martes, 22 de noviembre de 2016

LEY DEL LEVIRATO: LA LEY DEL CUÑADO.

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Deuteronomio 25,5-10.

Si dos hermanos viven juntos y uno de ellos muere sin hijos, la viuda no saldrá de casa para casarse con un extraño; su cuñado se casará con ella y cumplirá con ella los deberes legales de cuñado; 6el primogénito que nazca continuará el nombre del hermano muerto, y así no se borrará su nombre en Israel. 7Pero si el cuñado se niega a casarse, la cuñada acudirá a las puertas, a los ancianos, y declarará: "mi cuñado se niega a transmitir el nombre de su hermano en Israel; no quiere cumplir conmigo su deber de cuñado". 8Los ancianos de la ciudad lo citarán y procurarán convencerlo; pero si se empeña y dice que no quiere tomarla, 9la cuñada se le acercará, en presencia de los ancianos, le quitará una sandalia del pie, le escupirá en la cara y le responderá: "esto es lo que se hace con un hombre que no edifica la casa de su hermano". 10Y en Israel le pondrán por mote "La casa del Sinsandalias".

EXPLICACIÓN.

5,5-10 Es la ley llamada del "levirato" (levir = cuñado). Hay que entenderla en un contexto de poligamia y en una ordenación económica que dejaba sin recursos a algunas viudas. De ahí la importancia de legar el nombre a un descendiente directo: el nombre es lo que queda del hombre (Eclo 40,19; 41,11). La ley del levirato conserva en el hijo de la viuda el nombre del difunto, y a la viuda le procura un hogar en el ámbito familiar. Llevará el nombre del difunto el primer hijo de la unión.

La aplicación de la ley podía traer complicaciones económicas, o bien la mujer no era grata ni aceptable para el cuñado. Este podía resistirse primero y negarse después, es un acto jurídico público. Con lo cual no se exponía a otro castigo que el remoquete burlesco. La intervención de las autoridades mostraba el interés por garantizar los dos valores en la vecindad.

Ilustran aspectos de la ley: el episodio de Judá y Tamar (Gn 38), el libro de Rut, en el cual el que rehúsa no aparece infamado. Quizá se refiera a esta práctica, en clave simbólica, Juan Bautista (Mt 3,11; Mc 1,7; Lc 3,16; Jn 1,27; Hch 13,25).


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