprendan la rica
realidad humana y sobrenatural del matrimonio-sacramento.
Según
las disposiciones de la Iglesia, los que conviven irregularmente no pueden ser
admitidos a los sacramentos mientras perdura la situación de irregularidad.
Cuando esas uniones no pueden sanarse con un verdadero matrimonio y, por otra
parte, por razones muy graves (por ejemplo, la educación de los hijos, la mutua
ayuda, etc.), no pueden interrumpirse, desde el punto de vista moral se impone
la convivencia fraterna.
G.
Cappelli
Bibl.:
G. Sessolo, Convivencia fraterna, en DTM. 297-298: R. F Aznar, Cohabitación,
matrimonio civil. divorciados. casados de nuevo, Salamanca 1984: F J Elizari,
Pastoral de divorciados y de otras «situaciones irregulares», San Pablo,
Madrid 1980,
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