martes, 19 de abril de 2016

CHOPIN, FRYDÉRYC-FRANZISEK


Vida. Pianista y compositor polaco; n. en ZelazowaWola el 23 abr. 1810 y m. en París el 17 oct. 1849. Célebre a los nueve años como pianista e improvisador. En 1830 sale de Polonia; en 1831 se instala en París, donde residirá habitualmente frecuentando la alta sociedad. Recibe clases de Kalkbrenner. Liszt (v.) es su amigo, intérprete e incluso biógrafo. Se relaciona con Balzac, Heine, Berlioz y Delacroix. A los 25 años encuentra a George Sand (v.). Durante una decena de años hay entre ellos amor y protección maternal de ésta hacia Ch. enfermo. En 1838 va a Mallorca buscando alivio a su salud, pero se agrava y regresa a Nohant. En esta época compone lo mejor de su obra. Rotas las relaciones con su amante, Ch. termina sus días en las dificultades de la pobreza y la enfermedad. Realiza un viaje a Inglaterra, obtiene éxitos como virtuoso, pero al volver a París no compone más. Cuando murió su corazón fue llevado a la iglesia de la Santa Cruz de Varsovia y su cuerpo recibió sepultura en el cementerio de Pére Lachaise.
     
      juicio. Ch. crea siempre para el piano; incluso en aquellas obras, muy pocas, en las que otro instrumento se le une, es aquél quien da sentido a cuanto ocurre. En su música es interesante el sentido de la ornamentación melódica y de la armonía; su genial intuición anticipa cosas que serían normales en Wagner o en los impresionistas. Pocas músicas han gozado de parecida popularidad; mientras se toque el piano, Ch. tendrá un puesto privilegiado; sin embargo, sus valores musicales intrínsecos han sido objeto de frecuente polémica. Los dos extremos de la discusión podrían estar representados, de una parte, por Liszt: «Encerrándose en el cuadro exclusivo del piano, Chopin, a nuestro entender, ha dado prueba de una de las cualidades más esenciales a un escritor: la justa apreciación de la forma en la cual le ha sido dado destacar, y sin embargo, este hecho, por el que le reconocemos un justo mérito, dañó a la importancia de su fama». De otra, Leibowitz: «Si Chopin ha sido el más genial de todos los compositores - aficionados, ha sido también el más superficial y aficionado de todos los genios». Se ha insistido en que la preocupación instrumental de Ch. perjudicó sus valores musicales. Así, V. D'Indy señala dos graves errores: 1) las tonalidades escogidas atienden más a las exigencias de la digitación que a la lógica constructiva de la obra; 2) son frecuentes los pasajes escritos pensando únicamente en el virtuosismo, pero inútiles para el equilibrio de la composición. Según algunos, la imperfección de la forma es evidente en las sonatas en las que se encuentra ausente todo espíritu de construcción y coordinación de ideas. A esta objeción responden otros diciendo que no se debe medir estas obras con una unidad que es incongruente. (Cfr. A. de Salazar, Los grandes compositores de la época romántica, 2 ed. Madrid 1958). Ch., como Schumann, no acepta una reproducción servil de la forma clásica, que desde Beethoven busca una transformación hacia una mayor unidad entre sus diversas partes. Para Ch., las formas tradicionales permanecen sólo en cuanto marco externo. Lo verdaderamente importante es el contenido: un mundo musical completamente nuevo, original y de decisiva influencia para toda la música romántica. No es adecuado separar sus valores pianísticos de los puramente musicales intentando abstraer su obra del medio elegido para manifestarla. Ciertamente es imposible adentrarse en Ch. sin servirse del piano, pero en ello, precisamente, está su grandeza y su aportación a la música. Una comparación con la obra de sus seguidores, Liszt, por ej., nos muestra la diferencia fundamental entre la utilización del piano como puro instrumento y su empleo por una necesidad netamente musical. Ello explica la resistencia de Ch. a ser orquestado, lo que aparece como una cualidad más en su favor. Los pasajes más pianísticos nunca son recursos fáciles o convencionales. Las italianizantes ornamentaciones melódicas dejan en Ch. de ser artificio para convertirse en necesario discurso musical.
     
      Obras. Dos Conciertos para piano y orquesta. El op. 11 en mi menor, comúnmente designado como primero, es posterior al op. 21 en fa menor. En ambos la orquesta se limita a acompañar ligeramente al solista. Estudios: Gran virtuoso del piano, sus estudios son obra fundamental, aún hoy, para el conocimiento profundo de la técnica del instrumento. Fuerza de los dedos, extensión, dobles notas, octavas, acordes, pasajes del pulgar, juego polifónico, etc., son tratados y trabajados de forma inmejorable. Con ellos inicia una forma musical que, por encima de sus valores de mera gimnasia instrumental, alcanza la solución a cada problema técnico, planteándolo en su misma esencia musical. Cuatro Baladas: Esta forma adquiere en Ch. una nueva significación propia del romanticismo, más próxima al poema sinfónico que a la balada medieval. Mazurcas, Valses, Polonesas: Las populares danzas de Polonia y de Austria son estilizadas en tres de sus más famosas colecciones. En las Polonesas el sentimiento patrio de Ch. y sus acentos guerreros y heroicos bastan para destruir toda una leyenda de música sentimental y blanda. Nocturnos: Tienen un precedente en los de Field, creador de esta forma. Son el mejor exponente de su italianizante ornamentación melódica. 24 Preludios: el op. 28, a pesar del carácter de improvisación de estas pequeñas obras, constituye una de las más bellas e interesantes composiciones de Ch. Tres sonatas: La más clásica de las estructuras musicales es llevada al mundo de la libertad formal y expresiva del romanticismo e incluyen algunas de sus más populares páginas. Scherzos: Esta forma, que en las sonatas de Beethoven alcanza su perfecta organización, se independiza en Ch. como obra autónoma. Hay que añadir, entre las obras más características: Impromptus, Berceuse, Barcarola, Tarantella, Variaciones, Allegro de Concierto, Rondós, Tres Estudios, Dos Preludios, Fantasía en Fa menor. Música de Cámara: Sonata para piano y cello, Trío para piano, violín y cello, y algunas melodías.
     
      Discografía: Estudios: Decca LX3091; Voz de su Amo ASDL 943, Nocturnos: Voz de su Amo: LALP 604/5; Valses: Regal 33LCX--115; Baladas: Voz de su Amo ASDL 913; Sonatas: Decca LXT 5452; Conciertos: RCA 3216040; Preludios: Decca LXT 2837; Polonesas: Philis A02268L.
     
     
BIBL.: A. CORTOT, Ediciones de Trabajo (para el estudio técnico de sus obras, especialmente de los estudios); R. LAFFONT, Aspects de Chopin, 1952; F. LISZT, Chopin, Madrid 1964; -H. BIDOU, Chopin, París 1925; A. WEISSMAN, Chopin, Berlín 1912; E. GAUCHE, Chopin, sa vie et ses oeuvres, París 1921; GIBERT, Chopin, vida y obras, Barcelona 1919; SLONIMSKY, Chopiniana; some materials for a biography, Nueva York 1948.

MANUEL CASTILLO.

Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991

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